Entre la apertura y el vacío industrial: la moda argentina se interroga sobre su futuro
El sector alza la voz tras un año y medio marcado por la pérdida de empresas, caída del empleo y producciones en mínimos. Con 380 fábricas menos, la fundación Pro Tejer organizó su encuentro anual para analizar el futuro.
La industria textil argentina debate su futuro en un contexto alarmante. La edición número 21 de Pro Textil se centró en arrojar luz sobre las necesidades urgentes que atraviesa el sector, con demandas en mínimo, pérdida de empleo y reducción del sistema fabril. Bajo el lema Argentina, ¿a contramano del mundo? expertos del sector se reunieron para debatir el panorama actual, marcado además por el récord de importaciones textiles en el país sudamericano.
Organizado por la fundación Pro Tejer, el evento tuvo lugar en el Teatro Municipal Roma de la localidad de Avellaneda y contó con la presencia de autoridades locales, directivos de las principales empresas textiles de Argentina y del gobernador de Buenos Aires.
Entre la incertidumbre macroeconómica, la presión de los costos y un incipiente cambio de ciclo internacional, la industria argentina busca definir su lugar en el nuevo mapa global de la moda. “Esta es una jornada para debatir y construir ideas en una realidad que es muy dura”, aseguró Jorge Ferraresi, intendente del partido de Avellaneda en el acto inaugural. El directivo hizo hincapié en la necesidad de analizar la actualidad con una mirada multisectorial, para que toda la cadena de valor promueva prácticas y cooperativas que impulse el sector.
“El proceso de los últimos años nos tiene que dejar un aprendizaje, construir ese frente multisectorial que necesita la industria”, añadió Ferraresi. Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires remarcó que Argentina ha atravesado momentos de apogeo industrial y otros, como el de ahora, de desmantelamiento, e hizo un llamado a que los empresarios alcen la voz por esta gran crisis que atraviesa el sector.
La liberación de controles aduaneros y la reducción de carga impositiva a empresas extranjeras ha hecho descender a mínimos la demanda de la producción textil argentina
“La industria textil argentina da empleo a más de medio millón de trabajadores y está compuesta por 24.000 empresas, no podemos dejar de lado a un sector tan importante para la industria nacional”, remarcó Kicillof.
La jornada siguió con palabras contundentes de Luciano Galfione, presidente de Pro Tejer, quien también alertó sobre la situación actual del sector y presentó un manifiesto al que invitó a todos los presentes a adherir. “Necesitamos que la política económica ponga entre sus prioridades a la industria en general, no sólo la textil”, comenzó Galfione en su discurso.
El directivo enfatizó sobre el daño que ha generado al sector algunas medidas del Gobierno nacional actual como la liberación de los controles aduaneros, facilitar las importaciones sustitutivas, demorar las reformas o reducir los aranceles a las importaciones, generando además la caída abrupta del consumo.
“Estamos en niveles históricos de productividad de toda la cadena de valor y con un récord de importaciones en todas las categorías del sector”, añadió el presidente de Pro Tejer, que además alertó sobre el crecimiento de la economía informal que genera este panorama. “A quienes producimos nos suben los costos en dólares y nos ponen cada vez más en desventaja, mientras que los importadores actúan sin impuestos en el país”, subrayó.
Luciano Galfione, presidente de Pro Tejer, presentó un manifiesto para defender la industria argentina de la moda
El directivo de la Fundación aseguró que desde el sector buscan y fomentan la competencia y no estar en contra de que lleguen otros competidores, pero que es necesario hacerlo en igualdad de condiciones. “El mundo actual, lejos de destruir sus cadenas de valor, las fomenta y enriquece; mientras que Argentina va a contramano, dejando entrar competidores que destruyen la industria nacional y generan malas prácticas”, aseguró Galfione.
