El textil en Mataró, apenas un recuerdo en la campaña del 28M

El textil de Mataró se diluye en la cita electoral. Mataró y las poblaciones de alrededor son el tercer pilar de la industria textil en Cataluña. Si en Sabadell y Terrassa la industria fue lanera, Mataró se convirtió en el polo industrial del género de punto circular y el punto y la calcetería, generando compañías como Punt Roma, Hallotex o Massana. Y no sólo Mataró, en la comarca del Maresme, localidades como Arenys de Mar, Calella o El Masnou apoyaron su economía en el sector. Ahora, a pesar de su pasado textil, la industria apenas figura en los programas electorales de las elecciones municipales del próximo 28 de marzo.  

La implantación del textil en la ciudad viene de lejos. En 1902, se creó la Asociación de Fabricantes de Mataró, que posteriormente paso a denominarse Asociación Patronal de Géneros de Punto de Mataró. Veinte años más tarde, la ciudad generaba un 63% de la producción del género de punto en Cataluña.  

Las fábricas que poblaron de Mataró y los pueblos colindantes se bastaban de pequeñas máquinas con varios conos sobre su superficie, a diferencia de las grandes factorías de Sabadell y Terrassa, que requerían de altas chimeneas industriales que inundaban las ciudades con una nube negra. La expansión de las fábricas se vio propiciada por su cercanía a Barcelona (a treinta kilómetros) y la temprana instalación de las vías del tren, las primeras de España sólo diez años más tarde de las construidas en Cuba.

Mataró lideró la industria de la región, con género de punto circular para prendas de íntimo, primero, sudaderas y prendas deportivas, después. La ciudad fue sede de Grupo Sans (Abanderado y Princesa), que pasó a manos del hólding estadounidense Sara Lee a principios del siglo XX, cuando aún tenía cuatro fábricas en Cataluña, la mayor de ellas en Mataró. Tras cambiar varias veces de propietario desde entonces, es DIM Brands International el nuevo dueño de las marcas, aunque de las factorías ya no queda ni rastro, ni siquiera de las oficinas.

Para los polígonos de Mata-Rocafonda y Valleveric, se quiere atraer actividades relacionadas con la economía circular

A pesar de la caída de la actividad por la deslocalización a finales del sigo XX, el sector del textil y la confección es el subsector más importante de la zona, con un 12,5% de la facturación total de la comarca. Además, supone un 23,5% de la facturación total del sector en la provincia de Barcelona, según datos del Consell Comarcal del Maresme. Sin embargo, no es una zona dotada de grandes industrias: un 76% de las compañías son de menos de diez trabajadores y sólo un 3% de más de cincuenta.

En las elecciones de 2019, la ciudad eligió a David Bote, candidato del Partit Socialista de Catalunya (PSC), como alcalde tras obtener 13 concejales. En la segunda posición quedó Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con ocho escaños, seguido de En Comú Podem Mataró, Junts y Ciutadans, con dos escaños cada uno.

Para mantener el bastón, los socialistas no se olvidan de la industria. La ciudad, que cuenta actualmente con una economía terciarizada, busca atraer la llamada Industria 4.0, centrada en ingeniería, TIC, finanzas y administración, lejos del tradicional textil que empujaba la economía de Mataró hace más de un siglo.

Bote propone incrementar las inversiones de mejora de infraestructuras de los polígonos e impulsar la creación del Polígono de El Sorrall. Para los polígonos de Mata-Rocafonda y Valleveric, se quieren atraer actividades económicas vinculadas con la gestión y la recuperación de residuos y la economía circular.

El principal partido de la oposición, ERC, también plantea la mejora los espacios industriales y apuesta por la concentración empresarial en un mismo espacio “para promover la creación y el impulso de clústers”. El partido capitaneado en Mataró por Joaquim Camprubí apuesta en especial por el sector audiovisual, además de “empresas industriales de alto y medio valor añadido”.

Una de las pocas menciones al textil la hace la candidatura del PSC, que asegura que seguirá “trabajando por la aceleración de negocio de las empresas con el programa Reimagine Textile”. El programa, puesto en marcha en la anterior legislatura en el marco de la estrategia europea RIS3, cuenta con la participación de la Fundación Tecnocampus y el centro Tecnológico Eurecat, además de la del Ayuntamiento. A través de este proyecto se quiere mejorar el talento, la creación de iniciativas relacionadas con la innovación, el emprendimiento y la incubación de start ups.