El caso Christian Lacroix o por qué hay que ganar dinero
28 dic 2009
No basta con ser creativo, no basta con impactar en las pasarelas, no basta con haber sido, quizás, uno de los que más y mejor ha hecho una lectura barroca de la belleza femenina. La debacle de la casa de moda parisina Christian Lacroix es el ejemplo de lo que no hay que hacer en el mundo de la moda. Y los creadores españoles deberían tomar buena nota: hay que ser rentable y estar de moda.
España es una industria de creadores en miríada, con pocas ventas, creando para pasarelas impulsadas por el sector público y escasa rentabilidad empresarial. Si Christian Lacroix, que nació de un conglomerado financiero como LVMH en 1987, ha acabado despidiendo a más de un centenar de trabajadores y cerrando sus colecciones de prêt à porter y alta costura, ¿qué será de firmas españolas que siempre han contado con unos recursos de capital anémicos?
Lo importante no es ni el lujo ni el glamour. Burberry gana dinero. Mango gana dinero. Tous gana dinero. El caso Lacroix demuestra que no sirve de nada que estrellas como Christina Aguilera vistan tus modelos en los Grammy si no eres rentable.
La diversificación a lo loco tampoco ayuda. Christian Lacroix hacía de todo, pero no ganaba dinero en nada. Licenciaba perfumes, abría una gama de vestidos de novia, se pasaba a la lencería, daba su nombre a una línea de vaqueros. Daba igual. Nada salvó la última línea de la cuenta de resultados.
Dar el pase para especular es lo peor que se puede hacer en el mundo de la moda cuando las cosas van mal. Cuando LVMH se vio incapaz de rentabilizar su inversión a pesar de los fondos dilapidados, en vez de reestructurar y centrar a su creador estrella, vendieron a los hermanos Falic, que finalmente son los que han liquidado las líneas de moda, después de que nadie haya presentado ofertas para quedarse con la firma.
Vender está bien. Pero Lacroix nunca dejó de ser algo minoritario. Cuando su caso acabó en los juzgados de París, apenas facturaba 30 millones de euros anuales. A peor iban las ventas, más excéntrico se volvía su creador, como prueba su última colección de novia, en la que vistió a Dita von Teese como una virgen fallera.
Humildad, capital, rentabilidad y tamaño fueron lo que le faltó a Christian Lacroix. Vanidad, egolatría y carencia de visión comercial, lo que tenía de sobras. Si alguien quiere cambiar el nombre de Lacroix, dividir su volumen de negocio por tres y escribir sobre el tipex el nombre de una empresa española, sobran candidatos válidos. Y el sector debe reaccionar y remediarlo.
Modaes
Si Modaes es información rigurosa e independiente, On the record es opinión. Modaes expresa a través de este blog su posicionamiento sobre los asuntos más candentes del negocio de la moda y plantea debates sobre las polémicas que se declaran en el sector.
Otros artículos de Modaes
Munford y la inacabada transformación digital de la moda
Inteligencia artificial: esperando al ‘game changer’ de la moda
Geopolítica: el tablero en el que también juega la moda
El castigo de los precios
El propósito o el riesgo de convertirse en una marca ‘commodity’
Diversidad, equidad e inclusión… ¿de verdad?
Las materias primas recuperan la llave de la moda
The best and the brightest
Emisiones, agua y cambio climático: la huella ambiental de la moda
Igualdad, pero no mucho
El nuevo normal era esto
Modaes.es ha muerto, larga vida a Modaes
¿Qué es para ti moda?
Oportunidades, pese a todo
Cartas encima de la mesa
El grupo de Toni, Jaume y Alberto
Mucho que ganar
La sostenibilidad llega a los Goya
Otro viernes negro
Estrellas fugaces
Artículos de otros autores
Idiotas, abstenerse
Estamos haciendo historia
El secreto de la sostenibilidad en la moda: más cívicos y menos cínicos
Carolina Herrera sigue siendo la emperatriz de Nueva York
Mystery branding, misery branding
Una década de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid
ESG: diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad y derechos humanos
Economía circular y moda
Nuevas tendencias en la gestión del residuo textil
Cretinismo de luxe
Fashion, Data and Robots
La otra nueva Ruta de la Seda
La revolución empieza por las personas
Sobre las colaboraciones (o cómo no destruir tu propia marca)
Un nanosegundo en el metaverso
Selección natural en el sector textil, sostenible sí o sí
Una semana de la moda más red carpet que nunca
El ave fénix de la moda española
Las diferentes caras de un poliedro
La era digital del lujo en China