Entorno

La salida de los gigantes de moda de Myanmar pone en peligro el 14% de sus exportaciones

La última compañía internacional del sector que ha decidido dejar de aprovisionarse en el país asiático ha sido Primark, que la semana pasada explicó que la situación en Myanmar “no le permite garantizar los estándares de seguridad de sus trabajadores”.

La salida de los gigantes de moda de Myanmar pone en peligro el 14% de sus exportaciones
La salida de los gigantes de moda de Myanmar pone en peligro el 14% de sus exportaciones
La antigua Birmania tenía todo para convertirse en el próximo gran hub de aprovisionamiento de la moda: beneficios arancelarios con Occidente, una gran capacidad productiva y un salario más bajo que algunos de sus vecinos.

Isabel Carmona

20 sep 2022 - 05:00

La que debía ser la gran promesa del aprovisionamiento de moda lleva un año y medio ennegrecida. Desde el golpe de Estado en Myanmar en febrero de 2021, liderado por la junta militar del país, la lista de operadores internacionales de moda que han dejado de aprovisionarse en el mercado es cada vez más extensa y la industria está cada vez más debilitada, con el 14% de sus exportaciones anuales en riesgo, según previsiones de Ethical Trade Initiative (ETI).

 

ETI, que supervisa la transparencia y el código ético de las empresas y asociaciones sin fines de lucro en el país, prevé que la salida de los compradores europeos de Myanmar repercutiría en una reducción de los salarios y en que cerca de 320.000 trabajadores perdiesen su empleo. Además, 23.000 de estas personas se encontrarían en el límite de la pobreza.

 

La última empresa en abandonar el aprovisionamiento en Myanmar ha sido Primark, que la semana pasada anunció que la situación actual del país no le permite “garantizar los estándares de seguridad y derecho de sus trabajadores”. El grupo irlandés de moda low cost llegó a operar en veintiuna fábricas del país.

 

El movimiento de Primark se produjo después de que ETI publicara un informe en el que instaba a las empresas de moda que se abastecen en Myanmar a “relevar su presencia en el país” después de detectar la violación de derechos humanos en varias fábricas.

 

 

 

 

El golpe de Estado no sólo ha causado la salida de grandes operadores de moda de Myanmar, sino que también ha frenado en seco la inversión en la industria textil. ETI ha señalado que el interés estratégico del Ejército en la confección de prendas es muy reducido, a pesar de que la industria supone un 30% de las exportaciones anuales del mercado y existen cerca de 750 fábricas de ropa, calzado y artículos de viaje en el país.

 

La antigua Birmania tenía todo para convertirse en el próximo gran hub de aprovisionamiento de la moda: beneficios arancelarios con Occidente, una gran capacidad productiva y un salario más bajo que algunos de sus vecinos. La industria textil del país, la mayor de su economía, se vio truncada por primera vez en 2020, cuando la pandemia paralizó el mundo entero, y encadenó una crisis sanitaria con una política, sin tregua ni oportunidad de recuperación.

 

En febrero de 2021, el Ejército birmano, que ya había ocupado el Gobierno entre 1962 y 2011, perpetró un golpe de Estado para impedir que la jefa del Gobierno electa y premio Nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, tomara el poder. Esto causó que varios gigantes internacionales de la distribución de moda como H&M, Bestseller o Benetton dejaran de abastecerse en el país. Poco después, algunos volvieron a retomar la producción en Myanmar.

 

Primark fue uno de ellos, asegurando que “se encontraba comprometida con sus proveedores y fábricas” en el país asiático. Ahora, el gigante irlandés de moda low cost ha declarado que el informe de ETI “muestra un empeoramiento de la situación (de derechos humanos) en Myanmar”, lo que le ha forzado a salir del mercado.

 

Además, las autoridades han prohibido operar a 16 organizaciones de defensa de los derechos de los trabajadores y la Iniciativa de Acción, Colaboración y Transformación (ACT), un acuerdo global entre sindicatos y marcas internacionales para lograr salarios dignos, se retiró forzosamente en diciembre de 2021.

 

La Federación de Trabajadores Industriales de Myanmar (Iwfm, por sus siglas en inglés) declaró entonces que “es imposible operar libremente en el país en las circunstancias actuales”. Los sindicatos del país han declarado que 54 sindicalistas y activistas de derechos laborales han sido asesinados por el Ejército desde su subida al poder y al menos 279 han sido arrestados.

 

 

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El golpe de Estado de Myanmar también causó que Estados Unidos suspendiese su acuerdo comercial con Myanmar, establecido en 2013. El Ejecutivo de Joe Biden explicó que sólo se restablecería la relación cuando el país volviera a tener un gobierno democrático, lo que aún no ha ocurrido, y ha dificultado aún más las relaciones comerciales con operadores internacionales.

 

El pasado julio, la organización IndustriAll y otros sindicatos hicieron un llamamiento a la Unión Europea (UE) para que eliminase a Myanmar del programa de beneficios arancelarios Everything But Arms (EBA). “Esperamos que la UE actúe de manera responsable”, explicó en julio el sindicato. “El mensaje de los trabajadores de la confección es claro: hay que cortar los fondos, la industria de la confección del país es una fuente vital de divisas”, añadió.

 

 

¿Qué peso tiene Myanmar en la moda internacional?

 

Casi todos los grandes grupos de distribución de moda operan con fábricas en Myanmar, aunque no suponga un gran peso en su red de aprovisionamiento. H&M trabaja de la mano de 29 compañías de confección en el país, a lo largo de 42 fábricas en total.

 

Inditex, por su parte, también externaliza parte de su producción en el país, aunque no detalla con cuántas empresas trabaja. La compañía gallega, número uno de su sector, está aliada con la organización Smart Myanmar Textile&Garment y es parte de la iniciativa ACT, que actúa en Myanmar, Camboya, Turquía y Bangladesh.

 

Inditex apoya el asesoramiento independiente de fábricas puesto en marcha por ETI acerca del incumplimiento de los derechos humanos en Myanmar”, se lee en el documento publicado por la empresa en el que lista las iniciativas de colaboración con sus proveedores internacionales puestas en marcha en 2021.

 

VF, dueño de Vans y The North Face, sólo operaba con una fábrica en el país a cierre del segundo trimestre de 2022, en la región de Yangon. Dicho centro opera a entre 1.000 y 5.000 personas y se especializa en la confección de calzado. Adidas trabaja con seis fábricas en Myanmar donde fabrica prendas de ropa, calzado y accesorios. Ni Gap, ni Nike, ni C&A incluyen a Myanmar en su lista de proveedores.