La moda contrarreloj
27 ene 2019
El tiempo ha sido siempre un factor esencial en el mundo de la moda, pero en la actualidad asistimos a una sobrevaloración del mismo, seguramente bajo la influencia de las nuevas tecnologías. En uno de los interesantes posts de Gabriel Farías en estas páginas sobre el futuro aprovisionamiento de moda (mayo 2018) se señalaba que los temas prioritarios para los ejecutivos del ramo eran “rapidez, transparencia y flexibilidad”.
Estas prioridades están provocando fuertes tensiones en toda la cadena de la moda, desde el diseño, la producción y la distribución, y podemos decir que la rapidez se ha convertido en un factor clave en la competitividad.
Pero la rapidez no es sólo responsabilidad de los agentes económicos de la cadena de la moda ya que hay otros factores externos a tener en cuenta a los que vamos a referir.
Las distancias
La demanda de rapidez se produce en un momento en que las fuentes de suministro de vestuario en España se hallan a mucha distancia de nuestro país. Baste recordar que Asia aporta el 50% de las importaciones y los primeros suministradores asiáticos se hallan a una distancia geográfica media de 9.500 kilómetros que se traducen en unos 15.000 kilómetros de ruta marítima.
“La rapidez no es sólo responsabilidad de los agentes económicos de la cadena de la moda”
Naturalmente, esto implica una rigidez importante en la rapidez del suministro ya que por vía marítima un contenedor tarda entre 30 y 40 días en llegar desde China a un puerto español. La alternativa aérea está limitada por el elevado coste de la misma. El proyecto de la Nueva Ruta de la Seda trata de reducir estos plazos y así el tren asiático hace el trayecto en 21 días desde Yiwu (China) a Madrid. Estos datos pueden propiciar un mayor uso del suministro de proximidad, desde Turquía hasta Marruecos, sin olvidar los Países del Este.
La burocracia
El transportar un producto de un país a otro siempre comporta un proceso burocrático (licencias, certificados, aduanas, pago de aranceles y tasas, etc.) que en algunos casos se convierte en un verdadero obstáculo para los intercambios internacionales. Esta constatación propició que la Organización Mundial del Comercio (WTO en sus siglas en inglés) lograra un Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de ámbito multinacional y en vigor desde 2017.
El acuerdo contiene disposiciones para agilizar el movimiento y despacho aduanero, así como elementos de cooperación entre aduanas, además de establecer mecanismos de asistencia técnica. Los beneficios una vez implementados el acuerdo en 2030 se cifran en un ahorro de costes del 14,3% y un crecimiento del 2,7% anual en el tráfico internacional.
“El Banco Mundial a establecer el Índice de Rendimiento Logístico en 2007 como herramienta de evaluación de la logística”
La eficiencia logística
La creciente importancia de los costes logísticos en dinero y tiempo impulsaron al Banco Mundial a establecer el Índice de Rendimiento Logístico (LPI en sus siglas en inglés) en 2007 como herramienta de evaluación de la logística de los diversos países, considerando seis áreas: Eficiencia en los procesos de autorización por las aduanas; calidad de las infraestructuras; facilidad de organizar envíos a precios competitivos; calidad de los servicios logísticos; capacidad para monitorizar los envíos y la puntualidad en las entregas de las mercancias.
El LPI referido a 2018 nos indica que Alemania se halla al frente del ranking mundial seguida de Suecia, Bélgica, Austria y Japón. España se encuentra en la posición dieciséis, un puesto por detrás de Francia. Las puntuaciones de los países desarrollados son casi un 50% más altas que las de los países de menor renta, por lo que éstos son objetivamente los más beneficiados por la implantación de mejoras en este campo.
La carrera continúa: “A sus puestos. Listos. Ya¡¡¡¡”

Víctor Fabregat
Víctor Fabregat capitaneó durante veinticinco años el Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc), organismo sin ánimo de lucro creado por el Consejo Intertextil Español (CIE) y que cuenta con el apoyo de la mayoría de asociaciones textiles. Su objetivo es facilitar a las empresas información necesaria para la toma de sus decisiones estratégicas. Esta larga trayectoria profesional en el seguimiento y el estudio de todos los aspectos de la industria textil hicieron de Fabregat, fallecido en 2020, uno de los mayores expertos en el negocio de la moda de España.
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