El Covid-19 ahoga Mataró: recortes y concursos en los interproveedores del ‘fast fashion’

“Esto es peor que 2005 y mucho peor que 2008”. Así de contundente se muestra uno de los principales interproveedores del Maresme en referencia a la situación que atraviesa el sector tras el golpe del Covid-19. La comarca catalana, uno de los hubs españoles del textil gracias a un rico tejido de empresas que suministran prenda acabada a los gigantes de la industria de la moda, sufre las consecuencias del Covid-19 en forma de congelación de pedidos. Tras resistir al primer impacto, las principales empresas presentan ahora expedientes de regulación de empleo (ERE) o, incluso, concursos de acreedores.

Mataró, en la provincia de Barcelona, es el epicentro textil de la comarca del Maresme, uno de los tres pilares de la industria textil en Cataluña, junto con Sabadell, Terrassa e Igualada. La especialización en punto circular, en íntimo o en calcetería evolucionó hacia la creación de grandes interproveedores, es decir, compañías dedicadas a surtir de diseños y producciones a los gigantes del volumen, con las cadenas de Inditex a la cabeza. La mayoría de estas empresas nacieron con la deslocalización masiva de la producción a China cuando el país entró en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2005.

La paralización de compras por parte de los gigantes de la industria de la moda para dar salida al stock acumulado durante el confinamiento, primero, y al cierre de tiendas de la segunda y la tercera ola del virus, después, pone en jaque al tejido empresarial de Mataró. No sólo los interproveedores sufren, sino que también lo están haciendo todas aquellas empresas que viven de ellos, como empresas de transporte, importadores de tejidos, proveedores de fornituras o compañías de estampación.

Además de a los interproveedores, el Covid-19 pone en jaque a empresas de transporte, importadores de tejidos, proveedores de fornituras o compañías de estampación

El pasado 5 de febrero, el Boletín Oficial del Estado (BOE) recogió el concurso voluntario de Código Print, uno de los interproveedores de más trayectoria en el Maresme. Su administradora, Natividad Sevilla Carmona, muy conocida en el territorio, ha llevado a concurso a las sociedades Codigo Print, Mas Hands Global Production y Mas Studio Ideas Atelier.

Los mayores interproveedores del Maresme son Happypunt, Hallotex y Hi’tex. La primera lleva varios años transformando su negocio para reducir su dependencia de los grandes grupos del sector, pero la crisis del Covid-19 le ha cogido en plena transformación y, tras ejecutar un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) en el estado de alarma que mantuvo hasta julio, el pasado diciembre aplicó un ERE sobre veinte de sus 120 empleados.

Hallotex, que comenzó a operar en 1991 dedicada al diseño y fabricación de género de punto para niño y mujer, se ha enfrentado también a una brusca caída de pedidos, con el agravante de que la compañía cuenta con estructura propia en Marruecos, donde los grandes grupos españoles han dejado de fabricar para centrarse en Turquía por precios y volúmenes.

Tanto Hallotex como Hi’Tex, fundada en 2008 y con sede en Canet de Mar, recurrieron a ajustes de plantilla y financiación externa durante la primera ola con miras a una recuperación que no sólo no ha llegado, sino que se ha agravado. Tras la congelación de pedidos de la primera ola, los interproveedores se encuentran ahora con volúmenes inferiores en más de un 25% a los de 2019.

Otras compañías llevaban meses en dificultades, ya antes del golpe del Covid-19, como es el caso de otro histórico PPQ, entre cuyos principales clientes figuraba Inditex. En este caso, la empresa, cuyo administrador único era José Conde Alcántara, presentó concurso de acreedores el pasado julio. Dakota, Esratex o Aletex son otros de los principales proveedores del territorio.