Motores del cambio climático

El siglo actual es considerado como el de los cambios, acelerando la tendencia de los acontecidos en la segunda mitad del siglo XX. Estos cambios afectan a la vida económica, social, política y hasta las propias relaciones humanas.

Todo cambio o innovación nace, se desarrolla y se impone en su ámbito apartando los anteriores sistemas, aunque muchas innovaciones fracasan por demasiado primerizas o por no haber encontrado el entorno adecuado.

El cambio climático

En la actualidad, es mayoritaria la percepción de que el clima global está cambiando a peor a causa básicamente de la acción humana. Este pensamiento se inició por el interés científico ante problemas como la polución en las ciudades, el crecimiento de los residuos industriales, el deterioro de los mares, la sobreexplotación de los recursos naturales, etc.

Otros saltos cualitativos en la opinión pública al respecto han sido la aparición de partidos políticos verdes, el activismo de líderes como el vicepresidente estadoundiense Al Gore, galardonado con el Premio Nobel, la acción de diversas agencias de las Naciones Unidas y ONGs denunciando los peligros que acechan al medio ambiente, etc. De esta manera, el problema se ha hecho presente de manera habitual en las agendas de las instituciones políticas y económicas mundiales generando acuerdos para intentar detener el deterioro medioambiental, como el Protocolo de Kyoto o los Acuerdos de París en 2015. Actualmente la figura mediática de este movimiento social es la activista sueca Greta Thumberg.

Todas estas actuaciones han conformado una opinión pública favorable a actuar para conservar la Tierra como planeta habitable. Esta opinión se ha ido acrecentando desgraciadamente por la repetición de catástrofes naturales, el aumento de las temperaturas o la proliferación de los incendios como los recientes del Amazonas.

La moda se compromete

Aprovechando la reunión del G7 en Biarritz y bajo el patrocinio del presidente Macron se ha presentado el Fashion Pact en el que 32 grandes grupos de moda, desde Louis Vuitton a Inditex, único representante español, se comprometen en un plan para detener el cambio climático, restaurar la biodiversidad y proteger los océanos. Cada una de estas áreas se desarrolla en diferentes acciones a realizar.

Las reacciones han sido en general positivas, pero matizadas. Unos creen que hay más de imagen que de voluntad  ya que el sector de la moda no quiere ser “el malo” ante la opinión pública. Para otros, es un paso más entre las iniciativas que los diversos grupos van implementando desde hace tiempo, pero que no han repercutido en una mejora de la imagen del sector.

Sin duda lo importante de estas iniciativas es su difusión entre toda la cadena textil, desde el cultivo de fibras hasta el uso de las prendas por el consumidor, y en esta fase de difusión lo que hagan las primeras empresas de la especialidad es relevante ya que produce un “efecto emulación” en otras firmas más pequeñas, lo que en conjunto repercute en una mayor oferta al consumidor de productos ecológicos y un menor impacto medioambiental.

Un ejemplo: Inditex tiene entre sus objetivos de sostenibilidad el que, antes de 2025, el 100% del algodón, el lino y el poliéster sean orgánicos, sostenibles o reciclados. El llegar a esta meta comportará cambios importantes en el suministro y operativa del grupo gallego, incluyendo la plétora de sus proveedores en todas las fases de la cadena. En este caso, Inditex puede ser un actor directo del cambio pero también un poderoso influencer para que otros también hagan este cambio.

Ahora también El Corte Inglés se apunta a la moda eco  y uno de sus propósitos es alcanzar cero residuos en 2022. Bienvenido.