Benetton, fin a un modelo histórico: escinde el ‘brick’ y se aleja de la integración vertical
La compañía, que durante años ha representado el made in Italy industrial, está inmersa en un plan de reestructuración desde que Claudio Sforza asumió la dirección del grupo con el objetivo de alcanzar la rentabilidad en 2026.
Benetton, ante un cambio histórico para el grupo. La compañía italiana, que empezó a operar como un gigante industrial para pasar a convertirse también en una marca de moda, una de las primeras en dar la vuelta al mundo, dice adiós definitivamente al modelo de integración vertical. La empresa, con Claudio Sforza al frente desde hace más de un año, se estructurará en siete sociedades diferentes que gestionarán desde la red de tiendas, el diseño o la red de distribución.
Tal y como ha avanzado hoy Milano Finanza, Benetton ha dividido sus activos y funciones empresariales en siete nuevas sociedades, dependientes de un hólding, que mantiene el histórico nombre de Grupo Benetton y centralizará las funciones de dirección financiera y jurídica. De esta emana Retail Omnia Network, que gestiona a su vez tanto las tiendas italianas en propiedad del grupo (agrupadas bajo Retail Italia Network) y los establecimientos del extranjero.
Del hólding también dependen tanto las sociedades creadas para gestionar los negocios minoristas en Turquía, India, Corea y Japón, así como otra nueva sociedad, Property 357, que agrupará los activos inmobiliarios del grupo. Estos incluyen desde la sede central de Benetton en Villa Minelli, Fabrica, el centro de investigación del grupo, y otros terrenos e inmuebles de la compañía en Italia.
Benetton espera volver a beneficios a cierre del ejercicio 2026
De esta forma, el grupo ha escindido así sus propiedades inmobiliarias del resto del negocio, lo que permitiría a la compañía vender parte de los mismos y reducir la deuda del negocio, tal y como está haciendo Kering desde finales del año pasado. Benetton puso en marcha también en 2024 un plan de reestructuración para contener las pérdidas, que a cierre del ejercicio se situaban en 230 millones de euros.
Como parte de este plan, Benetton ha llevado a cabo en el último año el cierre de los centros de producción de Túnez, Croacia y Serbia, a la vez que en Italia ha trasladado a los trabajadores de la planta de Ponzano Véneto a la de Castrette di Villorba, además de reducir tanto su plantilla como parque comercial en todo el mundo. El objetivo de Sforza pasa que, tanto a través de la externalización de parte de la producción, como esta división dentro del grupo, la compañía vuelva a anotar números negros a cierre del ejercicio fiscal 2026.
Otras sociedades originadas tras la escisión son Green 347, que gestionará las marcas del grupo y también estará dirigida por Sforza, Benetton Operations, que se encargará del diseño, el márketing y la comunicación de producto, Benetton Distribution, que engloba las actividades de distribución, incluyendo franquicias, Benetton Logistics y Benetton Ecommerce, que agrupan almacenes y logística y el negocio online, respectivamente.
Pese a que Benetton lleva años languideciendo, fue a finales de 2023 cuando Luciano Benetton, cofundador de la compañía, dimitió como presidente ejecutivo tras años en el cargo, y desvelando un “agujero” financiero en el grupo de más de 100 millones de euros. En ese momento, la compañía decidió destituir a su consejero delegado, Massimo Renon, lo que dio entrada a Scorfa en la compañía.