L’Oréal pone al frente de Lancôme a su exresponsable de innovación

L’Oréal coloca al frente de Lancôme a Vania Lacascade, hasta ahora responsable de innovación del grupo. La directiva asumió el cargo en julio, en sustitución de Françoise Lehmann, convirtiéndose en la encargada de pilotar el crecimiento de la enseña estrella de la división de lujo del grupo francés.

Con más de veinte años de experiencia en la industria cosmética, Lacascade ha trabajado en las categorías de lujo, mass market y dermocosmética, un recorrido poco común que le aporta una visión integral del negocio. Doctora en Farmacia y formada en la escuela de negocios Essec, la directiva ha desarrollado su carrera en la intersección entre ciencia, estrategia y márketing.

Su llegada a la presidencia global de marca coincide con un momento de fuerte competencia en el mercado de belleza de lujo y con el reto de mantener la relevancia de Lancôme frente a nuevos actores y marcas independientes. Lacascade se marca como objetivo reforzar la innovación y ampliar el peso de la tecnología y la personalización en la estrategia de la marca.

A lo largo de su dilatada carrera, la ejecutiva ha ocupado diversos puestos de responsabilidad determinantes en el sector. El primero coincidió con su traslado a China en 2012, cuando la división de gran consumo de L’Oréal se enfrentaba a la transformación digital y al auge de las marcas asiáticas de belleza.

L’Oréal asciende a Vania Lacascade a la presidencia global

Cuatro años más tarde, Lacascade se incorporó a Lancôme como responsable de la categoría de cuidado de la piel, cargo en el que trabajó en estrecha colaboración con los equipos de investigación avanzada. En su última etapa, la dirigente ha estado al frente de la estrategia global de innovación de L’Oréal, en la división de I+D para todas las marcas del grupo.

El nombramiento de Lacascade pretende consolidar la posición de Lancôme como referente en innovación, combinando ciencia y tecnología. La directiva considera que el futuro de la belleza pasa por la personalización y por soluciones basadas en datos, y quiere ampliar el uso de inteligencia artificial y diagnóstico avanzado para adaptar productos y rutinas a cada consumidor.

Con esta nueva etapa, L’Oréal busca consolidar el crecimiento de su enseña insignia en el negocio de lujo y reforzar su posición en las categorías de cuidado de la piel, fragancias y maquillaje, donde la competencia con grupos como Estée Lauder, Shiseido o Puig es cada vez más intensa.

L’Oréal arrancó 2025 con buen pie al batir previsiones en el primer trimestre. El grupo francés de cosmética registró en el periodo ventas de 11.734 millones de euros, un 4,4% más, con crecimiento en todas sus divisiones y regiones salvo Norteamérica, donde las ventas cayeron un 1,4% en un contexto marcado por nuevos aranceles de Estados Unidos. Por su parte, Europa se mantuvo como su mayor mercado, con alzas del 4,9%, mientras la división de lujo lideró el avance con un incremento del 7,3%.