Este año, Argentina impartió políticas importadoras flexibles, lo que generó una alta demanda de los consumidores en plataformas como Shein o Temu. Frente a este panorama, los empresarios textiles discuten medidas contrarias, analizando que en países como Francia están poniendo el freno a estos operadores digitales del ultra fast fashion.
“En vez de suprimir el impuesto a las importaciones, podrían bajarle los impuestos a los que producimos en el país, que son quienes generan empleo y riqueza y así recuperar el nivel de actividad perdido”, detalló el directivo. También enfatizó sobre la necesidad de reinstaurar el ciclo de consumo, empleo y fortalecimiento del mercado y con una participación clave entre el sector público y privado.
Argentina perdió 380 empresas del sector textil, confección, cuero y calzado desde el inicio del gobierno de Milei
La jornada de Pro Textil 2025 contó también con palabras de Pedro Bergaglio, tesorero de Pro Tejer, quien destacó la importancia de la Fundación de contener y fomentar la industria textil, un sector que siempre suele ser el más golpeado en las crisis, pero también el primero en reinventarse.
Por su parte, Galfione agregó el sector debe dejar de ser espectador para pasar a ser protagonista, ya que cada taller, cada puesto de trabajo necesita a todos los actores de la industria textil unidos. “Desgraciadamente hay un fuerte prejuicio instalado en el colectivo de la sociedad sobre lo que es el sector textil, que la ropa argentina es cara, de mala calidad, que se produce en malas condiciones laborales, pero desde la Fundación mostramos que es todo lo contrario”, agregó Bergaglio, quien durante muchos años también fue presidente de Pro Tejer.
Las cifras alarmantes de la industria textil argentina
Durante el evento, se presentó el panel sobre el panorama económica sectorial. Priscila Makari, directora ejecutiva de la fundación Pro Tejer explicó la trampa del atraso cambiario y que el objetivo del Gobierno argentino fue desacelerar la inflación con el tipo de cambio apreciado y no aumentando salarios ni jubilaciones. “El dólar barato abarata importaciones, fomenta el turismo al exterior y el consumo de sólo la clase media y alta, pero implica una pérdida de competitividad para la industria”, subrayó.
En los últimos meses, en Argentina se redujo el poder adquisitivo y el ingreso disponible para las familias. Sumado a esto, la apertura y desregulación comercial hizo cambiar la balanza de exportaciones e importaciones. “Esto genera un mercado de consumo mucho más pequeño, con menos puestos de trabajo y el uso de la capacidad instalada en mínimos, dando como resultado una baja de la rentabilidad”, explicó Meraki.
Desde Pro Tejer se inquietan por la apertura que está teniendo Argentina con plataformas como Shein
En el primer semestre de 2025, el índice de producción industrial se productos textiles se desplomó un 14,5% respecto al mismo periodo de 2023 y por encima del IPI manufacturero. Por el lado de las prendas de vestir, cuero y calzado, el índice fue de un 9,5% menos que hace dos años.
El panel demostró que el textil y la moda es una de las industrias más golpeadas por la consecuencia de la apertura y la falta de políticas de contención. “En los últimos meses se flexibilizó el puerta a puerta, entonces mientras que el mundo avanzado legisla para terminar con el ultra fast fashion, Argentina abre más sus puertas”, destacó la directiva que alertó sobre lo que implica la flexibilización para quienes no producen en Argentina, pero venden en el país.
Lucía Knorre, economista jefe de la fundación Pro Tejer, también agregó datos alarmantes del sector. Desde diciembre de 2023, coincidiendo con el ascenso de Javier Milei a la Casa Rosada, Argentina perdió 380 empresas de la industria textil, cuero y calzado.
Además, el sector es uno de los más perjudicados en términos de destrucción de empleo, con 12.000 puestos de trabajo menos en el último año y medio. La jornada también contó con la participación de diputados y políticos que reflexionaron sobre las medidas próximas a afrontar los dos años que quedan de mandato libertario para que la industria textil siga en pie.