Barcelona: turismo, negocio internacional y rentas disparadas en la ciudad de las mil caras
La mezcla de culturas, estilos y gustos ofrece a la ciudad un aire juvenil y renovado, que combina con un público más clásico, y que da espacio a operadores internacionales, pero también a propuestas locales y alternativas.
Las ciudades son el terreno de juego de la moda. Operadores grandes, medianos y pequeños y empresas de gran distribución, de lujo o canal multimarca pintan las calles y barrios de las urbes españolas. La serie Ciudades, el playground de la moda analiza el tejido comercial de diferentes ciudades españolas, adentrándose en aspectos cómo las características urbanísticas de cada ciudad, el perfil sociodemográfico de los habitantes de cada urbe y los principales comercios de cada población. De la mano de Momad, Modaes recorre España calle a calle.
Ciudades, el playground de la moda
Su imponente arquitectura, con Antoni Gaudí como máximo exponente; su apertura al mar; su diversidad social, de barrios, de ambientes y de culturas: todo confiere a Barcelona un encanto peculiar que no pasa desapercibido ni entre los millones de turistas que la visitan cada año ni entre los inversores o trabajadores extranjeros que la eligen como hogar, aunque a menudo temporal. En cuanto a la moda, mientras sigue habiendo espacio para lo clásico, y también para las grandes cadenas, la ciudad de las mil caras se defiende como contemporánea y cosmopolita con nuevas propuestas en cada esquina.
Barcelona se alza un año más como uno de los mercados más fuertes y consolidados de Europa, con un crecimiento del consumo y de la exposición internacional. A la vez, la capital catalana también acusa una de las masificaciones más altas a nivel mundial. Sus 1,7 millones de habitantes conviven con los 20,37 millones de turistas que la visitan cada año, con un poder adquisitivo más alto que la media (de 43.055 euros anuales, según la Agencia Tributaria) y que contribuyen a encarecer los servicios, en general, y las rentas, en particular.
El encarecimiento no se traslada solamente a las rentas de las viviendas, sino que también tiene un impacto significativo sobre los locales comerciales, especialmente los estratégicamente ubicados. Según datos facilitados por la directora de retail ocupantes de Cbre, Susana Elhombre, Barcelona cuenta con una oferta de más de 430.000 metros cuadrados de superficie comercial en el ámbito del high street, repartida en más de 740 locales. Estas ubicaciones, consideradas prime por su ubicación estratégica, han visto incrementadas sus rentas un 7% si se compara con el año anterior.
El gerente comercial de Ifema Madrid, Juan José Estévez, erige Barcelona como un lugar con “una fuerte tradición textil y comercial, con un ambiente moderno, alternativo y juvenil que convive de forma muy natural con lo clásico”. Esto genera “un ecosistema diverso, donde tienen cabida tanto firmas históricas como proyectos de diseño independiente, propuestas sostenibles y marcas internacionales”. Por otra parte, “el peso del diseño local, las escuelas de moda y los eventos del sector contribuyen a que la ciudad sea un referente creativo”, explica.
En cuanto al multimarca, más concretamente, la ciudad “lo acoge de forma positiva especialmente cuando ofrece una propuesta diferenciada y alineada con la mezcla de estilos que caracteriza la ciudad”. La combinación de marcas consolidadas con selecciones más contemporáneas o alternativas “encuentra un buen encaje, ya que el consumidor barcelonés valora tanto la calidad como la originalidad”. Con una competencia elevada, “los conceptos resaltan por su identidad y experiencia en tienda”.
En este sentido, Santa Eulalia es una de las tiendas multimarca de moda de lujo más longevas de Barcelona, situada en pleno Paseo de Gracia, y cuya historia comenzó en 1843. Su presidente, Luis Sans, considera que “la distribución multimarca se ha ido reduciendo en los países occidentales”, pero que “los comercios que quedan están demostrando una gran resiliencia”. Este fenómeno se debe a una “base importante de clientes que prefieren comprar en un entorno multimarca porque en un mismo espacio pueden encontrar variedad de estilo y precio”, además de que pueden “encontrar marcas que no conocían”.
Luis Sans (Santa Eulalia): “El multimarca debe estar atento a las tendencias y anticiparse”
Con un sector muy competitivo y ante el auge de las marcas de moda que ponen en marcha sus propias tiendas, fenómeno “que disminuye el espacio del multimarca”, el reto pasa por “estar atentos a las tendencias de moda y anticiparse a lo que buscan los clientes”, apunta el propietario de Santa Eulalia. En general, para Sans, “los negocios que continúen ofreciendo aquello que el público quiere, lo hagan con profesionalidad y sepan tejer complicidades con sus clientes, tienen un gran futuro”.

Arantza Serna es propietaria y fundadora de Auka, un multimarca que también incluye oferta propia a través de su marca. Con 25 años de trayectoria en Auka, ubicada en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi (en la zona alta), Serna considera que “el multimarca continúa siendo atractivo para el cliente”. Pero advierte de lo dañinos que pueden ser “las rebajas y los descuentos constantes”. Y sentencia: “no podemos quitar valor a nuestro producto, no tenemos que sucumbir”.
“El multimarca ofrece una sorpresa cada vez que agarras una percha”, sostiene Serna. “El cliente se da cuenta de que un experto ha hecho una gran selección para él”, añade. Considera que Barcelona es “una ciudad abierta al mundo, con una clientela que encaja mucho en el multimarca, que valora la artesanía que viene de otros lugares”. Asegura que el multimarca funciona “para un público inquieto, que busca conocer más”, y que “todavía queda espacio para más negocios” de este estilo. Por delante, varios retos: “acercarse al público joven con variedad, un lenguaje propio y personalidad”.
