Entorno

¿‘Made in USA’? La moda estadounidense frente al proteccionismo de Trump

El giro proteccionista de la Casa Blanca coge con el pie cambiado a la industria estadounidense  de la moda, una de las pioneras en la deslocalización y con una fuerza productiva diseminada por todo el planeta.

S. Riera

20 feb 2017 - 04:28

 

Estados Unidos pone fin a décadas de deslocalización industrial. De acentuarse el giro proteccionista del nuevo Gobierno de Washington, la política de globalización de las redes de aprovisionamiento actual dejaría de tener sentido. Tras décadas abanderando esta tendencia, la moda estadounidense puede ser uno de los sectores económicos del país más perjudicado por la nueva política del presidente Donald Trump. Después de años diseminando su fuerza productiva, Gap, Nike, VF Corporation o Levi Strauss podrían sufrir el impacto de un nuevo orden económico mundial en sus márgenes.

 

Una de las primeras acciones de Trump al llegar al Ejecutivo estadounidense fue salir del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TTP), un tratado de libre comercio que, entre otras muchas cuestiones, beneficiaba el aprovisionamiento de los grupos de moda de Estados Unidos en Vietnam y México. La industria vietnamita del textil ha ido tomando importancia en las redes mundiales de aprovisionamiento de los grandes de la moda y, en particular de las empresas estadounidenses.

 

Gap, por ejemplo, cuenta con 124 proveedores en Vietnam; Nike, con 82, los mismos que VF Corporation, mientras que Levi Strauss concentra en este país un total de 51. En el caso de México, la presencia de fábricas de los titanes estadounidenses de la moda es mucho más modesta. Gap, por ejemplo, tan solo cuenta con dos proveedores en el país norteamericano, y Nike con 18. VF Corporation suma en México hasta 43 fabricantes y Levi Strauss, 24.

 

 

China continúa siendo el país donde continúa concentrándose el músculo productivo, pero en los últimos años las redes mundiales de aprovisionamiento han ido extendiéndose a más países, en busca de costes más bajos, mayor proximidad, menos riesgos y más flexibilidad. Nike, por ejemplo, cuenta con una red de aprovisionamiento que suma alrededor de 663 fábricas en 42 países.

 

No obstante, hay diferencias importantes entre el peso de unas regiones u otras. China, por ejemplo, concentra el 25% del total de las fábricas, con un total de 170. Otras de las regiones con mayor número de factorías junto con Vietnam son Estados Unidos, donde tiene 63; Indonesia, con 43; Tailandia, con 31, y Sri Lanka, con 21. En el resto de países, el grupo cuenta con menos de veinte fábricas.

 

Gap, por su parte, suma alrededor de 885 fábricas en una treintena de países. El grupo estadounidense concentra sobre todo su producción en China, donde suma un total de 239 factorías, Vietnam e India, donde reúne un total de 107. El grupo de distribución de moda, el tercero mayor del mundo por detrás de Inditex y H&M, cuenta con una importante fuerza productiva en Asia, mientras que en el continente americano es residual.

 

 

VF Corporation gestiona su red de aprovisionamiento en 41 territorios. El grupo suma un cerca de 690 fábricas en todo el mundo, el 63% de las cuales se encuentran en Asia. En Norteamérica, la compañía concentra 109 fábricas; en América Central, con 31 y en Sudamérica, con 32. El resto de su músculo productivo se encuentra en Europa, África y Oriente Medio.

 

Levi Strauss, por último, suma cerca de 460 proveedores en 39 países. China es de lejos el principal país de origen de sus prendas vaqueras, aunque la compañía cuenta también con un elevado número de fabricantes en India, Vietnam, Camboya, Pakistán, Sri Lanka o Bangladesh.

 

 

‘Made in USA’

En paralelo al esfuerzo por derivar sus estructuras de compras al exterior, estos cuatro gigantes estadounidenses de la moda han asentado también cierta estructura fabril en su país de origen. Sin embargo, el peso del made in US en los gigantes de la moda del país es residual.

 

VF Corporation es el que agrupa un mayor número, con un total de 61 factorías en Estados Unidos, de las cuales tres son propias. Le sigue Nike, con 57 centros productivos locales, el 40% de todas las que tiene en el continente americano. Entre sus factorías estadounidenses, 44 son de confección de prendas de vestir, doce son de equipamiento deportivo y una es de calzado.

 

Levi Strauss, por su parte, tiene once, mientras que Gap, por último, suma quince en su país de origen. Su peso en el conjunto del continente americano es del 20%.