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Espectáculo e internacionalización para reafirmar un Pitti Uomo en tiempos inciertos

La feria florentina clausuró su edición número 108 con un ligero aumento de compradores internacionales y un fuerte foco en el extranjero. La huelga de transportes y el calor extremo marcaron el ritmo de un salón sin euforia.

Espectáculo e internacionalización para reafirmar un Pitti Uomo en tiempos inciertos
Espectáculo e internacionalización para reafirmar un Pitti Uomo en tiempos inciertos

Triana Alonso. Florencia

Ni fuegos artificiales ni alarmismo. En un contexto marcado por la ralentización del consumo, la presión sobre los precios y una redefinición del papel de las ferias, Pitti Uomo cerró su edición número 108 con un mensaje claro: la moda masculina sigue necesitando puntos de encuentro sólidos y Florencia se mantiene como uno de sus referentes.

 

Ante la “tormenta perfecta” que describió en una entrevista con Modaes Raffaello Napoleone, consejero delegado del evento italiano, la feria respondió con una completa agenda de eventos, un cartel encabezado por nombres y colectivos internacionales y presentaciones en su sede, la icónica Fortezza, marcadas por conceptos originales y espacios espectaculares para atraer la mirada de visitantes y compradores, cada vez más solicitados.

 

Con un número de expositores ligeramente a la baja con respecto a anteriores ediciones, 740 marcas y el 45% de ellas internacionales, la feria arrancó con dinamismo y su habitual entusiasmo, presumiendo de ser una de las citas que mejor mantienen su atractivo en la industria. Pese a unas primeras horas pasadas por agua, que aglutinaron al público en el interior de los pabellones, la dinámica no decayó: pasillos llenos y motivación generalizada por superar progresivamente las cifras previas a la pandemia. 

 

“Estar aquí hoy es una bellísima demostración de coraje y fe en lo que hacemos”, declaró Antonio De Matteis, presidente de Pitti Immagine, en la presentación de inauguración de la cita florentina. En el pasado ejercicio, la moda masculina italiana alcanzó una facturación de 11.420 millones de euros, frente a los 10.140 millones de 2019, lo que representa una caída del 3,6% respecto al año anterior.

 

 

 

 

 

En la primera jornada, protagonizada por el gran regreso de Tommy Hilfiger para presentar su línea de sastrería o la ya clásica cena de la firma de lujo Brunello Cucinelli, las firmas pusieron de relieve la tendencia de mezclar identidad de marca con conceptos fuertes y experiencias. La Fortezza da Basso se convirtió, un año más, en una escenografía de verano adelantado, donde las marcas apostaron por el espectáculo como herramienta de atracción.

 

En la entrada, el enorme pabellón azul de Guess Jeans no sólo presentó sus nuevas tecnologías de lavado desarrolladas junto a la española Jeanologia, sino que propuso una nueva espacios de personalización y customización de bolsos denim. “Queríamos replicar la experiencia que nuestros clientes pueden tener en las tiendas, somos una línea joven que está creciendo mucho pero aún tenemos que dar a conocer nuestra diferenciación con respecto a Guess y Pitti es el mejor lugar para hacerlo”, aseguraron los responsables de márketing de la marca en el mercado italiano. La marca, con un posicionamiento más accesible que el de su hermana mayor, ya cuenta con flagships en Milán, Berlín o Ámsterdam y, próximamente, aterrizará en Tokio. Por el momento, en España, opera a través de puntos de venta en El Corte Inglés, pero sus representantes no descartan una futura apertura de boutique propia.

 

 

Justo a su lado, la española Ecoalf ocupó un imponente espacio expositivo en forma de pabellón individual en el que introducir sus novedades. “Nos hemos convertido en una de las marcas representantes de la sostenibilidad por excelencia en Pitti Uomo, aseguró la responsable de márketing Carolina Álvarez-Ossorio, sobre la ubicación privilegiada.

 

Estar presentes en esta feria desde hace años es clave en términos de imagen y de contactos internacionales”, reconoció la responsable, subrayando la relevancia del mercado italiano en los planes de futuro de Ecoalf. En él, la empresa sostenible ya opera con tiendas en Milán, Turín y Roma. La marca de Javier Goyeneche, que acaba de instalarse en Biarritz y aspira a facturar 70 millones de euros en 2025, ha puesto en el foco de su interés cimiento el desarrollo del negocio retail en Italia y Alemania.

 

 

 

 

Más allá de las dos marcas que dieron la bienvenida a los asistentes, conforme el público penetraba en el recinto caracterizado por sus grandes espacios abiertos, la puesta en escena profesional se apropiaba de las presentaciones. Los stands y pabellones rozaban lo teatral, dejando lejos las propuestas feriales más clásicas. Si la marca Sun68 transformó su espacio en una pizzería italiana, MC2 Saint Barth lo hizo en una taberna griega con música en directo y Roy Roger’s convirtió su stand en un punto de peregrinación gracias a su colaboración con el histórico heladero florentino Vivoli, sirviendo affogatos a ritmo constante. 

