Opinión

Quiero ser como Amancio Ortega

Víctor Fabregat

1 sep 2017

Quiero ser como Amancio Ortega

 

Un reciente estudio sobre las aspiraciones profesionales de los adolescentes españoles, realizado por Educa 20.20 y la Fundación Axa en base a una macroencuesta a 12.000 jóvenes entre 16 y 19 años estudiantes de Bachillerato y Formación Profesional muestra unos perfiles muy semejantes a los de otras generaciones. Estas aspiraciones son “éxito, fama y dinero, pero también dudas, vocación y desapego” según resume el diario El País.

 

A la pregunta “¿a qué personaje público te gustaría parecerte de mayor?”, Amancio Ortega suscitó las mayores coincidencias. Fue el primer referente en el caso de las chicas, con la actriz Emma Watson y Steve Jobs, y el tercero entre los chicos, que colocaron a Bill Gates y Steve Jobs por delante.

 

Esta preminencia de Ortega entre los personajes es coherente con la admiración de los jóvenes por los creadores de empresas de éxito, explotando nuevas tecnologías (Gates y Jobs) o reinventando un sector tradicional como es el de la moda. Este éxito los ha llevado a la lista de multimillonarios de la revista Forbes encabezada por Gates y en la que Ortega está en cuarto lugar. Otros españoles destacados son Juan Roig (Mercadona), Rafael del Pino (Ferrovial) o Isak Andic (Mango).

 

Este origen de sus fortunas, ganadas por el esfuerzo personal, legitima su popularidad, en especial en España donde las grandes fortunas normalmente  pasan de padres a hijos. En efecto, según el Peterson Institute for International Economics (PIIE), el 54% de las mismas provienen de herencias, mientras sólo el 15% han sido generadas por fundadores de empresas. Esta preminencia de las herencias se da básicamente en Europa excepto en el Reino Unido, donde ganan los ejecutivos de éxito, e Italia, donde priman los empresarios. Por el contrario, en Estados Unidos y China la riqueza ha sido generada por empresarios de forma mayoritaria.

 

Otros rasgos que apoyan la popularidad de estos millonarios, como Ortega y Gates, es su comportamiento social lejos de la ostentación de los nuevos ricos que ahora ocupan futbolistas, cantantes y actores. En este aspecto Ortega es un caso extremo ya que durante muchos años estuvo tan alejado de la vida pública que sus fotos eran escasas y de mala calidad, aunque tuvo que mejorar este aspecto comunicativo cuando el Grupo Inditex decidió salió a Bolsa en 2001.

 

Este comportamiento público se completa con la dedicación de parte de sus fortunas a obras filantrópicas, como la Fundación Bill y Melinda Gates que, con una dotación de 40.000  millones,  promueve la salud y el desarrollo de las personas. También es destacable la reciente donación de 320 millones de Ortega para la puesta al día de los equipos de radioterapia para tratar el cáncer. Juan Roig ha invertido 150 millones en los últimos cuatro años para favorecer el emprendimiento de los jóvenes y el patrocinio de entidades deportivas.

 

Hay esperanza

Un primer análisis de los resultados anteriores podría centrarse en el optimismo de los encuestados ya que los personajes escogidos apuntan a que los jóvenes creen todavía en el ascensor social capaz de llevar a un hijo de ferroviario a multimillonario (Ortega), lo que podría ser el paradigma de la sociedad capitalista en su versión más dinámica y abierta.

 

Sin embargo, las referencias que reciben los jóvenes no son precisamente tan optimistas. El paro juvenil se halla actualmente en una tasa del 39%, entre las más elevada en la UE junto a Grecia  e Italia. Aunque el paro entre los jóvenes ha caído un 40% desde 2012,  los puestos de trabajo creados son muy precarios. Así se entiende que muchos talentos jóvenes emigren a otros países con mejores perspectivas.

 

Esperemos que esta esperanza de los jóvenes no quede en un desengaño y produzca un estado de frustración en esta nueva generación.

Víctor Fabregat

Víctor Fabregat

Víctor Fabregat capitaneó durante veinticinco años el Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc), organismo sin ánimo de lucro creado por el Consejo Intertextil Español (CIE) y que cuenta con el apoyo de la mayoría de asociaciones textiles. Su objetivo es facilitar a las empresas información necesaria para la toma de sus decisiones estratégicas. Esta larga trayectoria profesional en el seguimiento y el estudio de todos los aspectos de la industria textil hicieron de Fabregat, fallecido en 2020, uno de los mayores expertos en el negocio de la moda de España.