L.Levy (Bompard): “España una prioridad para empresas francesas de ambición internacional”
La histórica Bompard prepara su debut en la calle Serrano para afianzar su expansión internacional. Su consejera delegada detalla su visión de love brand clásica y la apuesta de las empresas francesas por el mercado español.


Eric Bompard sopla cuarenta velas con espíritu renovado y un pie firme en la expansión. La histórica marca francesa, referente del cachemir desde 1985, pondrá en marcha este verano su primera boutique en España, en el número 78 de la calle Serrano, para conquistar a la clientela premium madrileña. La ambición de la compañía, que tomará forma en un espacio de 140 metros cuadrados ubicado en el antiguo local de Rimowa en el prime madrileño, refleja el reposicionamiento de la firma en torno a una propuesta más transversal que combina tradición, colores vibrantes y siluetas actuales. Conocida como marca de estilo burgués, que ha vestido a padres e hijos bajo códigos clásicos y artesanales, Bompard apuesta ahora por seducir a un nuevo público más al sur de lo habitual, pero con un vínculo compartido por la tradición.
Al frente de este impulso internacional está Laurence Levy, nombrada consejera delegada de la empresa a finales de 2023 tras su paso por Repetto, L’Oréal y Saint Laurent Beauté. Con setenta tiendas en Europa y una facturación cercana a 100 millones de euros, la compañía quiere reforzar su presencia fuera de Francia y mira al mercado español como una prioridad estratégica. En conversación con Modaes, Levy desgrana los planes de la casa para afianzar su estatus de love brand y al mismo tiempo rejuvenecer su universo.
Pregunta: La marca cumple 40 años y da el salto a España con una primera tienda en Madrid. ¿Cómo valora esta nueva etapa?
Respuesta: Estamos en un momento emocionante. Bompard es pionera en la democratización del cachemir en Francia y ahora queremos mostrar ese saber hacer a nuevos públicos. Tras revisar la identidad, el producto y la experiencia de marca el año pasado, nos sentimos preparados para iniciar una nueva etapa de expansión. España representa un paso importante, porque el mercado está muy vivo y receptivo a propuestas de calidad. Creemos que podemos aportar una alternativa muy genuina al público premium español.
P: ¿Qué diferencia a Bompard en un mercado donde el cachemir cada vez está más presente?
R: Nuestro punto diferencial es ser verdaderos especialistas. Hemos construido la marca alrededor de la excelencia de la materia prima y la variedad de colores, con siluetas muy bien trabajadas. Además, contamos con un servicio único de reparación de las prendas, gestionado en nuestro propio taller cerca de París, para prolongar la vida de las piezas. Esa dimensión de durabilidad, de vínculo emocional con el producto, es muy difícil de encontrar en otras marcas accesible. Y en paralelo, estamos trabajando la innovación de materiales para colecciones más ligeras y adaptadas a climas cálidos, pensando ya en mercados como España.
P: ¿Qué objetivo tienen en el mercado español y por qué comenzar con Madrid?
R: Queremos tener una base fuerte en la Milla de Oro, que nos dé visibilidad ante un público exigente y también ante turistas que conocen la marca en Francia. Hemos apostado por un espacio propio, en lugar de un corner o un distribuidor, porque nos interesa transmitir el universo completo de Bompard, controlar la experiencia de cliente y testar directamente las necesidades del mercado. A partir de ahí, no descartamos crecer con socios selectivos como El Corte Inglés en el futuro, pero esta primera tienda será la piedra angular de nuestra expansión en España.
“España es un mercado muy vivo y receptivo a propuestas de calidad”
P: El mercado español atraviesa un momento de auge para el lujo, pero también para marcas premium de origen francés como Soeur o Sézane. ¿Por qué considera que Madrid es tan atractiva ahora?
