Renace la iniciativa empresarial
24 may 2016
Las empresas son objeto de análisis utilizando sus semejanzas con las personas. Así se habla del ciclo vital de las empresas: nacimiento, crecimiento, maduración, declive y desaparición, y también de demografía empresarial: tasas de natalidad y mortalidad, causas y edad de las empresas desaparecidas, etc.
El nacimiento de las empresas es fruto de varios factores interrelacionados, entre los que destacamos el espíritu emprendedor, cualidad genética de todo empresario, la receptividad del entorno: burocracia, fiscalidad, etc., y, finalmente, la coyuntura. En este caso, una buena situación económica favorece la implantación de nuevos negocios mientras que, en casos de crisis, se frenan, lógicamente, las iniciativas.
De ahí que la natalidad de empresas sea analizada como reflejo de la situación económica de un país o de un sector. En el caso del retail español de todas las especialidades, puede decirse que, entre 2008 y 2015, el fuerte descenso del consumo significó el crecimiento de la mortalidad y el descenso del número de nuevas empresas. Así, se ha pasado de un censo de 526.000 empresas a 470.000 entre ambas fechas, con el cierre de 61.000 establecimientos y una reducción de más de 100.000 empleos.
En un análisis más detallado de la evolución del retail en general cabe destacar su mayor tasa de mortalidad en relación al conjunto empresarial. Las causas son variadas, y entre ellas aparece nuevamente la caída de los gastos de consumo y la destacada presencia de las empresas individuales en el retail, en el que representan casi el 70% del total frente al 50% para el conjunto de empresas españolas. Es evidente la mayor fragilidad de este tipo de empresas personales y de dimensiones reducidas ante situaciones desfavorables de la coyuntura.
Sin embargo, la estructura empresarial del retail tiene un punto fuerte en su agilidad y capacidad de adaptación a los cambios. De ahí que la tasa de nacimientos del retail sea claramente superior a la del conjunto empresarial a partir de 2012, cuando la caída del consumo se estabiliza y se abren nuevas posibilidades de negocio para adaptarse a los nuevos hábitos de consumo de los ciudadanos.
En el caso del retail de moda (vestido y calzado), los datos no son tan favorables, pues las bajas de empresas han sido superiores a la media general. Esta evolución refleja perfectamente el peor comportamiento del consumo de vestuario durante la crisis, ya que ha caído un 15% frente al 2% del consumo en general entre 2008 y 2015.
Ahora, cuando ha aparecido finalmente la recuperación económica, la creación de empresas supera claramente a las que desaparecen. Este movimiento es positivo pues representa un impulso al crecimiento económico del país: más actividad, más empleo o mayor recaudación tributaria. Sin embargo, no nos engañemos, la mortalidad entre las empresas que se han creado es muy elevada. Entre un 40% y un 50% de las mismas no superará los tres años de vida. Las causas son conocidas: pocos recursos financieros, iniciativas con más entusiasmo que estrategia, medios humanos limitados, etc., todo esto dentro de un entorno poco business friendly. A pesar de ello, bienvenidos los nuevos empresarios y mucha suerte.
Víctor Fabregat
Víctor Fabregat capitaneó durante veinticinco años el Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc), organismo sin ánimo de lucro creado por el Consejo Intertextil Español (CIE) y que cuenta con el apoyo de la mayoría de asociaciones textiles. Su objetivo es facilitar a las empresas información necesaria para la toma de sus decisiones estratégicas. Esta larga trayectoria profesional en el seguimiento y el estudio de todos los aspectos de la industria textil hicieron de Fabregat, fallecido en 2020, uno de los mayores expertos en el negocio de la moda de España.
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