Empresa

Kering abre la era de ajustes con despidos y revisión estratégica en Alexander McQueen

Tras un nuevo trimestre a la baja, el grupo francés toma medidas en la compañía británica, con un plan de ajuste para volver a la rentabilidad en tres años que incluye el despido de un tercio de la plantilla de su sede londinense.

Kering abre la era de ajustes con despidos y revisión estratégica en Alexander McQueen
Kering abre la era de ajustes con despidos y revisión estratégica en Alexander McQueen

Modaes

Kering da el primer paso en su plan de reestructuración. Alexander McQueen, una de las marcas más pequeñas de su portfolio, ha anunciado la puesta en marcha de una revisión estratégica que incluye la eliminación de 55 puestos en su sede de Londres, alrededor de un tercio de la plantilla de oficina. El objetivo es devolver la empresa a la rentabilidad en un plazo de tres años.

 

La compañía británica ha iniciado ya el proceso de consultas laborales en Reino Unido, paso previo a la ejecución de los despidos, en el marco de un programa más amplio de simplificación de operaciones y reducción de costes. “Estamos comprometidos a apoyar a nuestros empleados durante esta transición”, ha señalado la firma en un comunicado al que ha tenido acceso WWD.

 

La noticia llega un día después de que Kering presentara sus resultados del tercer trimestre y confirmara una caída del 10% en sus ventas, hasta 3.415 millones de euros, en un periodo marcado por la transición estratégica liderada por Luca de Meo.

Aunque la compañía ha mejorado frente al retroceso del 15% del trimestre anterior, la evolución confirma que el grupo continúa por detrás del mercado en un contexto de desaceleración global del lujo.

 

 

 

 

Gucci, su marca estrella, ha vuelto a caer un 18%, hasta 1.343 millones de euros. Yves Saint Laurent ha retrocedido un 7% y Bottega Veneta ha resistido con un descenso leve del 1%. El segmento de “otras marcas”, donde se integra McQueen junto con Balenciaga, Brioni y las firmas de joyería, ha generado 652 millones de euros, un descenso del 5%.

 

McQueen es, por tanto, una de las marcas más pequeñas del grupo y lleva años sin alcanzar el nivel de rentabilidad de las firmas motorizadas del crecimiento de Kering. Incluso durante la etapa de Sarah Burton, heredera natural del fallecido diseñador fundador de la firma al frente de la dirección creativa, la marca no logró transformarse en un actor de lujo global. Desde finales de 2023, el relevo ha pasado a Seán McGirr, con el desafío de redefinir su identidad bajo presión financiera.

 

A diferencia de otras etiquetas en el pasado, como Stella McCartney o Christopher Kane, Kering ha decidido mantener McQueen en su cartera, apostando por su reestructuración interna. “Tenemos una estrategia clara para todas las marcas y la estamos ejecutando marca por marca, pero no hay planes de desinversión”, aseguró en julio Jean-Marc Duplaix, director general adjunto de operaciones y finanzas.

 

Los ajustes en McQueen son el primer movimiento visible de un plan más amplio que De Meo detallará en primavera de 2026, pero que ya está en fase de implementación. En septiembre, el directivo advirtió que el hólding tendría que “reducir deuda, recortar costes y, cuando sea necesario, racionalizar, reorganizar y reposicionar algunas marcas”.