 

En el caso de Kiton, la apuesta fue aún más ambiciosa: arena, una enorme lancha Strider 13 y el lanzamiento de su cápsula náutica KNT Marina. Asimismo, en un momento en el que las ferias repiensan su posicionamiento para seguir justificando su razón de ser, Pitti Uomo no se limitó únicamente a sus desfiles incesantes e improvisados de dandis exquisitamente enfundados en trajes y sombreros; sino que la experiencia sensorial se extendió también a las zonas comunes, con sombrillas, tumbonas y música omnipresente. 

 

 

La edición estuvo igualmente marcada por el espíritu deportivo, con el ciclismo como eje conceptual del salón. El debut del espacio Becycle, integrado en la sección deportiva I Go Out, reunió marcas como Colnago, Passoni o Pas Normal Studios, que desfilaron en bicicleta por los exteriores del recinto. En paralelo, Ellesse captó todas las miradas con un gigantesco campo de tenis donde se celebraron torneos con raquetas y pelotas extragrandes, reafirmando la apuesta de Pitti por el show como motor de atracción en tiempos de incertidumbre comercial.

 

Entre el 17 y el 20 de junio, más de 11.400 compradores (5.400 de ellos procedentes del extranjero) pasaron por la Fortezza da Basso, lo que supuso un crecimiento del 3% en la presencia de bueyes con respecto a junio del año anterior. Además, el salón florentino elevó el número total de visitantes por encima de 15.000. El repunte del comprador internacional, con presencia destacada de Estados Unidos, China y mercados emergentes como India, Brasil o Kazajistán, compensó al mismo tiempo la ligera caída de asistentes italianos.

 

 

 

 

 

“Pitti Uomo es tanto un símbolo como una herramienta concreta para la promoción y el desarrollo del comercio, incluso en fases de transición como la que probablemente estamos atravesando ahora”, apuntó Raffaello Napoleone, consejero delegado de Pitti Immagine. “Y la respuesta de los compradores, llegados de más de cien países en los cinco continentes, ha sido la mejor que podíamos esperar”, añadió.

 

El directivo destacó también el buen comportamiento de los mercados no europeos, destacando el impulso de los colectivos venidos de China y Corea; así como el regreso de profesionales de regiones que llevaban varias ediciones ausentes, como Australia, Oriente Medio o Asia Central. El mercado nórdico también se afirmó en el espacio dedicado, bautizado como Scandinavian Manifesto, un colectivo escandinavo de marcas de moda, accesorios y belleza que consiguió atraer la mirada de un buen puñado de compradores internacionales.

 

“Parte de las firmas asiste desde hace varios años, pero otras son un descubrimiento para los buyers que buscan el total look”, aseguraron desde la organización, celebrando la acogida positiva del colectivo impulsado por la feria danesa Ciff, que celebrará en agosto su próxima edición.

 

Tras una segunda jornada de gran dinamismo en los pasillos de la feria, a pesar de las altas temperaturas, el movimiento se ralentizó jueves y viernes, acusando el efecto de la huelga nacional de transportes, que obligó a numerosos asistentes a adelantar su regreso a casa… o a Milán, donde la moda tomaba el testigo con la celebración de una fashion week masculina de agenda descafeinada marcada por la escasez de grandes nombres.

 

 

 

 

Entre las marcas, la alegría se repartió por barrios. Múltiples nombres celebraron el clima positivo del salón florentino y la efervescencia del negocio los primeros días, mientras que numerosas empresas, en general aquellas de talla más pequeña para las que la inversión en la participación supone un mayor esfuerzo, lamentaron la tranquilidad de los pasillos, apuntando a una edición de menor número de asistentes.

 

En el caso de la representación nacional, un colectivo de una veintena de marcas participó en una presentación apoyada por Icex bajo el paraguas Spanish Fashion. Algunas, como la marca de streetwear Ssstufff o la empresa familiar de óptica Flippan Look se mostraron “muy satisfechas” con su primera participación; mientras que los representantes de la empresa riojana de calzado Victoria defendieron su presencia en Pitti como “estratégica” para su desarrollo en uno de sus mayores mercados por volumen de negocio.

 

 

A falta de grandes titulares comerciales, al menos por el momento, el salón apostó por consolidar su posicionamiento como escaparate global del menswear, ampliando sus colaboraciones internacionales y reforzando el componente experiencial. Sin embargo, entre bastidores, algunas voces del sector señalaron que el entusiasmo no es unánime: aunque el ambiente fue dinámico al inicio y el calendario de eventos sólido, persisten dudas sobre la rentabilidad real para ciertas marcas y sobre cómo capitalizar la visibilidad más allá del impacto mediático.

 

Más allá del espectáculo, el verdadero reto para la feria y para todo el sistema de moda masculina pasa ahora por traducir esta energía en negocio. En un escenario cada vez más fragmentado y competitivo, no todos los actores parten del mismo punto de salida.