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Alma Aguilar: “Dicen que hay que unir coste y creatividad; yo apuesto por el producto”

La creativa madrileña echa de menos una época en la que tener acceso a tiempo real a los diseños presentados en un desfile era un lujo.

Alma Aguilar: “Dicen que hay que unir coste y creatividad; yo apuesto por el producto”
Alma Aguilar: “Dicen que hay que unir coste y creatividad; yo apuesto por el producto”
“La lógica dice que tienes que aunar todo, coste y creatividad. Yo apuesto por producto, producto, producto” 

Modaes

10 mar 2023 - 05:00

Con más de dos décadas de experiencia, Alma Aguilar dice que desconoce cuál es la fórmula del éxito, si es que la hay. “No tiene que ver con el talento ni con el músculo económico que haya detrás, es un cúmulo de mil cosas que tienen que cruzarse”, describe, añadiendo que se trata de una especie de “pequeño milagro”. La madrileña se formó en diseño y patronaje en la Escuela Superior de Técnicas Industriales y pasó por Devota&Lomba antes de lanzar su propia firma en 1998. Tras una etapa como consejera en marcas como Intropia y Ecoalf, Aguilar volvió a centrarse su marca, focalizándose en la moda nupcial. “Para mí es un lujo trabajar en el modo en el que lo hago”, sentencia la diseñadora. 

 

 

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Pregunta: ¿Es el contexto actual, de incertidumbre e inflación, el peor desde que empezó?

 

Respuesta: No. Ha sido diferente, cada contexto lo afrontas con las herramientas que tienes en ese momento, pero este no es el peor. Ahora hay más pasión, más gusto y más valor que nunca respecto a lo artesano, a lo bien hecho, lo que es mi sector. Recuerdo con más dolor la crisis del 2008, que marcó mucho este sector, pero desde entonces nos hemos reinventado como hemos podido. 

 

 

P.: ¿Es un buen momento para la moda de autor?

 

R.: Sí, por muchas razones. Principalmente por el consumo responsable del que todo el mundo habla, pero al que hay que dar contexto para que se entienda: confeccionar de forma responsable para producir sólo lo que ya está vendido hace que el producto sea sostenible porque no hay stock sobrante, no hay productos que se quedan sin vender, no estás obligado a hacer rebajas. Ese modo de trabajar, que en realidad es la alta costura de toda la vida, tiene muchas ventajas. Al proveedor le pides exactamente lo que necesitas, trabajas en cercanía, de tú a tú con el cliente. Así, también le da a la prenda el valor que tiene. Una prenda, si es bien cuidada, puede durar de por vida, prácticamente. Sólo por eso, la tendencia por lo sostenible, creo que es buen momento para la moda de autor, además porque cada uno encuentra su nicho en ella, hay hueco para todo. 

 

 

P.: ¿Sólo se puede sobrevivir en el diseño de autor en España haciendo moda nupcial? 

 

R.: No. Es una de las fórmulas, pero porque te permite casi trabajar bajo pedido, es una forma muy verdadera de trabajar. Tiene una lógica muy absoluta trabajar así: creas el producto para la clienta y tu negocio crecerá de forma orgánica dependiendo de lo que necesite. Por eso, es una de las formas con las que te puede ir mejor en este sector, pero hay otras muchas: una de ellas es centrarte en un prêt-à-porter, con colecciones limitadas en las que pongas en valor lo que el mercado pide ahora. En mi caso, estoy un poco saturada del prêt-à-porter, no quiero tener una tienda de cara al público. Fue una experiencia muy bonita en mi trayectoria que me permitió conocer al cliente cara a cara, pero ahora estoy muy feliz trabajando en moda nupcial. Desde luego es una fórmula para continuar y poner en valor lo que hacemos aquí en España: bordadoras, encaje de bolillos… para mí es un lujo trabajar en la forma en la que lo hago. 

 

 

 

P.: ¿Fue un error para la moda de autor española apostar por abrir tiendas, internacionalización, licencias…?

