Entorno

La meca del retail, en apuros: Nueva York se queda atrás en la recuperación

La ciudad estadounidense sigue sin volver a la actividad por completo con las oficinas a medio gas y los viajes internacionales aún por reactivarse. Ante la dificultad por remontar, desde el Ayuntamiento se está buscando una “economía alternativa”.

Marta Tamayo

24 mar 2022 - 04:55

La meca del retail, en apuros: Nueva York se queda atrás en la recuperación

 

 

Nueva York no despierta. El que fue el epicentro estadounidense de la pandemia durante la primera ola de Covid-19 sigue con las oficinas medio vacías y sin la llegada masiva de turistas que inundaban sus calles, por lo que su economía no acaba de remontar y el resto del país le ha cogido la delantera.

 

La ciudad, conocida como la meca del retail, cuenta con la segunda calle más cara del mundo para abrir un local comercial, la Quinta Avenida, sólo superada por el barrio de Causeway Bay, en Hong Kong. Antes del estallido de la pandemia, los precios por metro cuadrado en la calle alcanzaban 20.733 euros al año. En la icónica avenida neoyorquina tienen presencia los principales operadores de la moda, pero, a causa de la pandemia, la actividad de moda se ha reducido y la avenida aún no ha logrado recuperar su brillo. 

 

El paro de Nueva York, del 7,6%, es el más alto de todas las grandes ciudades estadounidenses, incluso más que ciudades colindantes como Nueva Jersey o Long Island, y se sitúa por encima de la media nacional desestacionalizada. Además de una falta de demanda de mano de obra por la caída del turismo, la ciudad también ha sido víctima del fenómeno la Gran Renuncia (The Great Resignation, en inglés) que azota la economía estadounidense desde primavera de 2021.

 

Sólo en Manhattan se percibieron unos 275.000 sueldos menos que en marzo de 2020, según datos del Censo Trimestral de Empleo y Salarios recogido por Bloomberg. La Gran Manzana es el motor económico de la ciudad: copa el 57% de los empleos y es donde se acumulan los salarios más altos.

 

Aunque el centro de la ciudad haya perdido fuelle, los precios del alquiler de Manhattan siguen siendo los más altos del país, con un coste medio de 4.172 dólares, según el software inmobiliario estadounidense Yardi, lo que supone triplicar la media del país.

 

 

 

 

El alcalde de Nueva York, Eric Adams desde el pasado enero, ha sacado adelante un plan para regenerar la economía de la ciudad bajo el nombre Rebuild, Renew, Reinvent: A Blueprint for New York City’s Economic Recovery. “La pandemia de Covid-19 ha devastado la economía de la ciudad, pero Nueva York está ahora en la cúspide de su resurgimiento económico y el plan del alcalde aprovecha una oportunidad única en una generación para revitalizar la economía de la ciudad a corto y largo plazo”, aseguran desde el consistorio.

 

Adams afirma que la ciudad se recuperará, pero no volviendo al modelo anterior. En concreto, la estrategia de recuperación de la ciudad se basa en cinco pilares: reactivar los motores económicos de la ciudad y el sector público, apoyar a las pequeñas empresas, el espíritu empresarial y una economía más equitativa, impulsar el crecimiento del sector inclusivo y construir una economía centrada en el futuro, conectar a los neoyorquinos con puestos de trabajo de calidad y con las habilidades más demandadas y planificar y construir un crecimiento inclusivo ahora y en el futuro.

 

Estos puntos se desarrollan en setenta acciones concretas como el lanzamiento de fondos para invertir en pequeños negocios locales, hacer una nueva campaña de publicidad para traer de vuelta el turismo e impulsar el crecimiento de las industrias emergentes y la captación de talento con planes de formación.

 

 

 

 

En el último año, se han puesto en marcha varios proyectos de reactivación del sector de la moda en Nueva York, conocida como la meca del retail y una de las ciudades de mayor actividad comercial del mundo para la moda. En diciembre de 2021, el Ayuntamiento neoyorquino aprobó una recalificación de su ordenanza que permite que las áreas de Manhattan de Soho y Noho puedan ampliar su oferta comercial.

