China gana protagonismo mundial

No hay dudas sobre el papel hegemónico de los Estados Unidos en el panorama político, económico, militar y cultural mundial. Sin embargo, China va escalando posiciones y aprovecha las vacilaciones de la nueva administración Trump para afianzar su presencia en todos los ámbitos. Con referencia al económico, el Producto Interior Bruto (PIB) chino es el segundo del mundo detrás de Estados Unidos, pero medido en paridad de poder de compra (PPC) ya se sitúa en primera posición. Donde hay más diferencia es en términos del PIB per cápita, teniendo en cuenta que hay 320 millones de norteamericanos por casi 1.400 millones de chinos.

Diplomacia económica

El papel internacional de China se ha visto potenciado en los últimos años por su diplomacia económica destinada a potenciar las relaciones económicas con otros países considerados estratégicos en su visión global del planeta. Ello coincide con el repliegue exterior de Estados Unidos siguiendo el lema America First y las amenazas de tomar medidas contra la competencia desleal de otros países.

China ha aprovechado este abandono para lanzar un acuerdo de librecambio regional (Rcep, por sus siglas en inglés) que suma los países del Sudeste Asiático más Japón, Australia, Corea del Sur, India y Nueva Zelanda que representan un tercio del PIB y de las exportaciones mundiales.  Asimismo, China ha creado el Banco Asiático de Inversión en  Infraestructura (Aiib, por sus siglas en inglés) destinado a financiar las infraestructuras para el desarrollo y está acometiendo la llamada Nueva Ruta de la Seda que construye redes de transporte para unir el continente asiático con el europeo por tren, carretera y barco.

Por todo ello, no es extraño que China sea el primer inversor en África y que, además de financiación, aporte tecnología y hasta mano de obra si es necesario. En Latinoamérica, su mayor proyecto es el Doble Ferrocarril entre los Dos Océanos, con un ramal que uniría el Brasil hasta el Pacífico a través de Perú. El otro ramal lo haría por Bolivia, dando una salida al mar al único país interior de Iberoamérica.

Consenso social y cohesión política

La evolución de China en los últimos años ha gozado de un importante consenso social ya que los ciudadanos han visto crecer su nivel de vida y sus posibilidades de desarrollo personal de manera nunca antes conocida. Este hecho es fundamental para la actuación del Partido Comunista Chino (PCCh) que sabe que un retroceso en el desarrollo económico podría llevar a discutir su liderazgo.

La crisis, iniciada en 2007, representó un reto importante para China que ralentizó su crecimiento pero la política económica  de estímulos monetarios y fiscales ha permitido mantener una situación consolidada con crecimientos entre el 6 y el 7%. El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el país (agosto 2017) estima un aumento del PIB del 6,7% este año. A pesar del éxito de la política seguida, el mismo FMI señala que ahora es el momento de implantar más reformas para mantener el crecimiento y la estabilidad a medio plazo, en especial en el ámbito financiero o en las empresas públicas.

Este buen momento económico es uno de los logros políticos del Partido, lo que unido a la potenciación de la imagen internacional del país y a la lucha contra la corrupción (un millón de miembros del Partido han sido expulsados por este motivo y otros han ido a prisión) consolidan un amplio consenso social y político cara al XIX Congreso de PCCh que se celebrará este octubre. El Congreso consagrará la supremacía de Xi Jinping dentro de un Partido más disciplinado y cohesionado alrededor de su líder central.