Entorno

Scrap: el Gobierno publica, por fin, el Real Decreto entre las críticas del sector

Poca “profundidad”, “incoherencia” y falta de “maduración” son algunas de las opiniones de empresas, organismos y entidades del sector sobre el texto, que llega dos meses tarde y que se ahora ahora un proceso de consulta pública. 

Scrap: el Gobierno publica, por fin, el Real Decreto entre las críticas del sector
Scrap: el Gobierno publica, por fin, el Real Decreto entre las críticas del sector

Pilar Riaño/ Celia Oliveras

El Real Decreto que debe regular la recogida y posterior gestión para la moda en España ve, por fin, la luz. Con más de dos meses de retraso respecto a las previsiones, el Ministerio de Transición Ecológica sacó el martes a exposición pública el documento, de manera que no conseguirá una aprobación definitiva hasta finales de 2025 o 2026, mientras las empresas avanzan en su organización para prepararse para la nueva normativa. En un primer análisis, todas las fuentes consultadas por Modaes, tanto empresas afectadas como entidades representativas, coincidían en señalar que el documento presenta grandes lagunas.

 

Falta de “maduración” y de “profundidad”, “incoherencia”, ausencia de referencias a la industria o “desconocimiento del sector” son algunas de las críticas que ha generado en el sector el documento, que desde el martes está siendo analizado en profundidad por entidades como Re-viste o Gerescal (los dos sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor constituidos formalmente hasta la fecha), asociaciones y empresas.

 

En el sector preocupa, por ejemplo, la obligación de que las tiendas deban reservar espacio para la venta de prendas de segunda mano o que los productores no deban gestionar sólo el residuo textil correctamente depositado en los contenedores, sino también los incluidos en la fracción resto.

 

El pasado viernes, el Gobierno hizo llegar al Consejo Asesor de Medio Ambiente del Ministerio de Transición Ecológica un primer borrador del Real Decreto y el organismo se reunió el lunes para analizarlo. Sólo un día después, el Real Decreto salió a exposición pública y estará abierta a comentarios hasta el próximo 4 de septiembre.

 

 

 

 

Antes, sin embargo, el Ministerio abrió un periodo previo de consultas por el cual recibió 214 comentarios de 27 entidades o personas, como Arte, Re-viste, Gerescal, la Ceoe, Anged, el Consejo Intertextil Español (CIE) o la Generalitat de Catalunya a través de la Agència de Residus de Catalunya. Para formular sus comentarios, estas entidades no pudieron ver un borrador, de manera que ha sido esta semana cuando han podido acceder al redactado final.

 

El Real Decreto genera dudas por su impacto en las pequeñas y medianas empresas (pymes) y por su aplicabilidad en el conjunto del sector sector, cuya única opción es ya presentar sus alegaciones antes de principios de septiembre, aunque diversas fuentes consultadas por Modaes señalan que lo harán con “poca esperanza”, pues la voz de las empresas del sector ha sido “poco escuchada” hasta ahora por el Ministerio.

 

¿Cuáles son los principales puntos calientes del Real Decreto? El primero y que levanta más críticas es la obligatoriedad de tener un espacio reservado para el reciclaje en los locales comerciales de más de 400 metros cuadrados. Esto, en la práctica, impactará en el espacio de venta de las empresas.

 

 

 

 

“Desde el 1 de enero de 2028 los comercios que vendan productos textiles o de calzado y dispongan de una superficie útil para la exposición y venta al público igual o superior a 400 metros cuadrados, adoptarán las medidas necesarias para informar a sus clientes en un lugar destacado del propio establecimiento” sobre aspectos como “obligaciones del consumidor en lo referente a la separación de los residuos de productos textiles y de calzado” e “información sobre la disponibilidad en el comercio de productos de segunda mano”.

 

En otro punto del documento se recoge la obligatoriedad de “incorporar un espacio de venta de productos textiles o de calzado procedentes de preparación para la reutilización en el caso de los establecimientos de superficie mayor a 400 metros cuadrados”.

 

Otro factor crítico, según voces del sector, es la “obligación de financiar los costes asociados a la gestión de los residuos de textiles, relacionados con el textil o de calzado presentes en la fracción resto o en otras fracciones de residuos mezcladas, que se recupera”. De este modo, las empresas serán responsables de gestionar no sólo el residuo que se recoja en los contenedores dedicados a textil, sino también el residuo que no haya sido correctamente depositado.

 

“El Decreto Ley pone mucho énfasis en la recogida, pero no tanto en la valorización que, en el fondo, es la clave porque ¿de qué sirve recoger si luego no está claro cuál será el siguiente paso?”, se lamenta el directivo de una gran compañía. La generación de nueva materia prima a partir del reciclaje es una de las claves de la transformación sostenible del sector.

 

 

 

 

La ambición de los objetivos fijados en el Decreto Ley es otro punto caliente. “A fin de avanzar en la reducción de la cantidad de los residuos de productos textiles y de calzado, se establecen los siguientes objetivos de prevención, que deberán cumplirse a nivel estatal: lograr una reducción del peso de los residuos de productos textiles y de calzado del 5% en 2030 respecto a los generados en 2027 y lograr una reducción del peso de los residuos de productos textiles y de calzado del 10% en 2035 respecto a los generados en 2027”, detalla el documento.

 

Deberán cumplirse en todo el territorio del Estado los siguientes objetivos de recogida separada de residuos de productos textiles y de calzado posconsumo: en 2030, al menos el 50% de los residuos generados y en 2035 al menos el 70% de los residuos generados”, detalla el documento. “Deberán cumplirse, en el ámbito de todo el territorio del Estado, los siguientes objetivos de preparación para la reutilización: en 2030, al menos el 20% en peso de los residuos procedentes de recogida separada y en 2035, al menos el 35% en peso de los residuos procedentes de recogida separada”, agrega.

 

Según fuentes del sector, la exigencia a los productores de hacerse responsables tanto de la recogida selectiva como de la fracción resto desincentiva, en la práctica, el reciclaje. Por otro lado, “si el objetivo es recoger lo máximo posible, el objetivo de reutilización es alto”, señalan.

 

 

 

 

El Real Decreto hace también un guiño a la conocida como Ley anti Shein, que a principios de junio fue aprobada por el Senado francés y que busca regular el negocio de los grandes operadores extranjeros de la moda ultra rápida, teniendo en cuenta no sólo el volumen de prendas que ponen en el mercado sino, sobre todo, la frecuencia con que lo hacen.

 

Así, la cuantía a la que deberá hacer frente cada empresa estará “modulada en función de los requisitos de ecodiseño adoptados conforme al Reglamento (UE) 2024/1781 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 13 de junio de 2024, que sean relevantes para la prevención de residuos de productos textiles y de calzado y para su tratamiento en línea con la jerarquía de residuos y la correspondiente metodología de medición para aquellos criterios adoptados conforme a este Reglamento u otra normativa de la Unión que establezca criterios armonizados de sostenibilidad y métodos de medida para productos textiles y de calzado, y que asegure la mejora de la sostenibilidad medioambiental y circularidad de estos productos”.

 

Pero “la contribución financiera se modulará también teniendo en cuenta aquellas prácticas empresariales de moda rápida y ultrarrápida que lleven a la sobregeneración de residuos de productos textiles y de calzado mediante factores como la cantidad de productos introducidos en el mercado por productor y unidad de tiempo o la frecuencia de renovación y número de productos de las colecciones de productos textiles y de calzado introducidas en el mercado”, detalla el Real Decreto.