Barrios con potencial
Estibaliz Parra, directora nacional de high street en BNP Paribas Real Estate, apunta hacia una nueva tendencia, resultado de la tensión de las rentas en los ejes prime de la ciudad. Está produciéndose un “desplazamiento natural de la demanda hacia zonas de alta visibilidad” como puede ser Rambla Catalunya y tramos estratégicos de l’Eixample, “donde las rentas mantienen un crecimiento más moderado, pero estable”. Asegura que, en los ejes prime, la mayoría de los movimientos responden a “estrategias de reposicionamiento, renovaciones o ajustes de superficie”.
BNP Paribas Real Estate también habla de otros ejes que se posicionan como una alternativa más razonable a las ubicaciones prime. El Born, por ejemplo, “experimenta un crecimiento sostenido, apoyado en concept stores, moda independiente, diseño y comercio lifestyle”. Por otra parte, la “transformación urbana” de Sant Antoni dota al barrio de un atractivo ante “operadores de moda contemporánea”, por ejemplo. El Poblenou “concentra un interés creciente por parte de marcas emergentes y operadores digitales que buscan su primera tienda física o showrooms híbridos”. Sin ir más lejos, Nude Project tiene su sede en el barrio.
Parra defiende que “Barcelona se mantiene como un mercado altamente receptivo para el retail” y, concretamente, para el multimarca. “Aunque este tipo de operador no suele ubicarse en los tramos más prime por criterios de rentabilidad, obtiene un desempeño notable en zonas como Born, Gracia, Sant Antoni o Eixample, donde el consumidor valora la variedad del producto, la diferenciación y la experiencia de compra”, asegura. Según la responsable, este tipo de propuestas “seguirán teniendo un papel clave en barrios con identidad fuerte, alto tráfico cualitativo y sensibilidad hacia el diseño y la moda independiente”.
Por su parte, el director de retail high street en Savills Barcelona, Daniel Jiménez, pone el foco en “el giro brutal” que ha experimentado la disponibilidad en los ejes prime en los últimos 18 meses, pasando de una media del 8% a oscilaciones de entre el 3% y el 5%. “El retail está en un buen momento, con muchas marcas nuevas intentando abrir en la ciudad, desde internacionales sin presencia en España hasta nuevos conceptos nacidos en el canal online”, sostiene.
Para Jiménez, “en general, el formato multimarca tradicional está perdiendo peso”. Sin embargo, las tiendas independientes especializadas, “con buen producto, concepto diferenciado o nicho claro”, pueden encontrar en Barcelona oportunidades, especialmente en calles consolidadas o “en segmentos de moda alternativa, sostenible o vintage”.
Cada calle, una renta
Según el último informe High Street 2024 de Aretail y Gesvalt, en la calle Pelai de Barcelona la renta media para un establecimiento de hasta 100 metros cuadrados de superficie oscila entre 170 euros y 220 euros al mes por metro cuadrado. Para locales de entre 101 y 300 metros cuadrados, las rentas mensuales oscilan entre los 100 y los 140 euros el metro cuadrado. La renta va menguando a medida que aumenta la superficie: para un local de más de mil metros cuadrados, el alquiler ronda entre 30 y 40 euros el metro cuadrado.
En la avenida Diagonal, las rentas son algo más contenidas. Para locales de hasta 100 metros cuadrados de superficie, la renta media oscila entre 80 euros y 90 euros el metro cuadrado: para locales de hasta 300 metros cuadrados, el alquiler por metro cuadrado se sitúa entre 60 euros y 80 euros. Para locales de superficie superior a 100 metros cuadrados, el alquiler por metro cuadrado se sitúa entre 38 euros y 40 euros.
En Portaferrissa, la renta por un local de hasta 100 metros cuadrados de superficie asciende a entre 100 euros y 120 euros el metro cuadrado. Hasta 300 metros cuadrados, el alquiler por metro cuadrado se sitúa entre 74 euros y 90 euros. Para locales más grandes, de superficie superior a mil metros cuadrados, el alquiler oscila entre 26 euros y 30 euros el metro cuadrado.
En la Rambla de Catalunya, un local de hasta 100 metros cuadrados de superficie puede alcanzar un alquiler por metro cuadrado de entre 150 y 200 euros. Para locales más grandes, de hasta 300 metros cuadrados, la renta se sitúa entre 90 euros y 110 euros el metro cuadrado. En este caso, para los locales de mayor superficie (superior a 1.000 metros cuadrados) el precio medio por metro cuadrado se sitúa entre 30 euros y 40 euros al mes.
Y, por último, en Paseo de Gracia los precios se disparan sensiblemente. Un local pequeño, de hasta 50 metros cuadrados, implica una renta de entre 500 euros y 600 euros el metro cuadrado al mes. Eso supondría alrededor de 27.500 euros de alquiler mensual. Para un establecimiento de hasta 100 metros cuadrados, la media por metro cuadrado asciende a entre 350 y 400 euros. En este caso, para locales de superficie superior a 1.000 metros cuadrados, el precio ronda entre 70 euros y 120 euros por metro cuadrado.
La disponibilidad, por su parte, sigue bajando. Según los datos de Cbre, se sitúa ya en el 4,19%, mientras que el año pasado era del 4,55%. Las tres calles con menor disponibilidad son la Rambla Catalunya (2,98%); la Avenida Diagonal (3,2%) y Paseo de Gracia (4,32%). La moda representa un 39% del total de nuevos operadores que entran a la ciudad, seguida de los accesorios, que copan un 18%. En el caso de la moda y los accesorios, el 70% de los operadores son internacionales, mientras que solamente el 30% son nacionales, un porcentaje que ha ido disminuyendo en los últimos años.