América: crecimiento y caída de la producción de moda al calor del gigante del consumo
El rol del continente americano en la moda recae principalmente en el consumo, liderado por Estados Unidos. Países como México, sin embargo, posicionan el territorio como un enclave en el mapa del aprovisionamiento de moda.
La industria internacional de la moda se mueve al ritmo de las tendencias del consumidor y, también, del sourcing. En los últimos seis años, el mapa internacional del aprovisionamiento ha entrado en crisis, con disrupciones como la pandemia, la crisis del Mar Rojo o la revolución arancelaria provocada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En este nuevo Insight, patrocinado por Sevica, Modaes analiza cuál es la situación actual del sourcing en moda, un sector que juega en un nuevo tablero con cambios geográficos, de medios de transporte y aduaneros.
Sourcing, el nuevo tablero mundial
El peso del América para la moda ha estado liderado siempre por la presencia norteamericana, el mayor mercado de consumo del mundo y meca de las empresas de moda en su conquista internacional. La diversificación de las cadenas de suministro, así como las tendencias de near y friendshoring, han actuado como palancas de otros países del continente para posicionarse en el mapa del aprovisionamiento de moda.
Desde México a Colombia, pasando por El Salvador o Guatemala, las economías de los países de Centro y Sudamérica beben tanto de su cercanía con Estados Unidos como de una tradición textil. En total, América cuenta con un Producto Interior Bruto (PIB) aproximado de 36,5 billones de dólares y una población de más de 1.000 millones de personas, ambos, sin embargo, distribuidos de forma desigual por territorios.
La moda tiene un peso del 6% sobre el total de las compras americanas, con importaciones por 319.000 millones de dólares
Según los datos del Atlas of Economic Complexity de la Universidad de Harvard, el total de las exportaciones del continente alcanzó en 2023 los 5,3 billones de dólares, suponiendo la moda en su conjunto (desde prendas confeccionadas y calzado a materias primas), un 1,9% del total. El peso se traduce en exportaciones de alrededor de 102.000 millones de dólares.
Los mismos datos apuntan a que el conjunto de países americanos compró al exterior bienes y servicios por un total de seis billones de dólares. La moda, con importaciones valoradas en 319.000 millones de dólares, tiene un peso del 6% sobre el total de todas las compras.
Gran parte de las exportaciones textiles americanas tuvieron como destino las tres grandes potencias del territorio: Estados Unidos, con un 37,8% del total; Canadá, con un 10,1%, y México, con otro 8,71%. China y Reino Unidos ocupan la cuarta y quinta posición, siendo destino de un 4,47% y 2,04% de las exportaciones, respectivamente.
El ‘made in America’ planta cara al arancel:
qué han hecho las empresas estadounidenses
El principal hub textil del continente desde el punto de vista productivo es México, con exportaciones textiles valoradas en 22.000 millones de dólares a cierre de 2023, y siendo su principal socio comercial Estados Unidos, que recibe un 92% del total. Le siguen, aunque muy de lejos, Canadá, con un 3,3%, o Guatemala y El Salvador, que copan un 0,45% y 0,31%, respectivamente.
La escalada arancelaria ha castigado con especial dureza a los dos países vecinos de Estados Unidos, tanto México como Canadá. En el caso mexicano, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un gravamen inicial del 30% sobre las importaciones de productos, por el momento de aquellos que no están incluidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (Tmec), que entraran en fronteras estadounidenses provenientes de su vecino del sur. El arancel se ha ido suspendiendo progresivamente, aunque todavía no se conocen los detalles sobre cuándo entrará finalmente en vigor.
Según datos del Gobierno mexicano, a cierre del primer trimestre de 2025 más de 500.000 personas trabajaban en la elaboración de productos textiles en el país, con un salario medio de 2.610 pesos mexicanos (121,7 euros) al mes. Junto a este incremento de los aranceles, los mayores costes productivos en el país, entre ellos, el sueldo de los trabajadores, han afectado en los últimos años a la producción de moda en México y la red de fábricas con las que trabajan las empresas estadounidenses en el país. A finales de septiembre, por ejemplo, el gigante del denim Wrangler, propiedad de Kontoor Brands, selló el cierre de cuatro de sus plantas en México después de 25 años operando en el territorio.
La moda en Colombia representa el 1,3% del PIB del país, exportando 1.000 millones de dólares a cierre de 2023
El Salvador, Guatemala o Colombia son otros núcleos en términos de aprovisionamiento para la moda en el continente americano, aunque muy por debajo de México. El Salvador, donde recientemente el gigante del reciclaje Recover ha anunciado una alianza para construir una planta, y Guatemala, donde el grupo industrial Nextil también ha puesto en funcionamiento una instalación, exportaron textiles valorados en 2.100 millones de dólares a cierre del ejercicio, siendo un 19% y 11% del total, respectivamente. Según datos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), la moda genera en Guatemala alrededor de 180.000 empleos directos e indirectos, mientras que en El Salvador emplea a 73.603 trabajadores directos y 200.000 indirectos, lo que representan el 43% de empleos en la industria del país.
En Colombia, por su parte, la moda representa el 1,3% del PIB del país y a cierre de 2023 el país exportó moda valorada en 1.000 millones de dólares, un 1,5% de todo su comercio con el exterior. Recientemente, la moda ha tomado un papel importante en la vida política del país, tras el anuncio gubernamental de su plan para eliminar los aranceles a las importaciones de hilos y fibras, con el objetivo de impulsar la industria nacional de la confección, mucho más fuerte que el textil.
Historia del comercio internacional textil:
el camino de los aranceles en la moda
En los tres casos, Estados Unidos es el principal cliente y destino de estas exportaciones, igual que sucede con México. Destaca, sin embargo, el caso colombiano, en el que la potencia estadounidense concentra algo menos de un 30% de las exportaciones de moda del país. Otros países productivos, como México precisamente, cuentan también con un peso relevante en la lista de clientes de la moda colombiana.
Respecto al arancel al que, por el momento, están sujetas todas sus exportaciones a Estados Unidos, gran parte de los países americanos comparten un gravamen de entre el 10% y 15%. La gran excepción es México, que aún está inmerso en un proceso de negociación con el país, lo que deja la puerta abierta para que otras potencias ganen peso en la lista de proveedores estadounidense, el gran consumidor mundial.