Cuando el miedo al cambio provoca la pérdida de oportunidades

Cualquier cambio implica un riesgo. El riesgo genera incertidumbre.Y si algo funciona, ¿para que aventurarse con otras alternativas, aún sabiendo que se puede mejorar los resultados de la compañía?.

Cuanta más experiencia acumulo, más consciente soy de la realidad interna de la industria de la moda. Vivir en la zona de confort, para muchos, es mejor que provocar cambios que puedan generar mayores beneficios. Lo conocido, lo fácil, lo cómodo, la rutina, conformarse con lo que hay aunque no te agrade... Paradójicamente, aunque se siga haciendo lo que en ese momento funciona y de la manera que se conoce, se pierde la perspectiva, dejas de enriquecerte y en consecuencia dejas de crear para vender.

Con la falta de acción viene la falta de seguridad, con la inseguridad la vulnerabilidad y con ella la justificación; y cuando hay algo que justificar es que hay algo que está mal:  liderar no solo consiste en navegar con un horizonte, sino también en acreditar tu conocimiento con la acción.

El carácter de las empresas de éxito viene definido por la innovación y la diferenciación. Diferenciarse significa arriesgar, apostar por distintos modelos o mejorar los ya existentes, innovar en el producto, en los procesos y en la gestión, reinventarse, proponer, avanzar, ... En resumen, ir por delante.

Cuando se es líder en el mercado y no se tiene competencia, la relajación y el no aprovechamiento de todos los recursos al alcance hace que se dejen escapar oportunidades. Se corre el riesgo de que otras empresas más sagaces se posicionen por delante y se conviertan en una fuerte competencia.

Conformarse es morir lentamente.