Nylstar proyecta reconvertir parte de sus instalaciones en un clúster textil
26 may 2017 - 04:57
Nylstar diseña una nueva hoja de ruta. El histórico hilador catalán, fundado en 1923 y con sede en Blanes (Girona), encara esta nueva etapa no solo retomando la producción industrial y la actividad comercial, sino también con planes a medio y largo plazo para dedicar parte de sus instalaciones a la creación de un clúster textil. La inversión final para reativar Nylstar ascendió a más de once millones de euros.
Esta nueva etapa se ha puesto en marcha en base a tres fases, según han explicado fuentes de la empresa a Modaes.es. La primera de ellas consistió en hacer una parada en el camino para redefinir la estrategia, basada siempre en la fabricación de un tipo de hilo de elevado valor añadido con el que poder competir en el mercado de las materias primas textiles.
La segunda fase, que es en la que se encuentra ahora, se ha centrado en arrancar la producción con nuevo hilo. En la actualidad se está inmerso en avanzar en este sentido e ir incorporando de manera interna más procesos en la cadena de valor del hilado. Una vez se consolide esta segunda etapa, que se calcula que se alargará al menos dos años, podrá determinarse qué superficie de las actuales instalaciones quedará sin uso alguno.
El complejo industrial de Nylstar cuenta con varias naves de grandes dimensiones, que actualmente están en desuso. Desde la misma empresa explican que el espacio se diseñó para producir hace cincuenta años y que, ahora, gran parte de él esta vacío. De esta manera, una vez se determine la superficie que necesitará Nysltar para su actividad, se habilitará el resto del espacio para dar cabida a otras empresas.
“De la misma manera que tenemos una planta de Solvay cruzando la calle que nos suministra nuestra materia prima, podemos ceder espacio a otras compañías que realicen otros procesos industriales afines y complementarios al nuestro”, explican estas mismas fuentes.
El hilador gerundense reactivó su producción a finales de 2016 después de ocho meses de parón. La fábrica inició entonces la fabricación a medio gas y, desde entonces, ha ido incorporando nuevas líneas de producción. En la actualidad, Nylstar emplea a unos noventa trabajadores, la mitad de su plantilla habitual.
La empresa hizo frente también a finales del año pasado a los últimos pagos a los acreedores del proceso concursal de 2007, dándolo por finalizado. Su actual dueño anunció entonces una nueva inyección de capital de hasta siete millones de euros para la reactivación de la producción.
En las últimas semanas, la empresa ha retomado su actividad comercial y ha reanudado su participación en ferias. El grupo estuvo presente en la última edición de Denim Première Vision a través del tejedor pakistaní Kassim para lanzar su nueva línea Meryl Denim.