Puma divide su negocio directo al consumidor y nombra a Ronald Reijmers vicepresidente global

Puma divide sus secciones. La empresa alemana de ropa y calzado deportivo ha dividido el negocio de venta directa al consumidor en dos áreas de enfoque independientes, retail global y comercio electrónico global, y ha nombrado para la primera a Ronald Reijmers como vicepresidente global de ventas, en relevo de Erik Janshen, quien ha decidido dejar la empresa para asumir nuevos retos profesionales fuera del grupo, según ha informado Puma en un comunicado.

Reijmers asumirá el cargo el 1 de noviembre y reportará directamente al director comercial del grupo, Matthias Bäumer. “Ronald es un líder altamente experimentado, con un sólido historial en la industria, que aportará un profundo conocimiento global en estrategia y operaciones retail, y nos ayudará a reforzar el impulso en nuestro canal minorista mundial”, ha señalado el directivo. Puma ha precisado que anunciará próximamente quién estará al frente de su canal global de comercio electrónico.

Reijmers supervisará el desarrollo de las tiendas y outlets de la compañía en todo el mundo. El directivo acumula casi tres décadas de experiencia en la industria del deporte, con cargos de liderazgo en estrategia y gestión retail en Nike, Adidas y, más recientemente, Gymshark.

Puma registró números rojos en el primer semestre de 2025 y prevé seguir a la baja para el conjunto del ejercicio

Esta división del negocio forma parte de la estrategia de Puma para acelerar su crecimiento y afinar su estructura organizativa, según el comunicado difundido por la empresa.

Puma registró pérdidas de 246,6 millones de euros en el primer semestre de 2025, frente al beneficio de 129,3 millones del mismo periodo del año anterior, y una caída del 1% en sus ventas. La compañía ya ha anticipado que cerrará el ejercicio también en negativo y ha recortado sus previsiones de facturación.

Las acciones de Puma repuntaron un 5% en septiembre ante los rumores de una posible adquisición por parte de Adidas. Semanas antes, los Pinault, históricos accionistas del grupo, sondearon la venta de su participación del 29% en la empresa, presionados por la evolución negativa de Kering, aunque finalmente la operación no se materializó.