La moda saca músculo y mantiene su peso en el 2,9% del PIB en España
El Informe Económico de la Moda en España, impulsado por el Observatorio Textil y la Moda y Modaes, y patrocinado por Igex, Pressto y SGS, pone cifras a los principales indicadores de un sector clave en la economía española.
El peso económico del sector de la moda en España aguanta. Pese a la desaceleración que han anotado textil, confección y cuero y calzado en términos de facturación o empleo, la moda mantiene su aportación relativa al Producto Interior Bruto (PIB) de España, gracias al alza anotada por, entre otras, las exportaciones. En un ejercicio marcado por la inestabilidad, los conflictos geopolíticos y la sombra de los aranceles, la moda sostiene su relevancia con una aportación del 2,9% a la economía de España.
Los datos, publicados en el Informe Económico de la Moda en España, impulsado el Observatorio del Textil y la Moda y Modaes y patrocinado por Igex, Pressto y SGS, y que alcanza la decimocuarta edición, igualan a la aportación de la moda al PIB del país anotada por el sector el año pasado, que coincide, a su vez, con el máximo registrado en la serie histórica, alcanzado por primera vez en 2016.
Con la cifra de 2024, el sector anota ya cuatro años consecutivos de aumento en su aportación a la economía española. En 2019, antes del estallido de la pandemia, el peso de la moda en el PIB se situaba en un 2,8%, que cayó hasta un 2,4% en 2020, precisamente a causa de la crisis sanitaria. En 2021 y 2022, la moda comenzó de nuevo su aceleración, alcanzando un peso sobre el PIB del 2,7% y 2,8%, respectivamente.
El mantenimiento del peso relativo de la moda en el PIB en 2024 se da pese a que la renovada complejidad económica ha hecho retroceder ligeramente la industria por primera vez desde la pandemia en algunos de sus principales magnitudes. En términos de empleo, por ejemplo, textil, confección y cuero y calzado concentraban a cierre del ejercicio una fuerza laboral de 125.510 trabajadores, un 4,5% menos que el año anterior.
La reducción del empleo ha afectado de manera desigual a los sectores manufactureros que la conforman: mientras que la confección y el cuero y calzado sufrieron regresiones más acentuadas, de un 2,6% y 7,5%, respectivamente, la industria textil consiguió perder tan solo un 0,8% de sus trabajadores durante el último ejercicio. En el conjunto de la moda, incluyendo también comercio, el peso sobre en el mercado laboral española es de un 3,6%, una décima menos que en 2023.
Junto al empleo también cayó el año pasado el número de empresas que conforman el tejido industrial de la moda, un 3% interanual. El descenso, sin embargo, se recupera del pinchazo anotado un año antes, en 2023, cuando a cierre del ejercicio el número de empresas de los tres segmentos se redujo un 11,2%. La evolución es similar dentro de la industria, con una caída del 3,2% en el caso del tejido industrial textil, 2,7% en el de la confección y del 3% en el calzado.
La industria de la moda ha conseguido mantener su relevancia para la economía española en un momento de bonanza del país
Las microempresas y pymes dominan el mapa empresarial, pues la mayoría de las compañías cuentan con menos de diez empleados, y continúan marcando una gran parte del empleo de la moda en España. Si bien las grandes sociedades concentran una parte sustancial del negocio y la generación de valor añadido.
La cifra de negocio de la actividad industrial se situó en 2023, el último año con datos disponibles, en 15.705 millones de euros. Este dato también cae, un 5,5%, respecto a 2022, cuando la industria anotó la mayor facturación en la serie histórica. La rentabilidad del sector, sin embargo, se ha mantenido al alza, con un excedente bruto de explotación de 1.301,9 millones de euros en 2023, el tercer ejercicio consecutivo con un crecimiento a doble dígito.
Junto con la tendencia positiva de la rentabilidad, la moda también ha elevado su cifra de negocio online. A cierre de 2024, el comercio electrónico de prendas de vestir acumuló una facturación de 6.028 millones de euros, un 17% más que el año anterior, con un peso sobre el ecommerce total del 7,1%. El calzado, por su parte, anotó una cifra de negocio de 777 millones de euros, frente a los 741 millones de 2023.
También al alza ha ido el músculo exportador de la industria española (textil, confección, cuero y calzado) en 2024, que durante el ejercicio elevó un 3,1% sus ventas al exterior, hasta situarse en 23.049 millones de euros y frente al descenso de más del 5% que anotaron en 2023. Las importaciones también han anotado un incremento, de otro 5% respecto al año anterior, y se situaron en 30.441 millones de euros a cierre del ejercicio. De nuevo, la tendencia al alza contrasta con la caída del 7,9% anotada el ejercicio anterior.
Atendiendo a las exportaciones de moda en sentido amplio, incluyendo textil, confección, cuero, calzado, marroquinería, joyería, pferumería y cosmética, entre otros segmetnos, la moda mantuvo en el 8,2% su peso sobre el total de las exportaciones españolas de bienes en 2024.
El Informe Económico de la Moda en España recoge cada año los principales datos económicos en torno al sector, y utiliza una completa fórmula econométrica para calcular el valor añadido bruto generado por el conjunto de las actividades de la cadena de valor de la moda en España, desde el diseño y la industria hasta la distribución. El texto fue presentado ayer en la sede del Consejo General de Economistas (CGE), en Madrid, en un acto que contó con la participación de Ángela de Miguel, presidenta de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme); Juan Parés, presidente del Observatorio del Textil y de la Moda, o Miguel Ángel Vázquez Taín, presidente del CGE.
“El futuro no puede construirse desde la inercia ni desde la nostalgia -reivindicó Parés durante el acto-; sino que debe cimentarse en una visión compartida, en alianzas inteligentes y en una apuesta decidida por la innovación, la sostenibilidad y la identidad local”. Junto a él, Vázquez Taín hizo referencia al momento de incertidumbre actual y reivindicó el rol de la sostenibilidad, “tanto ambiental, social y de gobernanza”, remarcó, como palanca de crecimiento y competitividad para la moda.
“Su desarrollo nos traslada que se ha traducido en mayor eficiencia de recursos, menor riesgo o mejor adaptación hacia los cambios regulatorios y accesos a nuevos mercados o clientes con mayores exigencias de trazabilidad”, ha añadido el representante del CGE. De Miguel, por su parte, ha resaltado la necesidad de igualar el terreno para las empresas europeas con las de otros países: “Estos cambiosdeben aplicarse de forma proporcional y gradual ya que, de lo contrario, se traducen en ladestrucción de tejido productivo en Europa”.
El informe tiene en cuenta una concepción amplia del sector de la moda, abarcando desde el textil de cabecera y el diseño hasta la comercialización a través de todos los canales de distribución de productos de confección, calzado, complementos, joyería, perfumería y, en general, todos los productos de uso personal que incorporan una marca de moda. Los cálculos toman como punto de partida los datos obtenidos de una amplia pluralidad de fuentes estadísticas, principalmente del Instituto Nacional de Estadística, el Eurostat, el Icex, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la Seguridad Social, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo o el Ministerio de Economía y Competitividad, entre otros.