 

R.: No sé si fue un error. Es imposible no tener esa ambición y, ¿por qué no iba a funcionar si fuera de España funcionaba? ¿Por qué no ha funcionado? No lo sé. Llega un punto en el que el mercado tiene una capacidad limitada y absorber lo que puede. No podemos competir con las grandes casas francesas con historia de más de cien años, ese es el lujo inamovible. En todo el resto, depende de lo que tú aportes como creador y que pueda continuar en el tiempo o no. Da rabia, porque esta expansión sólo la ha conseguido Zara. Está fantástico y me produce un orgullo muy grande, pero da pena que sólo sean ellos los que hayan sido capaces de hacerlo cuando, a priori, viendo su método, no debería ser imposible reproducirlo. A la vista está que sí lo está siendo. Quizás sea pecar un poco de ambición, pero, en el fondo, ¿por qué no hacerlo? No hay una receta, no hay una fórmula secreta en la moda. No tiene que ver el talento ni el músculo económico que haya detrás, es un cúmulo de mil cosas que tienen que cruzarse y que haya un pequeño milagro para que se sostenga como tiene que sostenerse. 

 

 

 

 

P.: ¿Falta cultura de moda en España? 

 

R.: España históricamente es un país de artesanía, hemos confeccionado toda la vida muy bien. Por alguna razón, incluso diseñadores con origen español han tenido que irse del país para triunfar, entonces algo pasa. Ese complejo español del que se habla, por el que a veces nos gusta más una actriz si es de otro lugar, no sé si es del todo cierto, pero todo indica que sí que tenemos un poco de eso. Tenemos algún complejo que nos impide poner en valor lo nuestro. Pero cultura de moda tenemos.

 

 

P.: ¿Cómo ha cambiado la forma en la que se crean las tendencias?

 

R.: No ha cambiado tanto. La tendencia está en la calle, esa es la realidad. E históricamente, ha sido muy parecido a cómo sigue siendo ahora. Lo que inspira es algo que te entra por los ojos o te eriza la piel, pero tiene ese punto de emoción y las emociones se transmiten de la misma forma siempre. Ahora, cada vez es más digital todo y me encanta que cada vez convivan más tendencias a la vez, porque no hay una sola clara, hay hueco para casi todo y eso es fantástico. Pero la forma en la que se captan y se cuentan no es tan diferente a antes. 

 

 

P.: ¿Qué pesa más en el proceso de diseño de producto: el escandallo, la clienta o la creatividad?

 

R.: Mi gran hándicap es que soy muy mala empresaria, pero me considero una buena creadora. Las dos cosas son un poco incompatibles, hay que bailar entre una y la otra, entendiendo cuál es tu valor fundamental. En la época de mayor crecimiento de mi empresa, crecí a través de especialización en producto, yo invertía en I+D sin saber lo que estaba haciendo. El precio final para mí era una consecuencia, nunca empezaba sabiendo el precio que quería tener. He sido siempre mucho más…  no sé si la palabra es bohemia, naif o absurda. Pero siempre he hecho lo que me ha dado la gana con el producto. El cliente lo percibía como un producto muy sincero y tenía muchas cosas buenas, pero también me ha traído muchos dolores de cabeza, porque no he sido tan competitiva como me habría gustado. La lógica dice que tienes que aunar todo, coste y creatividad. Yo apuesto por producto, producto, producto; llegar hasta el final y después ver dónde me posiciona el precio y si tiene sentido. 

 

 

 

P.: ¿Son hoy las alfombras rojas el mejor escaparate?

 

R.: El mejor, no, pero sí uno de los importantes, aunque antes lo era más. A veces, a las actrices, se les escapa el “me han puesto esto”, como si no tuviesen la capacidad de elegirlo, “me resigno a ponerme lo que me han querido poner”. Eso le quita magia a que ha vivido un día en una atmósfera de creación, lujo, algo muy especial hecho para ella. Le da un aire de “hay que ponerse así para la alfombra roja y así me pongo”. No beneficia a la magia que ese momento podría tener, no obstante, sigue siendo un momento bonito y así lo viven muchas actrices y actores. Nuestras alfombras rojas aún no brillan como deberían, pero no hay muchos sitios más donde podamos lucir prendas especiales, así que no seré yo quien diga que no es la fórmula. 

 

 

P.: ¿Qué papel tienen las pasarelas?