 

Con esta reforma, el consistorio abre la puerta a que antiguas zonas industriales se conviertan en locales comerciales y viviendas. Hasta el momento, la apertura de retail a pie de calle no estaba permitida en la mayor parte del Soho, una medida que se puso en marcha en 1960 por el Departamento de Planificación de la Ciudad para fomentar la residencia y la ocupación de oficinas por parte de artistas.

 

Otro de los proyectos puestos en marcha para devolver a Nueva York su posición en el podio de la moda es el traslado de la Semana de la Moda de Nueva York, que, desde septiembre del año pasado, se celebra en plena Quinta Avenida. La pasarela se convocó en el número 608 de la célebre avenida, ocupando tres pisos del edificio.

 

Esta iniciativa fue impulsada por la Asociación Quinta Avenida, responsable de la promoción de iniciativas culturales, de ocio y de comercio minorista entre las calles 46 y 61. El manifesto de la organización aboga por “asegurar que la Quinta Avenida sea la calle más icónica del mundo”, según se declara en su página web.

 

 

 

 

Además, la edición de septiembre de la New York Fashion Week se celebró de manera contigua con la Met Gala, uno de los eventos de la moda que más atención recibe del ojo mediático internacional. La patronal estadounidense del sector (la Cfda, por sus siglas en inglés), cambió el año pasado el nombre del evento a American Collections Calendar, con la intención de dar cabida a todos los diseñadores estadounidenses, desfilen o no tradicionalmente en Nueva York.

 

La Semana de la Moda neoyorquina es la pasarela más importante que tiene lugar fuera de Europa, pero, desde 2015, está tratando de reinventarse para mantener el ritmo de la parisina y la milanesa. En sus últimas ediciones, cada vez son más los diseñadores que se han desmarcado de su programa, y el evento ha llegado a perder a firmas históricas como Ralph Lauren, Marc Jacobs, Thom Browne o Michael Kors.

 

En primavera del año pasado, IMG, una de las compañías organizadoras de la Semana de la Moda de Nueva York, firmó un acuerdo con doce marcas estadounidenses para asegurar su participación hasta, por lo menos, el cierre de este año. Algunas de estas firmas son Telfar, Rodarte, Brandon Maxwell, Jason Wu y LaQuan Smith.

 

 

 

 

Este mes, abrirá en la Quinta Avenida un nuevo flagship de Mango, una de los primeros grandes operadores de moda en regresar a la calle neoyorquina tras la pandemia, relevando a Ralph Lauren. La reactivación comercial en la avenida se puso en marcha cuando varias empresas comenzaron a negociar los alquileres con sus arrendatarios y las cadenas Cos y &Other Stories, propiedad de H&M, han renovado su flagship store, ubicado en el número 505 de la Quinta Avenida.

 

Para reactivar su economía, Nueva York creará un “fondo de oportunidades” para alojar eventos mundiales y convenciones que la mantengan como competitiva frente a otras ciudades, como el mundial de fútbol de 2026.

 

Además, la hoja de ruta de la alcaldía pasa por establecer la ciudad como un centro de desarrollo de videojuegos con la puesta en marcha de un plan de estudios en la City University de Nueva York. Otro de las industrias culturales que quiere impulsar es la del audiovisual.

 

Todas estas medidas quieren luchar contra las últimas estimaciones de la economía de la ciudad, que retrasan la recuperación. En concreto, Nueva York ha calculado que contará con déficit presupuestario de 3.000 millones dólares el próximo año y la población activa no volverá a periodos prepandemia hasta 2025.

 

Según la última estimación realizada por la agencia Fitch Rating, con sede en Nueva York, la deuda de la ciudad se mantiene estable en la alta calidad crediticia (AA-) alegando que Nueva York se ha mostrado resiliente ante otras crisis y cuenta con un perfil único económicamente. Además, añade que, a pesar de que la recuperación en el empleo no esté al ritmo del resto del país, se augura una tendencia positiva. La agencia sostiene que la economía de la ciudad está estrechamente ligada al sector financiero, que apenas se ha visto afectado por la pandemia.