Kering activa el método De Meo: acelerar procesos y reducir dependencia creativa
El nuevo consejero delegado de la compañía francesa de lujo prepara una reorganización a nivel global centrada en el cliente y en ganar agilidad, tras un diagnóstico interno sobre las debilidades y la situación de la empresa.
Kering entra en una nueva fase bajo la batuta de Luca de Meo. Sólo tres semanas después de haber asumido oficialmente el cargo, el nuevo consejero delegado del grupo francés de lujo ha convocado a varios centenares de directivos a una reunión global para detallar su hoja de ruta y “poner en orden de batalla” a los equipos, según avanzó La Lettre y confirmó la agencia AFP.
El encuentro, que se celebrará en formato de videoconferencia, tiene lugar después de que los ejecutivos del hólding hayan recibido un memorando interno redactado por De Meo durante el verano, antes incluso de su nombramiento oficial el 15 de septiembre. En el documento, el directivo italiano, que sustituye a François-Henri Pinault en la gestión diaria del grupo, establece un diagnóstico de la situación de Kering y propone “más de una decena de líneas de trabajo” para relanzar su actividad.
Entre las principales propuestas figura un giro estratégico para “volver a situar al cliente en el centro” y reducir la dependencia del peso creativo de las direcciones artísticas. Según La Lettre, De Meo considera que la visión de los diseñadores “es perfecta para el 20% de los productos más creativos y emblemáticos de una colección”, pero que “para el 80% restante, la pequeña marroquinería, el calzado y el prêt-à-porter comercial, debe aplicarse el sentido común de las industrias de gran consumo: entender con precisión las expectativas del cliente”.
La velocidad será otro de los ejes de la nueva etapa. De Meo pretende reducir a la mitad los tiempos de desarrollo de los productos, pasando del año habitual entre el diseño y la llegada a tienda a un plazo máximo de seis meses. La consigna, según el directivo, es “ganar en rapidez” y adaptar la estructura de Kering a un contexto global más competitivo y cambiante.
Kering busca velocidad y método bajo la nueva dirección de Luca De Meo
En el memorando, De Meo subraya además la necesidad de “racionalizar, reorganizar y reposicionar” algunas de las marcas del grupo, propietario de Gucci, Saint Laurent, Bottega Veneta, Balenciaga o Alexander McQueen. Además, el ejecutivo pretende continuar con el proceso de desendeudamiento. “La situación actual refuerza nuestra determinación para actuar sin demora”, afirmó el De Meo el día de su nombramiento el pasado 9 de septiembre. “Esto exigirá decisiones claras y firmes”, añadió.
El nuevo consejero delegado heredó un grupo presionado por la ralentización global del lujo y, sobre todo, por la caída de Gucci, que representa más de la mitad de las ventas de Kering. Con la dirección creativa aún en transición tras la llegada de Demna, la marca italiana ha perdido tracción comercial, lastrando la rentabilidad del hólding en los últimos ejercicios.
El nombramiento de Luca de Meo, exconsejero delegado de Renault y con una larga trayectoria en la industria automovilística, ha sido interpretado como una apuesta por la eficiencia industrial y la gestión de marca en un grupo que atraviesa su momento más delicado en una década. Tras varios trimestres de retroceso en Gucci y con el lujo europeo en fase de desaceleración, Kering encara ahora una reestructuración que aspira a equilibrar creatividad, negocio y ejecución.
El grupo de lujo francés acelerará los tiempos de desarrollo de los productos
El objetivo de De Meo, según fuentes del grupo, pasa por instaurar una disciplina operativa transversal que agilice las decisiones y unifique la estrategia de producto sin diluir las identidades de marca. En otras palabras, sustituir el modelo centrado en la “visión del creador” por una estructura capaz de leer los movimientos del consumidor global con la misma precisión que un fabricante de automóviles ante su mercado.
En el horizonte inmediato, el ejecutivo se enfrenta a la tarea de recomponer la confianza de los mercados. En 2024, el grupo redujo sus ventas un 4% y cerró el ejercicio con una caída de doble dígito en su beneficio neto. Kering, fundado en 1963 por François Pinault y controlado por la familia Pinault a través de su hólding Artémis, ha iniciado un proceso de revisión interna de su portfolio, con especial atención a Balenciaga y Bottega Veneta.