El lujo ‘ata’ su ‘know how’ con una nueva oleada de compras de proveedores
Pese a que la industria del sector del lujo se encuentra en un momento de debilidad en sus ventas, los gigantes del sector toman posiciones en empresas del inicio de su cadena de valor, de curtidurías a empresas de punto.


Aunque sean épocas de vacas flacas para la industria del lujo, una nueva oleada de inversiones recorre el sector. Más allá de operaciones corporativas con marcas que llegan al consumidor final, ahora es el turno de las manos que hacen el lujo. En lo que va de año, la industria internacional del lujo ha dado lugar a una nueva oleada de compras de proveedores.
Si la industria de la moda tiende a romper con la verticalización, el lujo ha avanzado en los últimos años en sentido contrario. Como una forma para proteger su valor más preciado (el producto), los gigantes internacionales del lujo toman participaciones o se hacen con el cien por cien de proveedores, en un camino hacia convertirse en los únicos dueños de un determinado proceso o de proteger estos pequeños talleres o industrias del cierre y asegurar su supervivencia.
La última de los grandes de la moda en mover ficha ha sido Prada. A principios de junio, el grupo italiano anunció la adquisición de un 10% del curtidor de lino Rino Mastrotto. La empresa dio a conocer la transferencia de dos de los productores de su cartera a Renaissance Partners, fondo propietario de la compañía, para financiar la operación.
A pesar de que no se ha dado a conocer el importe total, el grupo italiano informó que la financiación de la operación se llevará a cabo a través de una transferencia de dos empresas al actual dueño de la curtiduría, el fondo de inversión que pertenece a Renaissance Partners.
La inversión en Rino Mastrotto supone para Prada la continuidad del refuerzo del control “sobre una fase estratégica del proceso de producción”, según destacó el presidente del grupo italiano, Patrizio Bertelli, en un comunicado.
LVMH, por su parte, reforzó en mayo el control sobre la compañía catalana Riba Guixà. El conglomerado francés del lujo elevó su presencia en la artesanía española, reforzando el control sobre una de sus últimas adquisiciones dentro de la cadena de valor española.
Para ello, el grupo galo revocó los poderes como apoderados a la cuarta generación de la familia fundadora de Riba Guixà, medio año después de nombrar a Andrea Bertolini como consejero delegado de la compañía.
Riba Guixà es una curtiduría catalana con más de noventa años de historia que, desde entonces, forma parte de la cartera de LVMH Métiers d'Art, la empresa del conglomerado francés dedicada a la artesanía, desde 2015. El conglomerado francés entró en el capital de Riba Guixà al hacerse con un 20% de la compañía, convirtiéndose en una de las primeras operaciones llevadas a cabo por LVMH Métiers d'Art.
LVMH ha elevado su presencia en la artesanía española reforzando el control sobre Riba Guixà
Kering, por su parte, se ha reforzado en el sector de la óptica. A principios de abril, el grupo francés propietario de Gucci anunció la firma de un acuerdo con dos fabricantes italianos de material óptico: Visard y Mistral. La operación, que se realiza a través de Kering Eyewear, supone la compra del 100% de Visard y la adquisición de una participación minoritaria de Mistral (aunque con opción de compra sobre el cien por cien en 2030).
Visard y Mistral, fundadas en 1985 y 1991, respectivamente, están basadas en la región italiana de Belluno y están especializadas en la fabricación de gafas de sol y monturas ópticas. Hasta ahora, ambas empresas eran proveedoras de Kering Eyewear.
La apuesta por la curtiduría italiana cada vez es mayor. En marzo, Chanel anunció la inversión en la empresa Leo France, propiedad de la familia Pinazauti y adquirió un 20% de su capital.
Hacía tiempo que los rumores sobre la posible transacción circulaban, pero fue a través de las informaciones publicadas en el registro mercantil cuando la operación se confirmó finalmente. Leo France es conocida por ser uno de los principales fabricantes de accesorios de moda y pequeñas piezas metálicas para bolsos y ropa de piel.
La adquisición de Leo France por parte de Chanel no es la única de la maison francesa, que ya acumula diversas participaciones como las empresas de cuero Mabi y Renato Corti, la hilandería Caraggi o las fábricas de calzado Roveda o Nillab manifatture.
A principios de 2025, Richemont, el gigante suizo del lujo, propietario de marcas como Montblanc y Cartier, amplió su cartera de marcas con la adquisición del grupo italiano Miles Group. Richemont, que opera principalmente en el segmento de la joyería y relojería, adquirió un 85% del capital de la compañía italiana de punto, alzándose así con una participación mayoritaria.