El proveedor de piel Pytón, a por los 9 millones de euros en 2025 y el refuerzo internacional
Con 86 años de experiencia en el negocio de las pieles, la empresa familiar catalana hace de nexo entre fabricantes y marcas, a las que asesora. Con un crecimiento del 11% respecto a 2024, Pytón buscar hacerse grande globalmente.
El interproveedor catalán de pieles Pytón, una empresa familiar que este año cumple 86 años de historia, prevé cerrar su ejercicio fiscal con una facturación de nueve millones de euros, un 11% más que el año pasado, cuando su cifra de negocio se situó en 8,1 millones de euros. A los mandos de la compañía, desde 2020, está Josep Sont como director general.
Pytón actúa como punto de unión entre los cinco o seis productores con los que trabaja y las marcas de moda, a las que asesora y vende después las pieles. El 90% de su negocio se genera, por lo tanto, a través de la venta y distribución del material que compra al fabricante y que guarda en su propio almacén hasta darle salida. En la misma nave cuenta con una zona de preparación de pieles y también de pruebas de resistencia. Como modelo de negocio, Pytón se queda con un porcentaje de cada venta realizada.
A pesar de que sus mercados principales son España y Portugal, Pytón también trabaja con Francia, Reino Unido, Suecia y los países del norte de Europa. Actualmente, mantiene acuerdos con entre cinco y seis productores, con los que sirve a una treintena de clientes principales, más los esporádicos. Aunque no desvela nombres, el 60% son marcas españolas, pero también trabaja con “grandes grupos franceses” e italianos, asegura Sont en una entrevista con Modaes.
Pytón trabaja con cinco o seis proveedores con los que da servicio a una treintena de marcas nacionales e internacionales
La moda, tanto calzado, como marroquinería y fornitura, supone el 70% del negocio de Pytón. El otro 30% pertenece a la división de tapicería para hoteles, restaurantes, espacios de fitness y spas, entre otros. De cara al año que viene, el objetivo es fortalecer su presencia a nivel internacional, participando en ferias como la francesa Première Vision. Sin perder de vista España y Portugal, los mercados que sostienen a la empresa, el objetivo a medio plazo es focalizarse también en el norte de Europa y en el norte de África.
La compañía tiene sus oficinas y su almacén en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), donde está ubicada desde 2002. Anteriormente, Pytón se encontraba en la calle Comte Borrell, en el barrio barcelonés de Sant Antoni. En plantilla cuenta con veinticinco personas, más externos. Además de en Barcelona, su equipo de ventas se despliega también en Portugal, Londres (con un responsable de exportación) y París. También cuenta con tres showrooms en Elche, Almansa y Ubrique.

El director general explica que ha habido un cambio en los últimos diez o quince años relacionado con la dinámica de la empresa. Antes, las ventas se hacían directamente hacia el industrial. Sin embargo, en los últimos tiempos han comenzado a tomar partido los diseñadores y, actualmente, la marca es casi siempre quien toma la última decisión en cuanto a los materiales. En este punto, su conocimiento en relación con cuestiones técnicas “es menor que el de los industriales”, generando un hueco de mercado que Pytón ha querido hacer suyo. “Damos soporte para que la idea del diseñador pueda realmente trasladarse a lo físico”, explica Sont.
Sont, que desde el año pasado también es presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Marroquinería, Artículos de Viaje y Afines (Asefma), reflexiona sobre el sector en el país, “muy potente industrialmente”, aunque más pobre en cuanto a cantidad de marcas de calidad. “Somos muy buenos en el fast fashion, pero faltan marcas de nivel medio-alto”, afirma. En este sentido, destaca el mercado inglés y el francés como potencias a nivel mundial. “En España se fabrica el lujo y las marcas medias mundiales. Aquí tenemos todo el conocimiento”, concluye.
Un asunto “personal”
Sont se introdujo en la empresa familiar en 2019, pero no fue hasta 2020, cuando terminó su MBA en la escuela de negocios Iese, cuando fue nombrado director general, concretamente en agosto. A pesar de ser cinco hermanos, solamente él decidió vincularse a la empresa familiar. Con su llegada se inició el relevo generacional que se precipitó con el fallecimiento de su padre, Roberto Sont, en 2022.
Prácticamente desde que tomó las riendas de la compañía, Sont tiene un reto que considera “personal”, al que todavía no pone fecha: relanzar Acosta. El grupo la compró en 2012, tras un acuerdo judicial, y hasta 2019 comercializó productos como bolsos, zapatos y cinturones de forma online. En 2022, Pytón decidió suspender la actividad comercial de la firma, cuyos orígenes se remontan a 1942.