R: La capital está viviendo una verdadera efervescencia, tanto por el aumento del turismo como por la consolidación de una clientela local y extranjera de alto poder adquisitivo. Hay muchas marcas francesas premium que están apostando fuerte por la capital porque comparten códigos de consumo y valores con el cliente madrileño. España es un mercado prioritario para empresas francesas de ambición internacional. La Milla de Oro de Madrid se ha convertido en un escaparate que ofrece notoriedad inmediata y capacidad de captación de clientela premium para las marcas extranjeras.
P: ¿Qué aprendizajes arrastran de su experiencia internacional para este proyecto?
R: Nuestro desarrollo fuera de Francia empezó siendo muy modesto, con aperturas puntuales en países cercanos como Bélgica o Suiza. En cada nuevo país aprendemos la importancia de escuchar al consumidor y ajustar la oferta. España tiene algunas particularidades, sobre todo la estacionalidad, que nos obliga a adaptar propuestas más frescas, con mezclas de cachemir y otras fibras como la seda o el algodón, para responder a un clima diferente. Estamos preparados para hacerlo.
P: ¿Cuál es la visión de la compañía a medio plazo?
R: Hemos pasado de ser una marca 100% cachemir enfocada al jersey clásico a construir un verdadero vestuario, con faldas, vestidos, trenchs y próximamente cuero. Queremos reforzar la línea masculina, que ya supone una parte relevante de la facturación y seguir explorando la categoría de accesorios, donde vemos gran potencial. Además, la experiencia digital es estratégica, porque nos da datos y conocimiento del cliente muy valiosos. Hoy, el 20% de la facturación ya viene del canal online y complementamos con marketplaces como Farfetch para ampliar visibilidad.
P: ¿Cómo ve la competencia en particular de las cadenas de fast fashion, históricamente asentada en España con Mango e Inditex, que también venden cachemir a precios más bajos?
R: Es un reto, porque el cachemir se ha popularizado mucho en los últimos años. Sin embargo, creemos que hay espacio para un especialista con un nivel de exigencia altísimo en materia prima, en colores, en confección y en servicio. Nos dirigimos a un cliente que busca calidad real y que comprende el valor de una prenda duradera. Competir sólo en precio no nos interesa. Nuestra propuesta está muy vinculada a la sostenibilidad, al cariño por la prenda, a la idea de regalo y transmisión generacional.
“La Milla de Oro es un escaparate que ofrece notoriedad inmediata y capacidad de captación de clientela premium para las marcas extranjeras”
P: ¿Cuáles son los próximos pasos concretos después de Madrid?
R: La tienda de Serrano es el inicio de una estrategia más amplia. Tenemos aperturas confirmadas en Saint-Tropez y estamos explorando oportunidades en Londres, donde queremos reforzar nuestra implantación. Después, seguramente seguiremos construyendo presencia con un modelo híbrido, combinando tiendas propias y partners selectivos en grandes almacenes.
P: ¿Se plantea introducir cambios organizativos o de equipo para acompañar este crecimiento?
R: Sí, estamos reforzando la estructura, por ejemplo, incorporando un perfil específico para desarrollar el canal wholesale porque hasta ahora casi no existía para nosotros. Y también contamos con una nueva dirección creativa dentro de la empresa, cuya primera colección llegará para otoño-invierno 2026. Queremos consolidar el equipo para asegurar la estabilidad y, al mismo tiempo, abrir la puerta a nuevas ideas que mantengan la marca relevante para un público más joven.
P: ¿Qué valores considera irrenunciables para que la empresa siga siendo relevante en el futuro?
R: Nuestra marca es sinónimo de calidad, de colores, de siluetas icónicas, y de una relación de cercanía con el cliente. Eso no va a cambiar. Hemos construido una love brand en Francia, y queremos repetirlo en España. El cachemir forma parte de nuestro ADN, pero la marca debe ser capaz de evolucionar y acompañar al consumidor moderno con nuevas categorías, sin perder esa esencia de producto excepcional, sensorial, hecho para durar y para emocionar.