El mito de Sísifo

El crecimiento no se alcanza solo, se construye en colaboración.

Llevo tiempo dándole vueltas -e investigando- cómo conectar mejor con los clientes y cómo vencer la resistencia al cambio en los distintos aspectos del negocio para aterrizar esa primera afirmación con hechos. Normalmente, en los contactos, cuando se supera el silencio, me encuentro con sesgos y estereotipos formados como: la marca nos sostiene, la omnicanalidad, la sostenibilidad, la expansión on-line, el ocaso del wholesale, la rentabilidad y las percepciones de mercado. Como ya hemos comentado en algún post anterior, suelo revelarme con según qué afirmaciones.

Hace unos días tuve la suerte de participar en una jornada de networking estratégico en Juno House, gracias a Fayron, una red que impulsa alianzas reales y efectivas entre emprendedores y negocio. Además de conocer y conectar con mujeres empresarias extraordinarias, escuchamos una conversación reveladora con Rubén Turienzo.

Rubén compartió una mirada muy práctica sobre el networking personal y profesional y describió cinco tipologías de personas que solemos encontrar en eventos o en el día a día profesional: perfiles a los que conviene acercarse… y otros de los que es mejor alejarse. En último lugar habló de los “Sísifos”: personas a las que no deberíamos dedicar ni esfuerzo ni tiempo porque arrastran, metafóricamente, su propia roca.

Si no empiezas por construir y cuidar a tu marca difícilmente lo demás tendrá recorrido

Recordé el mito de Sísifo (aquel ejercicio de filosofía de hace muchos, muchos años): el rey de Corinto, castigado por Zeus a empujar una piedra montaña arriba para verla caer justo antes de la cima. Repetición eterna.

Buscando con la inefable IA recordé también a Albert Camus y las clases de filosofía, los jueves por la tarde. Sísifo como símbolo positivo de la condición humana; cuando el sentido no lo da el resultado, lo da la actitud.

El mito sirve para explicar la afirmación inicial y romper la resistencia al cambio en el retail moda. Durante años, muchas marcas y tiendas multimarca han empujado la misma piedra: fluctuaban los resultados, pero el modelo no cambiaba. Con la irrupción tecnológica, romper el ciclo no es empujar más fuerte, sino dotar al esfuerzo de dirección, entender que marca, negocio, tecnología, dato y colaboración no son castigos, sino herramientas para subir con propósito. Y si no empiezas por construir y cuidar a tu marca difícilmente lo demás tendrá recorrido.

En un momento en que el sector sufre tantas dificultades e incertidumbres, pararse a reflexionar cómo encarar el crecimiento y ejecutar las acciones necesarias marca la diferencia entre resistir y progresar.

Desde nuestra visión (como solución tecnológica aplicada a marcas y canal multimarca) dedicamos mucho tiempo a explicar las decisiones y los beneficios de colaborar y compartir, y entendemos que el reto no es (solo) tecnológico: es humano, cultural y de liderazgo.

Para avanzar en la colaboración y el crecimiento, hay siempre que romper sesgos

Ahí es donde el mito baja a tierra: en nuestro sector moda, con la velocidad del mercado, la presión por las ventas, la competencia, la sostenibilidad y la digitalización, muchos líderes viven empujando con sus equipos la piedra del día a día. La clave no es evitarla: es reinterpretar el esfuerzo. Cada temporada es volver a empezar, sí, pero con más datos, más intuición y más colaboración.

Un líder hoy no es quien esquiva la piedra: es quien la rediseña, la hace más ligera con tecnología, más precisa con datos y más humana con propósito, y la convierte en impulso. Nuevos materiales, nuevas narrativas, nuevas colaboraciones y nuevos modelos de negocio. Ahí está el avance real.

Y por suerte, cuando marcas y tiendas dejan de empujar solas, comparten y colaboran, la energía cambia, lo vemos cada día.

La colaboración entre marca y canal (intercambio de datos, objetivos comunes y decisiones compartidas) convierte el esfuerzo individual en crecimiento colectivo. No elimina el esfuerzo, pero le da sentido y dirección. Integrar, compartir y cocrear no es perder control, es ganar altura.

Para avanzar en la colaboración y el crecimiento, hay siempre que romper sesgos: el del statu quo, el del coste de cambio y el del control. Solo cuando el liderazgo los reconoce y los desafía, puede transformar la condena de Sísifo en progreso.

Como dijo hace unos días Arancha Ruiz, otra mujer admirable, “las grandes transformaciones empiezan cuando uno decide dar un paso diferente, aunque sea pequeño”.

Colaboración y crecimiento. Pensemos en ello.