Momad vuelve a llenar los pasillos en una edición con cifras de 2019

Momad cierra una edición cumpliendo expectativas. La feria de moda de Madrid, que ha tenido lugar entre el 16 y el 18 de septiembre, se ha consolidado en el calendario recuperando las cifras de antes de la pandemia, tanto en número de expositores como de visitantes.

El primer y segundo día del salón arrancaba con los pasillos llenos y colas en la puerta de entrada. “Estamos muy satisfechos con esta nueva edición y eso que el primer día suele ser un poco más flojo”, comentaba Francisco Sánchez, director general de Cuplé.

Algunos expositores coincidieron en que el cambio al pabellón 8 del recinto ferial madrileño Ifema ha sido acertado. “Antes la feria se celebraba en los pabellones 12 y 14, y todo estaba más espaciado, lo que daba menos sensación de lleno y lo hacía más inabarcable”, explicaban desde el stand de una marca que lleva siete años participando en Momad.

Momad ha contado con la participación de cerca de trescientos expositores

La nueva edición de Momad ha coincidido por tercera vez con las ferias Madrid Joya, Intergift y Bisutex, además de la pasarela Mercedes-Benz Madrid Fashion Week, lo que ha favorecido la afluencia de público. Según la dirección del evento, se espera que Momad registre cifras de visitantes similares a las de 2019, cuando acudían cerca de 15.000 personas.

“Parece que los dos últimos años no han pasado”, señalaban desde el expositor de Vilagallo, uno de los mayores del espacio. En la nueva edición participaron cerca de trescientos expositores, frente a los 175 de la edición del pasado febrero, una cifra “récord”, según la organización, que ha hecho que se tenga que ampliar el espacio hasta 35.000 metros cuadrados para dar cabida a todas las empresas.

Algunas de las compañías aseguraban que la recuperación de la jornada ha estado influenciada por la nueva dirección de Ifema. Se trata de la segunda edición con Julia González, que lidera Momad desde septiembre de 2021, al frente de las cuatro ferias. Según la directiva, la respuesta del sector a esta nueva edición “es una de las más positivas que recordamos”.

“Parece que los dos últimos años no han pasado”, explicaban desde un expositor

A pesar del sentimiento generalizado de optimismo, algunos expositores dudaban del éxito de la jornada. “Estamos porque hay que estar, pero no nos termina de aportar estar presente en Momad”, sentenciaban desde una firma gallega de moda.

“Hay mucho popurrí de marcas, desde baño hasta de fiesta y calzado, como comprador tenemos que venir con los deberes hechos de antes”, explicaba un visitante canario. “Yo sólo vengo a ver calzado, pero la oferta es menor desde que se juntó con la oferta de moda”, señalaba otro comprador.

A finales de 2018, ShoesRoom by Momad se unió a la convocatoria de Momad trasladándose desde el recinto de La Nave. Precisamente el sector del calzado se veía más descontento que el de moda en esta última edición de Momad, que ha contado con firmas como Calzados Victoria o Mascaró. “Somos pocas marcas, lo que favorece que no haya muchos compradores”, se quejaban desde un stand.

La feria ha puesto este año en marcha un programa de internalización mediante el que han participado firmas procedentes de dieciocho países

La internacionalización es otro de los puntos débiles de Momad, según algunos participantes. “El público es el de siempre, falta dinamismo”, señalaban desde la firma de moda femenina Celina.

Con el objetivo de impulsar la internacionalización del evento, la jornada ha puesto en marcha este año un programa mediante el que han participado dieciocho firmas internacionales de países como Alemania, Francia, Dinamarca, Italia, Grecia, Portugal, Reino Unido, Polonia o Turquía, entre otros. “Ha sido un gran acierto -comentaba una compradora de Murcia-; necesitábamos más propuestas de marcas”.

Futuro con sombras

El positivismo que se respiraba, en general, en la jornada, se vio ensombrecido sobre la incertidumbre que asola al sector de la moda. “No sabemos qué va a pasar en los próximos meses, y eso da un poco de miedo”, explicaban desde Cuplé.

“El sector está en un momento de cambios, y después de la pandemia y la guerra se le ha sumado la inflación y aún no terminamos de remontar”, añadían desde el stand de la compañía gallega Alba Conde.