Opinión

Pensaba callarme pero…

Susana Frouchtmann

13 oct 2009

De verdad: no pensaba volver a hablar de moda porque, pese a que me ha quedado una notable sensibilidad hacia las formas, tejidos, colores así como hacia las múltiples maneras de vestir porque con ellas "comunicamos", el sector en España (salvo los dos monstruos sagrados, Inditex y Mango) se ha quedado casi en nada. Así que ¿para qué hablar de algo que apenas existe? ¿Para dar más caña de la que ya di hace cuatro años en mis dos últimos artículos publicados en El Periódico de Catalunya?

Retrocedamos, en el primero decía: que la industria se fue a la porra porque no se preparó a tiempo para competir en el Mercado Común; que la Administración destinaba ingentes cantidades de dinero a un festival (la Pasarela Gaudí) que sólo servía para que la prensa local se distrajera un ratito; para que los políticos se pasaran un rato por los desfiles y así hacerse unas fotos por la patria, y para que una empresa privada ganara unos cuantos milloncejos con el dinero del contribuyente.

Y lo segundo que dije, ya unos meses después, fue que ¡felicidades! por cerrar la parada. Así que cuando Modaes se puso en contacto conmigo proponiéndome una colaboración, pensé: ¡vaya!, al notable número de cabreados, porque suelo escribir lo que pienso (aunque antes me documento), si acepto, sumaremos otros cuantos y a este paso, en cuanto ponga un pié en la calle me soltarán un guantazo.

Pero ¿será que aún me queda la rebeldía y también la ingenuidad de creer que algún día haremos las cosas bien? Será, porque el caso es que acepté y, como ya me he comido una buena parte de mi columna exponiendo el porqué de mi colaboración, lo poco que me queda, es para contestar desde este foro a la pregunta que me siguen haciendo constantemente: "Pero oye, ¿Barcelona no ha perdido pistonada con la pérdida de la Pasarela Gaudí?, porque Cibeles bien que funciona, ¿no?" o "¿crees que se conseguirá algo con las pasarelas alternativas que han surgido?".

Pues no, no se conseguirá nada y Cibeles no funciona: Cibeles es una fiesta más de la capital del reino. Una fiesta de moda, eso sí, pero, detrás, tampoco hay industria, y compradores pocos y locales, y prensa internacional nada. "Entonces ¿Barcelona está obligada a rendirse sin más?": No.

To be continued.

Susana Frouchtmann

Susana Frouchtmann

Susana Frouchtmann. Periodista, escritora, asesora de Comunicación Cultural; experta en Relaciones Externas y Protocolo. Competencias que desarrollo a tanto a nivel nacional como internacional. Fui directora de Salones de Moda para la Fira de Barcelona y de la Pasarela Gaudí, de la que también fui cofundadora. En los años transcurridos desde que no ejerzo este cargo, el sector textil ha cambiado profundamente; un cambio que sigo con interés, expectante siempre.