Cosmética

Puig: las razones de la salida a Bolsa

Con una trayectoria de más de cien años, la compañía española de perfumería Puig dará el salto al parqué el próximo 3 de mayo. La empresa se convierte en cotizada para “mejorar la toma de decisiones disciplinada”.       

Puig: las razones de la salida a Bolsa
Puig: las razones de la salida a Bolsa
Antonio Puig, a la izquierda; desde la izquierda sus hermanos Antonio y José María Puig; su padre Antonio Puig, el fundador de la compañía; y su hermano Enrique Puig

P. Riaño

18 abr 2024 - 17:46

Puig, una empresa familiar de más de cien años, se convertirá en cotizada en menos de un mes. ¿Por qué? Para asegurar su futuro, blindarse ante los posibles vaivenes del capital familiar, atraer talento y acceder a nueva financiación. “Para cualquier empresa familiar es importante contar con los controles y equilibrios necesarios, particularmente durante las transiciones generacionales”, explica Puig en el folleto de su oferta pública de venta (opv), aprobado ayer por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv).

 

“Hace algunos años, la tercera generación de la familia Puig (que forma núcleo duro de accionistas de la empresa) hizo suya la misión de tomar el relevo de la generación anterior y de proseguir el desarrollo de la empresa y sus marcas preservando los valores que han guiado a Puig durante 110 años para que, un día, puedan pasar el negocio a la siguiente generación”, relata la empresa en las razones de por qué ha decidido saltar al parqué.

 

La compañía explica que, en su opinión, las empresas de más éxito en el segmento premium de la belleza tienen una familia como accionista principal. “Esto se debe a que las marcas premium requieren visión de largo plazo, que no siempre coincide con la presión a corto plazo del mercado”, agrega Puig.

 

 

 

 

Al mismo tiempo, la empresa reconoce que las empresas familiares deben tener mecanismos de control. “Convertirse en una empresa que cotiza en Bolsa implica un mayor nivel de escrutinio por parte de inversores, analistas, reguladores y el mercado en general, garantizando que las próximas generaciones de la familia Puig cumplan con los más altos estándares posibles mientras dirigen la compañía en la dirección estratégica correcta”, desarrolla la empresa.

 

Asimismo, según Puig, el “equilibrio” entre ser una empresa familiar y estar sometida al “escrutinio del mercado” permitirá a la compañía competir en el escenario internacional. El resultado del salto al parqué será que las “estructuras corporativas y de capital” de Puig estarán “mejor alineadas con las de las mejores empresas familiares en el sector de la belleza premium a nivel mundial, que tienen un fuerte núcleo de accionistas a menudo vinculado a sus familias fundacionales que fomenta un enfoque de pensamiento a largo plazo”.

 

 

 

 

“Al mismo tiempo, creemos que el rigor que implica ser una empresa que cotiza en Bolsa debería mejorar la toma de decisiones disciplinada y ayudar a orientar el desempeño de la compañía en la dirección correcta”, añade.

 

Además de asegurar el buen gobierno, convertirse en una empresa cotizada ofrecerá a Puig “herramientas útiles para la atracción y retención de talento, al tiempo que nos abrirá el acceso al capital como una fuente más de financiación para apoyar la estrategia de crecimiento de nuestras marcas y portafolio”.

 

Puig comenzará a cotizar el próximo 3 de mayo. El rango indicativo no vinculante de precios al que se ofrecerán las acciones de Puig se sitúa, según la documentación publicada por la Cnmv, entre 22 euros y 24,5 euros, de manera que alcanzará una valoración de entre 12.700 millones y 13.900 millones de euros.