Entorno

Myanmar sigue en el mapa de la moda dos años después del golpe y las compras marcan máximos

De las grandes compañías españolas, sólo Mango ha dejado de producir en el país. Inditex, igual que otros grupos internacionales como H&M y Fast Retailing, continúa aprovisionándose en la antigua Birmania, y Tendam ha reducido su peso.

Myanmar sigue en el mapa de la moda dos años después del golpe y las compras marcan máximos
Myanmar sigue en el mapa de la moda dos años después del golpe y las compras marcan máximos
“El contexto no permite negocios responsables normales y por tanto las empresas deben revisar su aprovisionamiento y tener en cuenta las demandas de los sindicatos, incluida la de retirarse”, apuntan desde la ETI.

Iria P. Gestal

28 feb 2023 - 05:00

Myanmar continúa en el mapa de proveedores de la moda dos años después del golpe de Estado. De las tres mayores compañías de moda de España, sólo Mango ha decidido dejar de producir en el país, y las importaciones españolas de ropa, lejos de contraerse, han marcado su máximo histórico.

 

En 2022, las compras españolas de prendas textiles de vestir a Myanmar ascendieron a 702,7 millones de euros, un 50% más que el año anterior y el máximo desde que hay registros, según datos de Icex España Exportación e Inversiones.

 

En 2021, el año en que se produjo el golpe de Estado, las importaciones se contrajeron un 16%, y en 2020, el año de la pandemia, habían crecido apenas un 1%. En los años anteriores las subidas habían sido casi exponenciales cada año, hasta un pico de 557,3 millones de euros antes de la pandemia.

 

La antigua Birmania es hoy el octavo mayor proveedor de ropa de España, por detrás de China, Bangladesh, Turquía, Marruecos, Italia, Camboya y Pakistán.

 

 

 

 

De los tres mayores grupos de moda de España, sólo Mango ha decidido dejar de producir en Myanmar. Ante la evolución de la situación política y social en Myanmar, Mango ha decidido mantener el país fuera de las opciones de aprovisionamiento para todas sus líneas”, explican desde el grupo.

 

“Esta decisión es fruto de un detallado análisis tras el cual se ha llegado a la conclusión de que, en el contexto actual, no es posible para Mango garantizar las condiciones laborales en las fábricas con las que trabajamos, así como la seguridad de su suministro”, añade la empresa, que deja la puerta abierta a volver “teniendo en cuenta criterios económicos, de operaciones, de riesgo país y de imagen y ética corporativas”.

 

Inditex, por su parte, mantienen la producción en Myanmar. “En Inditex hemos apoyado el llamamiento de la federación internacional de sindicatos IndustriAll para la aplicación de sanciones económicas al país, y estamos llevando a cabo una política responsable, de acuerdo con los UN Guiding Principles on Business and Human Rights y centrada en reducir el impacto en los trabajadores que podrían llegar a perder sus puestos de trabajo”, justificó la compañía a finales del año pasado.

 

Tendam, por su parte, concentraba en 2021 sólo el 8% de sus compras de prenda, con 26 proveedores en Myanmar, según el último informe de sostenibilidad del grupo, que asegura que ha reducido esta cuota en el último año.

 

 

 

 

Otros gigantes internacionales como H&M, Bestseller y Fast Retailing también continúan produciendo en Birmania, mientras que Primark avanzó a finales de año que comenzaría el proceso para “una salida responsable” del país.

 

La cadena irlandesa alude a un informe de la Ethical Trade Initiative (ETI) que “muestra que ha habido un deterioro significativo de la situación en Myanmar; esto supone desafíos significativos a nuestra capacidad de asegurar los estándares que requerimos para proteger la seguridad y los derechos de las personas que hacen nuestras prendas”.

 

“Nuestra única opción es empezar a trabajar hacia una salida responsable”, concluye la empresa. Según los últimos datos disponibles en su web, actualizados el pasado octubre, Primark trabaja con dieciocho fábricas en el país.

 

A principios de este mes, la ETI volvió a hacer un llamamiento a las marcas que continúan produciendo en Myanmar a examinar las consecuencias de su aprovisionamiento en el país.

 

La organización hace alusión a un informe que encargó en 2021 a Due Diligence Design sobre las condiciones de los trabajadores en el país. “Los hallazgos son claros: el contexto no permite negocios responsables normales y por tanto las empresas deben revisar su aprovisionamiento y tener en cuenta las demandas de los sindicatos, incluida la de retirarse”, subrayó Peter McAllister, director ejecutivo de la ETI, en un comunicado a principios de febrero.

 

 

 

 

Cualquier empresa que haga negocios con Myanmar debería, como mínimo, revisar sus operaciones para asegurarse de que no están apoyando a los militares y, en la mayor medida posible, protegiendo los derechos de los trabajadores”. Organizaciones como Fair Wear también han cambiado sus recomendaciones, añadiendo “la expectativ que las marcas miembro empiecen a desvincularse de Myanmar”.

 

En Myanmar, 104.000 personas se dedican a la confección, con un salario mínimo de 4.800 kyats (2,31 dólares) al día, el mínimo del Sudeste Asiático. En los últimos dos años, el sector ha sido uno de los más afectados, con 150 fábricas cerradas por la inestabilidad política que afectaron más de 200.000 empleos, según Fair Wear.

 

La semana pasada, el sindicato global IndustriAll publicó una breve guía para realizar una “salida responsable” del país, en la que instaba a las marcas que dejaran de comprar en Myanmar a cumplir con todos los compromisos ya firmados, usar su poder para que los proveedores continúen cumpliendo con los estándares internacionales y mantener líneas abiertas de comunicación con sindicatos y trabajadores.

 

Si decidieran seguir produciendo en el país, IndustriAll recomienda “realizar un continuo proceso de due diligence y, en particular, prestar especial atención no sólo a la situación en la fábrica, sino también al contexto nacional que puede afectar el acceso de los trabajadores a la reparación y/o la protección de los derechos laborales”.