G-III supera previsiones en pleno fin de las licencias de Calvin Klein y Tommy Hilfiger
La compañía estadounidense ha cerrado el tercer trimestre del ejercicio con un beneficio neto de 80,6 millones de dólares, ventas de 988,6 millones y un recorte de 95% de su deuda, aprobando el primer dividendo de su historia.
G-III Apparel Group avanza en su estrategia de recuperación. En un trimestre todavía marcado por la salida progresiva de los negocios licenciados de Calvin Klein y Tommy Hilfiger, que regresan a PVH Corp, el beneficio neto ha descendido 29,8%, hasta 80,6 millones de dólares, pero el grupo ha superado las previsiones del mercado y ha saneado su balance con una reducción de 95% de la deuda frente al año anterior.
El beneficio por acción ajustado ha alcanzado 1,90 dólares, frente a los 1,61 dólares que anticipaban los analistas. El resultado incluye un impacto negativo de 2,4 millones de dólares en honorarios relacionados con una “oportunidad estratégica potencial” que no llegó a materializarse. De acuerdo con las fuentes citadas por el medio estadounidense WWD, esos costes estarían vinculados al interés del grupo por hacerse con parte del negocio de Marc Jacobs si la negociación entre LVMH y Authentic Brands Group hubiera prosperado.
Las ventas netas del grupo en el trimestre cerrado el 31 de octubre han caído 9%, hasta 988,6 millones de dólares, en línea con el retroceso del negocio de licencias con PVH. En su mejor momento, las actividades de Calvin Klein y Tommy Hilfiger llegaron a representar más de 1.500 millones de dólares en ventas mayoristas anuales. Este año rondarán 800 millones y están en fase de desaparición. G-III ha reemplazado ya alrededor de 70% de ese volumen.
Para compensar la salida de estas marcas, la empresa ha apoyado su crecimiento en los activos adquiridos a LVMH en 2016. DKNY se ha convertido en el mayor y más importante negocio del grupo, impulsado por una campaña de márketing con la modelo Hailey Bieber como imagen. Donna Karan, más orientada a una gama elevada, ha pasado en menos de dos años de estar en un segundo plano a contar con unos 1.700 puntos de venta en wholesale, con otros 200 previstos para primavera.
G-III se levanta del impacto del fin de las licencias de Calvin Klein y Tommy Hilfiger
Según el mismo medio, G-III espera que Donna Karan crezca 40% este año, con los accesorios ganando peso y precios medios cercanos a 500 dólares. Morris Goldfarb, presidente y consejero delegado del grupo, ha celebrado que la marca “ha superado las expectativas” de un negocio relanzado hace menos de dos años, gracias al trabajo con los archivos y al desarrollo y aprovisionamiento rápido de producto.
Karl Lagerfeld, también propiedad de G-III, ha ido consolidando su posición desde el fallecimiento del diseñador en 2019. Goldfarb ha señalado que el negocio probablemente se ha duplicado en los últimos seis años y que la empresa ha evitado cambios bruscos en el ADN de la marca, alejándose de los códigos de casa de lujoChanel y Fendi.
El grupo mantiene además un negocio relevante de licencias con Converse, Champion, Levi’s, Bcbg y otras marcas, mientras su red de retail propia está, en palabras del directivo, “a un minuto de la rentabilidad”. Una vez ajustado el modelo, G-III asegura contar con capacidad de inversión para aumentar con rapidez su número de tiendas.
Tras el desempeño del tercer trimestre, la empresa ha elevado sus previsiones para el conjunto del ejercicio. El impacto bruto de los aranceles en el año se estima en 135 millones de dólares, de los que unos 65 millones se han compensado con participación de proveedores, cambios de aprovisionamiento y subidas selectivas de precios.
Goldfarb ha avanzado que el grupo está cerca de firmar una nueva licencia y que dispone de recursos para realizar adquisiciones e invertir en sistemas. El consejo ha aprobado un dividendo trimestral, el primero en la historia de G-III, una decisión que el ejecutivo interpreta como señal de “comodidad y solidez” hacia el mercado.