Perfumes 'low cost'
11 nov 2014
Post de Mar Rodríguez
En un post anterior, ya hablé sobre las diferencias entre originales, copias e imitaciones de artículos de moda y lujo y hoy me voy a centrar en el perfume de imitación o de marca blanca, que es como se autodenominan las nuevas cadenas de perfumería low cost.
Equivalenza ha sido un referente, a pesar de haber perdido ante los tribunales en primera y segunda instancia la demanda interpuesta en su contra por Puig.
Hoy voy a hacer un poco de abogada del diablo y voy a defender tanto a la marca como al consumidor de estos productos de bajo coste. ¡Ojo!, no hablo de los perfumes que encontramos en los bazares chinos o en los mercadillos, pues estos sí que son burdas copias de los originales incluso en los bonitos envoltorios. Para mí ese es el top manta de los perfumes contra el que, curiosamente, las grandes marcas no arremeten judicialmente.
A mi entender, como al de cualquiera, creo, la crisis ha favorecido y ha puesto de moda el consumo de este tipo de fragancias, como ha facilitado la existencia de compañías de vuelos baratos, las imitaciones de ropa, bolsos, zapatos y todo tipo de productos. Y, ¿cuál es el problema? Yo, la verdad, no lo veo tan grave. El consumidor de perfumes low cost es muy diferente del que consume originales, o lo es ahora debido a la imposibilidad de adquirir una fragancia a precios excesivos en estos momentos.
Con esto quiero decir que cada mercado tiene su propio público y no veo en este caso la competencia, en este quizá menos que en ninguno. Ni siquiera en la imitación del perfume, ya que estamos hablando de tiendas que advierten en todo momento sobre el producto que ofrecen, generalmente a granel y en frascos sin logos ni dibujos de ningún tipo, por lo que el cliente sabe en todo momento lo que está adquiriendo. Nadie le da gato por liebre.
El problema, en el caso de la batalla legal contra Equivalenza, ha sido la codificación de sus perfumes por tablas olfativas estableciendo una similitud o equivalencia con los perfumes originales como de marcas como Carolina Herrera o Nina Ricci.
Sinceramente, me parece una pérdida de dinero por parte de las grandes la persecución de las marcas blancas, a pesar de la sentencia en el caso de Puig contra Equivalenza. De hecho, no dejan de proliferar ni lo van a hacer porque hay que tener una nariz muy experta para distinguir las fragancias de imitación de las que no los son, y un bolsillo bastante generoso, circunstancias éstas que no se dan en la inmensa mayoría de los consumidores de a pie. De hecho, el mismo perfume, aunque sea el original, no huele igual en todas las pieles, por lo que es difícil distinguir si usas Just Cavalli o Equivalenza, por poner un ejemplo.
La perfumería original tiene y seguirá teniendo su mercado y sus incondicionales consumidores que se seguirán gastando lo que le pidan por su fragancia favorita, como por su bolso maravilloso y original o por sus zapatos Valentino auténticos y no los de imitación de Zara, por ejemplo, de los que me considero, por cierto, muy fan.
Un original siempre será un original, pero hay que ser prácticos y comprender que en los tiempos que corren tiene que haber sitio para todo y para todos.
Nacho Espada
Nacho Espada es consultor en comunicación, RRPP y márketing estratégico ,socio de "Tendence & Law", despacho de consultoría jurídica y de comunicación estratégica para los sectores de la Moda y Lujo.
Mar Rodríguez es abogada en Rubio,Rodríguez y Marín SLP y consultora jurídica en "Tendence & Law".
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