Humana tilda el Real Decreto de recogida de residuos textiles de “confuso” e “incoherente”

Humana, entidad de reventa de moda, se muestra públicamente en contra del proyecto de Real Decreto que regula la gestión de residuos textiles debido a sus “incoherencias normativas, alejadas de la realidad operativa del sector, que aumentan la incertidumbre jurídica”.

Para la entidad, el proyecto no clarifica el marco normativo existente y “deja más dudas que certezas”, puesto que “introduce figuras confusas y otorga un poder excesivo a los productores sin garantizar transparencia ni supervisión efectiva de sus decisiones”, informa en un comunicado este miércoles. Y añade que, de esta forma, los productores “pasarán a tener poder estratégico sobre un mercado que ya funciona”.

Humana indica que el texto resulta “poco ambicioso” en materia de prevención y reducción de residuos, “y no menciona la reutilización global como vía válida para el tratamiento”. En cualquier caso, esto afectaría directamente al modelo de negocio de Humana. “Se está construyendo un sistema que ignora la experiencia de los actores existentes”, afirma la entidad.

De hecho, la normativa española que regula la recogida de residuos ya establece que una parte de la recogida de residuos debe reservarse para las entidades del tercer sector y que trabajen por la inserción laboral, una categoría con la que Humana, a pesar de destinar todas sus ganancias a programas de desarrollo, no tiene.

Humana no cuenta con la categoría de entidad del tercer sector, lo que podría perjudicarla 

Según datos internos de la compañía, Humana recuperó en 2024 un total de 19.074 toneladas en 2024, equivalente a 77,2 millones de prendas. El residuo textil se deposita en los 5.450 puntos ubicados por el país y se clasifica en las plantas de Leganés (Madrid) y l’Ametlla del Vallès (Barcelona). El 63% del textil gestionado por la entidad se reutiliza, el 28% se recicla y el resto se elimina.

El Ministerio de Transición Ecológica sacó el 1 de julio a exposición pública el documento del Real Decreto, pendiente de su aprobación definitiva. Mientras tanto, las empresas se preparan para la nueva normativa. En un primer análisis, todas las fuentes consultadas coincidieron en que el documento presenta grandes lagunas.

En el sector preocupa, por ejemplo, la obligación de que las tiendas deban reservar espacio para la venta de prendas de segunda mano o que los productores no deban gestionar sólo el residuo textil correctamente depositado en los contenedores, sino también los incluidos en la fracción resto.

El Real Decreto genera dudas, además, por su impacto en las pequeñas y medianas empresas (pymes) y por su aplicabilidad en el conjunto del sector, cuya única opción es ya presentar sus alegaciones antes de principios de septiembre.