Premios de la Moda, de toda la Moda
20 jul 2017
Días atrás tuve la oportunidad de asistir a la gala de los Premios Nacionales de la Moda, en la cual se entregaron los galardones correspondientes a 2016. Por lo que nos toca a los afines a la industria de cabecera, fue un placer ser testigo del merecido reconocimiento a Textil Santanderina, empresa que ha sobrevivido a todas las plagas de las últimas décadas con un modelo digno de ser estudiado en las universidades y con recetas de vigencia eterna. Asimismo, pudimos celebrar el premio a Dolores Cortés como la mejor pyme en el sector de la industria de la moda. Y aplaudimos con entusiasmo el ascenso de jóvenes valores del diseño y centros de formación, a la vez que reconocimos la espectacular trayectoria de Purificación García.
Hasta ahí todo normal. Pero lo de llevar un Smartphone apañado genera una fuerza incontrolable que te obliga a revisar lo que se publica a las pocas horas de finalizar el evento, y es lo que ahora traigo a colación con cierta desilusión. Dejando aparte honrosas excepciones, los medios generalistas, los económicos y principalmente los de tinte glamuroso relevan a las últimas tres líneas a los premiados con pedigrí industrial. Sigue primando la pasarela, el diseño de la prenda y el imaginario que termina en revistas de moda, relegando a buena parte de la cadena de valor textil al sótano de los columnistas, blogueros y demás escribanos de esta materia.
Aunque resulte difícil de comprender, muchos medios de comunicación no terminan de entender un mensaje que ya comparte todo el sector, y es que las industrias de la moda engloban todas las fases de un proceso complejo y variado. Resulta gratificante compartir unos minutos con el diseñador Modesto Lomba o con Charo Izquierdo, directora de la Madrid Fashion Week, y ver que entienden de modo nítido la cantidad de sinergias que existen entre todos los eslabones, reconociendo la importancia del proceso industrial en este mundo de la moda. Y lo mismo puede decirse con la administración, que comparte la importancia de tener un sector cohesionado. Pero esta idea no termina de calar en quienes tienen que informar al consumidor final.
Cuando se escribe sobre moda hay que tener presente dónde empieza la aventura de llevar la ilusión de vestir bien, y para tener una visión completa del sector hay que sentir la previa curiosidad de acercarse al inicio del proceso para entenderlo en su integridad. Algo que comprendió desde el primer momento un genio irrepetible como Cristóbal Balenciaga, conocedor de todos los secretos de los tejidos y costurero antes que fraile. Y luego, una vez asimilado este concepto, ya viene lo de ser articulista, columnista, youtuber, blogger, influencer o lo que cada uno quiera ser.

Manu Díaz
Otros artículos de Manu Díaz
Acuerdos que cierran fábricas
Productividad, horarios y Operación Triunfo
Industria, moda y humanidades
Cosa de hombres
Sabe aquel que ‘diu’…
Señores de la moda, tenemos sobrepeso ¿Y qué?
Herencia textil
Un país ‘low cost’
Acuerdos entre diferentes
El textil y los fondos de inversión
Artículos de otros autores

Fashion, Data and Robots

El nuevo normal era esto

La otra nueva Ruta de la Seda

La revolución empieza por las personas

Sobre las colaboraciones (o cómo no destruir tu propia marca)

Un nanosegundo en el metaverso

Selección natural en el sector textil, sostenible sí o sí

Una semana de la moda más red carpet que nunca

El ave fénix de la moda española

Las diferentes caras de un poliedro

La era digital del lujo en China

Innovación y creatividad para impulsar la sostenibilidad en la moda

Sostenibili.... ¿qué?

Modaes.es ha muerto, larga vida a Modaes

En el punto de mira

La generación Z y el metaverso son el ‘pack’ perfecto

Moda y arte: una relación de mutuo interés

Hermès y el MetaBirkin: infringiendo marcas en el metaverso

Más de la mitad

Tirando del hilo: la trazabilidad en el sector textil