Dónde comprar barato en Europa
8 feb 2018
La Unión Europea (UE) es un mosaico de veintiocho países con grandes diferencias económicas entre sí. En el campo de la moda un aspecto que siempre llama la atención es el de las diferencias de precios entre los distintos países. Por suerte, Eurostat (Oficina Europea de Estadística) publica cada año una comparativa de los precios de los diversos productos y servicios que sirven para estructurar los índices de precios al consumo de cada país y el del conjunto de la zona euro y de la UE.
Los datos de Eurostat para 2016 confirman los diferentes niveles de precios existentes entre cada país en relación a la media de la UE. De dichos datos podemos establecer una serie de conclusiones con respecto a los precios del vestuario:
Los países nórdicos (Suecia, Dinamarca y Finlandia) son los más caros con un índice medio de 130, lo que significa que son un 30% más caros que la media establecida en 100. Les siguen los países bálticos (Letonia, Estonia y Lituania) con un índice de 107. El núcleo central del continente compuesto por Alemania, Francia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y Austria alcanza un índice de 106.
“Las diferencias en el precio del vestuario en Europa son muy parecidas a las que se dan en otros artículos que compran las familias”
Mucho más baratos son los países mediterráneos con Italia, España, Portugal, Grecia, Malta y Chipre, que se sitúan en la media. En el nivel más bajo de precios están los países del este europeo, con un índice de 92. Caso aparate, como siempre, son el Reino Unido e Irlanda, ya que el primero presenta un índice de 89 mientras que el de Irlanda se sitúa en el 112.
Estas diferencias en los niveles de precios del vestuario son muy parecidas a las que se dan si observamos los precios de todos los artículos que compran las familias. Con ellos, podríamos establecer estos mismos grupos de países que hemos estructurado anteriormente, aunque las diferencias entre países son muchos más amplias que en el caso del vestuario.
Causas
Como causas explicativas de las disparidades de precios en el caso del vestuario podemos señalar, en primer lugar, los impuestos sobre el consumo, como el IVA, que presentan diferencias entre países. Otro motivo puede residir en las estructuras de distribución, si hay grupos importantes que compiten en el mercado o este está cubierto con pequeñas empresas con costes operativos más elevados, los sistemas logísticos existentes, etcétera. También la mayor presencia de productos importados, en especial de países en desarrollo, es un factor que presiona a la baja los precios del mercado.
El retraso español
Según los datos anteriores, el nivel de precios de vestuario en España es un 9% inferior respecto a la media de la UE. Este aspecto positivo respecto a los precios ha de contraponerse con la evolución de los ingresos de nuestros ciudadanos. Tomando como base datos de la Comisión Europea, el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita en España en 2017 ha superado en un 3% el de 2008, al inicio de la crisis. En cambio, en el conjunto de la Zona Euro el aumento ha sido del 13% y del 14% de toda la UE, entre ambas fechas.
Así se comprende que el consumo español de vestuario por habitante esté todavía un 15% por debajo del año que marca el inicio de la crisis. Si no conseguimos más crecimiento y un mejor reparto del mismo, todavía nos quedan algunos años para recuperar el consumo perdido en esta década.

Víctor Fabregat
Víctor Fabregat capitaneó durante veinticinco años el Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc), organismo sin ánimo de lucro creado por el Consejo Intertextil Español (CIE) y que cuenta con el apoyo de la mayoría de asociaciones textiles. Su objetivo es facilitar a las empresas información necesaria para la toma de sus decisiones estratégicas. Esta larga trayectoria profesional en el seguimiento y el estudio de todos los aspectos de la industria textil hicieron de Fabregat, fallecido en 2020, uno de los mayores expertos en el negocio de la moda de España.
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