 

R.: Las pasarelas siguen siendo muy importantes. La forma de comunicarnos con el mundo o de asomarnos a él ha hecho que tengan mucha menos importancia: no estamos viviendo la época dorada de las pasarelas a ningún nivel, ni fuera de España ni dentro, aunque dentro, todavía menos. La disputa eterna que hubo entre Madrid y Barcelona en lugar de hacer algo grande y con sentido hizo que no tuviésemos la importancia que hubiésemos podido tener. Casi se obligaba a la prensa a que eligiera entre un calendario u otro, incluso pisándose los calendarios, no hizo bien en una época en la que nos hubiéramos posicionado en el calendario internacional de forma seria. Independientemente de eso, que ya no tiene solución, ha habido épocas a nivel nacional e internacional mucho mejores que las de ahora. No soy catastrofista, soy super positiva y creo que hay ciclos buenos y malos para todo, pero la pasarela no tiene el brillo a nivel de comunicación que ha tenido en otros años, ya no tienes la sensación de que sea algo absolutamente maravilloso poder sentarte en primera fila. Supongo que volverá, pero el poder ver a tiempo real el desfile en todos los lugares del mundo le quita un poco de magia. También lo acerca a un público interesante, tiene mucha magia, pero le quita la atmósfera de inalcanzable que antes tenía, que para mí era muy chula.

 

P.: Ha sido consultora en compañías como Intropia y Ecoalf. ¿En qué se diferencia el diseño en compañías de gran distribución y moda de autor?

 

R.: En muchas cosas. Para mí ha sido un reto súper interesante y he aprendido más de mi profesión, cuando a priori piensas que ya has aprendido todo. En gran distribución, creas teniendo muy clara una pirámide de producto, es una forma muy práctica de crear, pero tienes las manos un poco atadas. Tener que hacerlo así tiene una dificultad enorme, pero también sus cosas buenas. Otra diferencia es que yo siempre he creado estando muy cerca de la cadena, de la patronista, la modista. En gran distribución, generalmente tienes que hacer tu diseño en casa y el departamento de modelista y de producción está en China o en India. Hay que anticipar muchas cosas e industrializar mucho el proceso de diseño. Para mí, ha sido muy interesante entender de cada creativo qué es lo que mejor hace y darle sentido, sacando de cada uno lo que mejor sabe hacer. En el fondo, es muy interesante pensar que puedes hacer hasta 2.000 unidades iguales de una prenda. Eso es muy bonito, porque llegas al mundo entero de verdad. Para mí, ha sido muy guay entender una forma de trabajar tan diferente. 

 

 

 

 

P.: En la última edición de la pasarela de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, estuvo presente Pedro Sánchez. ¿Echa en falta más apoyo público?

 

R.: Sí, lo echo en falta siempre. Durante un tiempo, estuve muy ligada a Acme, era lo que nos daba fuerza como sector de moda de autor. Pensábamos que, con la repercusión que tenía que figuras así asistiesen a los desfiles, consiguen que el telediario súper generalista hablase con los diseñadores. Nuestro sector no somos sólo nosotros, tiene una parte industrial importante, es un sector en España relativamente importante y nos parecía que nunca se nos dio la importancia que se daba a una feria de novedades a nivel móviles, o de turismo… Se nos relegaba un poco a algo- no sé si más frívolo, pero desde luego sí menos trascendental. Me parece que es un error y sería bueno para todos que se nos viese con un enfoque diferente. 

 

P.: ¿Qué le recomendaría a un creativo que empieza ahora en el sector de la moda?

 

R.: En una etapa fue profesora en la Politécnica y tuve la posibilidad de crear yo el título de la asignatura, la llamé Identidad creativa. Más allá de que un diseñador pueda ponerse una gorra diferente y diseñar para quien haga falta, si tienes la suerte de tener una identidad creativa propia, primero, identifícala. El mercado valora mucho entender que el producto tiene una identidad propia de verdad, dependiendo de qué público se puede digitar, es que nicho hay para todo. Es importante mantener la perseverancia, currar, porque para esto hay que tener una dedicación brutal, mucho más de lo que puedes imaginar. Pero si tienes la suerte de dedicarte a lo que te apasiona, no puedes compararlo con nada, la fuerza que esa pasión te va a dar para afrontar lo que tengas que afrontar es un valor seguro. Descúbrete como creativo, mira lo que te gusta hacer y en lo que eres bueno, vamos a descartar en lo que eres malo, y apuesta por ello, porque no todo está asegurado. Pero si tienes la capacidad de hacer algo bueno en este mundo, viene de lo que habla de una forma muy sincera y profunda de lo que eres como creativo. Así que a por todas.