Giorgio Armani nombra a Giuseppe Marsocci consejero delegado tras la muerte del diseñador

Giorgio Armani inicia una nueva etapa. El grupo italiano ha nombrado a Giuseppe Marsocci como nuevo consejero delegado, en sustitución del fundador y diseñador fallecido el pasado 4 de septiembre a los 91 años. La decisión, tomada por unanimidad por la Fundación Armani, busca asegurar la continuidad de la empresa y el modelo de gestión definido por el propio creador.

Marsocci, nacido en Turín en 1963, se incorpora de forma inmediata al cargo y al consejo de administración de la compañía. “Su experiencia internacional, conocimiento profundo del sector y del grupo, discreción y lealtad, junto con su cercanía al señor Armani en los últimos años, lo convierten en la elección más natural para garantizar la continuidad del camino trazado por el fundador”, ha señalado Leo Dell’Orco, presidente del consejo, a través de un comunicado.

El directivo cuenta con más de 35 años de experiencia en moda y lujo, 23 de ellos dentro del grupo Armani, donde desde 2019 ejercía como director general adjunto y director comercial global. La Fundación también ha confirmado que Silvana Armani, sobrina del diseñador, será nombrada vicepresidenta del consejo.

Antes de incorporarse a Armani en 2003, Marsocci trabajó en el grupo GFT de Turín, licenciatario de marcas de lujo como Valentino, Dior o Ungaro, y posteriormente en Fila Sport (HDP Group) como responsable de desarrollo internacional. En la compañía fundada por Giorgio Armani ha ocupado múltiples cargos de responsabilidad en Italia y en el extranjero, desde director comercial de Armani Collezioni hasta consejero delegado de la filial suiza. Durante una década, el ejecutivo fue igualmente máximo responsable de la oficina de Nueva York.

Giorgio Armani ha optado por un directivo de carrera interna para el cargo de consejero delegado

Entre 2014 y 2019, fue consejero delegado de las Américas, supervisando el negocio en Estados Unidos y Latinoamérica. Desde entonces, ha tenido un papel clave en la consolidación del grupo y en la expansión de su modelo de marca global.

En su primera declaración tras el nombramiento, Marsocci ha definido su misión como “un proyecto de extraordinaria importancia, de continuidad y de valorización de una de las marcas más prestigiosas del Made in Italy”. El ejecutivo ha reconocido que el objetivo es “exigente, en un mercado del lujo en plena transformación”.

El grupo ha precisado que el consejo de administración tomará su forma definitiva en las próximas semanas, una vez completadas las disposiciones del testamento. La prioridad, según el comunicado, ha sido asegurar una transición sin interrupciones en la dirección.

El nombramiento de Marsocci se enmarca en el proceso de sucesión diseñado por Giorgio Armani en vida. En su testamento, el diseñador estableció que la fundación que lleva su nombre gestionará el grupo, con el compromiso de mantener su control mayoritario y los valores fundacionales.

Pantaleo Dell’Orco dirigirá la transición como presidente de la Fundación

Según la voluntad del creador, pasados doce meses desde la apertura del testamento y en un máximo de dieciocho, la Fundación podría vender una participación inicial del 15% del grupo a LVMH, EssilorLuxottica o L’Oréal. Entre el tercer y quinto año, el porcentaje podría ampliarse hasta entre el 30% y el 54,9%, o bien contemplar una salida a bolsa en Italia (o en otros mercados equivalentes) entre el quinto y octavo año. Incluso en ese escenario, la Fundación conservaría al menos el 30,1% de la empresa para garantizar su control.

Pantaleo Dell’Orco, socio histórico de Armani y responsable de la división masculina, mantiene un papel clave con el 40% de los derechos de voto. En la estructura de la fundación también figuran Andrea Camerana, sobrino del diseñador, y los asesores Irving Bellotti (Rothschild & Co.) y la notaria Elena Terrenghi, encargada de la apertura del testamento. Roberta y Silvana Armani integran el comité de supervisión que velará por el cumplimiento de las directrices del fundador.