Opinión

El desafío común de la industria de la moda

Gabriel Farías

26 sep 2017

El desafío común de la industria de la moda

 

 

Con los dos artículos anteriores- Moda sostenible y responsable: el pulso de la industria de la moda y Un cambio global y de impacto para la industria textil- pretendía dar por terminado el análisis del informe “El Pulso de la Industria de la Moda”; pero releyendo la última parte de este exhaustivo reporte me ha parecido tan interesante que no puedo dejar de compartirlo con ustedes.

 

Comienza expresando algo que, si bien es de sentido común, pocas veces se ha dicho tan claro: no todas las marcas de la moda son responsables en igual medida por las condiciones actuales de la industria y no todas están preparadas de igual manera para aprovechar las oportunidades de valor planteadas.

Pulse Score by Higg Index


The Global Fashion Agenda y Boston Consulting Group desarrollaron el Pulse Score para evaluar la performance de la industria en temas ambientales y sociales en todas las empresas de moda y en diferentes etapas de la cadena de valor. Esta escala combina el índice cuantitativo Higg de Sustainable Apparel Coalition con aportes de los ejecutivos del sector para extrapolar sus resultados a toda la industria. El puntaje general de la moda es de 32 sobre 100, lo que indica una amplia oportunidad de mejora.

 

El diferencial de performance es considerable. La sustentabilidad no es un lujo que solo las marcas con precios elevados puedan o deban afrontar. El tamaño de la empresa, mucho más que su posicionamiento de precios, se correlaciona con un puntaje más alto en Pulse.

 

 

Pronto moda y sostenibilidad

Tampoco el fast fashion es necesariamente una amenaza para el medioambiente y la sociedad desde las condiciones de su sistema de producción: las principales grandes marcas, con precios bajos, alcanzan puntajes sólidos. Lo mismo ocurre con algunos “campeones de la sustentabilidad”, con propuestas de valor centradas en esta preocupación. Las marcas de moda medianas y pequeñas, en contraste, que colectivamente suman más de la mitad de la industria, obtienen puntajes bajos. Estas constituyen un enorme punto ciego y una oportunidad: la mitad de la industria ha hecho poco para enfrentar estos problemas y no está en camino de hacer más.

 

Según su ubicación geográfica, las marcas europeas tienen puntajes más altos en las dimensiones ambientales, mientras que sus contrapartes de USA tienden más a seguir las mejores prácticas sociales. Según el tipo de propiedad, las empresas familiares tienen un mejor rendimiento en estas cuestiones, mientras que la mayoría (no todas) de las sociedades abiertas tienden a maximizar el valor para el accionista a corto plazo.

 

 

Cadena de valor

En cuanto a las etapas de la cadena de valor, el principio y el final tienen la mayor oportunidad de mejora. Diseño obtuvo 22 puntos y materias primas solo 17, mientras que el uso del consumidor alcanzó un puntaje de 23 y la etapa de final de uso baja a 9. Esas áreas habitualmente reciben poco interés de los medios, los consumidores e, incluso, de los participantes de la industria.

 

Las etapas del medio, donde los puntajes son en promedio más altos, muestran grandes brechas entre los líderes y las marcas restantes. La brecha entre los cuartiles superiores e inferiores es de 45 puntos o más para transporte y producción.

 

En cuanto a las áreas de impacto, las presiones externas también impulsan el éxito aquí. Las marcas tienen un desempeño relativamente bueno en salud y seguridad que, habitualmente, están bajo la lupa de los medios y los organismos regulatorios. Sustancias químicas también es un punto relativamente positivo, con un puntaje Pulse de 37, debido a las restricciones normativas; mientras que la gestión de desperdicios y agua, que reciben poca atención, obtienen 20 puntos. En áreas donde ya existe buena tecnología para abordar los problemas, se aprecian grandes diferencias: la brecha entre los cuartiles superiores e inferiores es de 58 puntos en energía, mientras que es de solo 12 en desperdicios. Estas brechas demuestran que es posible una enorme mejora utilizando tecnologías y prácticas actuales.

 

 

El objetivo debe ser común, coordinado y compartido

Para llevar a toda la industria al nivel de mejores prácticas visibles hoy en día, es posible realizar una serie de acciones inmediatas. Sin embargo, incluso si la totalidad de la industria se pusiera a la par de los líderes en mejores prácticas, no sería suficiente. Se necesitan acciones que van más allá de lo que pueden lograr las empresas individualmente para llevar colectivamente a la industria a otro nivel de mejoras de impactos. El desafío principal para alcanzar esta ambición no radica solamente en el compromiso y las acciones individuales, sino también en el liderazgo, la colaboración, la consolidación de recursos y la innovación. Muchas de estas ideas se harán prácticas solo con la adopción generalizada. No es suficiente que algunas marcas líderes o pioneros de la sustentabilidad muestren la validación del concepto. Se necesita un compromiso generalizado y participación coordinada de la industria como un todo. 

Gabriel Farías

Gabriel Farías

Gabriel Farías Iribarren -www.gabrielfariasiribarren.comes un profesional de la industria de la moda con una importante experiencia internacional en aprovisionamiento, compra y producción de textiles y accesorios en Latinoamérica, Europa, Asia y África. Gestor creativo y resolutivo, con enfoque estratégico y orientado a resultados, ha liderado importantes procesos de crecimiento empresarial y reducciones de costes. Autodidacta, muy curioso e inquieto desde muy temprana edad, ha combinado sus dos pasiones: el mundo corporativo y la moda.