Opinión

La salida de la crisis ¿Vista o no vista?

Patricia Eguidazu

9 may 2014

Cierto es que llevo tiempo sin escribir y que en parte ha sido por motivos personales. Sin embargo hace ya un par de meses que lo intentaba y no me venía la inspiración. La industria estaba pasando por una crisis creativa para mi gusto.

 

Sobrepasada la angustia por el consumo de los últimos seis años, las cosas han empezado a cambiar aunque sólo sea a nivel macroeconómico y, sin embargo, este pasado invierno ha sido ostrácico.

 

No había cambios, ya no se percibía esa lucha por la supervivencia, como si el comercio con la nueva corriente optimista esperase que todo volviese a su sitio por sí solo. Como si todos los agentes de la industria hubiesen acabado agotados de tanto luchar y ahora simplemente extenuados se hubiesen dejado llevar por unos momentos de “dulce espera”. Espera a que lleguen las buenas cifras a las calles, a que el consumo empezase a parecerse a lo que un día conocímos, y a que el empleo también en este sector se reactivase.

 

Pues con todo esto, no acababa de encontrar un tema interesante sobre el que escribir, ya no había ingenio, ni lucha desesperada, ni nuevos formatos que intentasen cambiar un rumbo que sólo la confianza del consumidor puede alterar.

 

Sin embargo con la llegada de la primavera, empecé a pasear y ví como las calles cambiaban.

 

Se había gestado poco a poco un cambio total de imagen en una de las principales áreas de retail en Madrid. Y no ha sido hasta esta mañana, con la llamada de un cliente que quería asesoría sobre cómo y dónde abrir un nuevo punto de venta, cuando me he dado cuenta de lo que había pasado.

 

Hace un mes se inauguró en la calle Serrano el nuevo y flamante buque insignia de Don Amancio. El flagship de Zara, como comentario cabe reseñar que lo del ladrillo “visto” para mi gusto ya está muy visto, y que el hecho de que se vean pero no se tenga acceso a las ventanas, aumenta la sensación de claustrofobia ostensiblemente. Pero las vistas del showroom al que sólo acceden algunos afortunados prometen y es una pena que Don Amancio no tenga problemas de liquidez porque sería un espacio estupendo para la celebración de eventos. Sin embargo él se puede permitir metros y metros cuadrados con funciones exclusivas sin tener que buscarles rentabilidades añadidas.

 

En paralelo a esta inauguración he observado que Don Isak también se ha encaprichado con la calle Serrano, así como algunas firmas internacionales que no tenían presencia directa en nuestro territorio.

 

Incluso la calle Ortega y Gasset perderá proximamente inquilinos como Louis Vuitton que se muda también a Serrano.

 

Estos movimientos son más de lo que parece, ya que enterrarán definitivamente a la calle Velázquez comercialmente hablando y rehacen el eje del retail de lujo de Madrid. Supongo que esto fue lo que hace años el alcalde reconvertido a ministro, visionó montando la que montó con sus dichosas obras.

 

Con esto, que es lo más emocionante que he encontrado en la industria actualmente, podemos intuir que los indicadores empiezan a funcionar de verdad, y que vuelve a ser importante para las marcas, incluídas las españolas, invertir en posicionamiento de imagen en su propio país. Un retorno de la confianza que espero se convierta en acontecimientos más excitantes el próximo otoño.

Patricia Eguidazu

Patricia Eguidazu

Patricia Eguidazu es licenciada en ADE por Cunef y Máster en gestión y promoción de empresas de moda por el Instituto Marangoni de Londres. Es profesora de nuevos proyectos de moda con especialización en marcas artesanas y a medida. Empezó su carrera especializándose en el lanzamiento de nuevas marcas a nivel internacional. Actualmente asesora a todo tipo de empresas de la industria de la moda en el estudio y la implantación de nuevas tendencias de comunicación y retail.

 

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