Textil Santanderina protege sus márgenes ante la caída de ventas y beneficio plano en 2024
La compañía cántabra, uno de los mayores grupos industriales del país, ha cerrado su último ejercicio completo con una cifra de negocio de 84,1 millones de euros, a la baja respecto al año anterior y acusada por la baja demanda.


Textil Santanderina hace balance de un ejercicio complejo. El gigante cántabro, una de las pocas grandes compañías industriales en el ecosistema español, ha cerrado el ejercicio 2024 con una caída de la cifra de negocio, que se ha visto lastrada por una baja demanda consistente en todo el ejercicio. La empresa, inmersa en una reorganización interna y con nuevo director general al frente, ha priorizado la mejora de márgenes durante el ejercicio.
En concreto, la empresa ha concluido el último ejercicio completo con una facturación de 84,1 millones de euros, un 9,2% menos que el año anterior. La cifra de negocio de Textil Santanderina se ha visto afectada especialmente por una demanda a la baja en todo el ejercicio, una tendencia “que ya se intuyó en el último trimestre del año anterior”, explica el nuevo director general de la compañía, Gonzalo Rodríguez, a Modaes.
“Hemos visto un frenazo paralelo en los pedidos en las dos unidades de negocio”, relata el directivo, que se ha puesto al frente del negocio este año, en sustitución a Juan Parés. Textil Santanderina opera dos líneas de negocio principales, separadas entre moda y tejido técnico. Si en 2023, esta segunda división del negocio superó por volumen de cifra de negocio a la moda, el año pasado, ambas se han vuelto a equilibrar en unas ventas de alrededor de 38 millones de euros.
Textil Santanderina ha anotado un beneficio de 2,1 millones de euros y ebitda de 3,8 millones
Pese a la caída de las ventas, el objetivo del gigante industrial para el ejercicio era fortalecer los márgenes del negocio, algo que Rodríguez ha celebrado como un éxito. La empresa ha cerrado el periodo con un resultado neto de 2,1 millones de euros, en línea con el beneficio del año anterior, cuando Textil Santanderina ganó 2,1 millones de euros.
El directivo ha atribuido este ligero descenso a un efecto fiscal, ya que el beneficio antes de impuestos se ha incrementado desde 1,6 millones a 2,7 millones de euros. El resultado bruto de explotación (ebitda), por su parte, se ha situado en 3,8 millones de euros, también por encima del anotado hace un año.
“Nuestro objetivo para 2024 era fortalecer los márgenes del negocio, especialmente después del crecimiento tan elevado que anotamos el año anterior, y que situaron la facturación por encima de los 90 millones de euros”, relata Rodríguez. Para ello, el gigante ha ajustado especialmente sus decisiones de compra y aprovisionamiento. En total, la partida de otros gastos de explotación, en la que se incluye desde el gasto de energía como de materias primas, por ejemplo, supuso un desembolso de 13,7 millones de euros, frente a los 15 millones de euros del año anterior.
Por mercados, Textil Santanderina ha mantenido el grueso de su negocio en el extranjero, donde el gigante acumuló ventas de 56,29 millones de euros, un 11,9% menos que el año anterior. El principal mercado de la empresa es Turquía, aunque también destaca el peso del norte de Europa, con Alemania o la región escandinava. En España, por otro lado, la caída ha sido algo menor, de un 3,1%, hasta alcanzar ventas de 27,8 millones de euros.
El gigante industrial acumula gran parte de su negocio en el extranjero
De cara a 2025, los planes de Textil Santanderina, con sede en Cabezón de la Sal, pasan por volver a crecer, aunque con la mirada puesta en los márgenes. “Para seguir ganando competitividad hay que crecer, pero es importante hacerlo de una forma sostenible, especialmente en un contexto global cada vez más complejo”, valora el directivo. Entre los principales riesgos para la empresa, Rodríguez ha puesto el foco sobre la reciente escalada del conflicto entre Israel, Estados Unidos e Irán y que, lamenta, tendrá un efecto en el precio de la energía.
Más allá de la evolución financiera, el directivo también ha puesto el foco en la reorganización de la gestión de la empresa. Además de su incorporación como director general, la compañía también ha fichado a una nueva directora de recursos humanos, y está trabajando para implantar y mejorar un código ético en todos los procesos de la cadena de valor.
En paralelo, Textil Santanderina también está impulsando su negocio hacia una evolución sostenible, especialmente en términos de uso de material reciclado y el diseño de sus tejidos para facilitar el posterior reciclaje. La compañía, de hecho, recibirá una inyección de hasta dos millones de euros gracias al Perte de economía circular, celebra Rodríguez, que espera que alcance hasta 3,5 millones de euros más en los próximos años.