Relevo en Mascaró: el grupo renueva su dirección general con el ascenso de Beatriz Fernández
La compañía balear de calzado, uno de los principales grupos españoles del segmento, se encuentra en plena fase de expansión internacional y de desarrollo de su línea de complementos. La empresa está presidida por Lina Mascaró.


Mascaró, una de las principales compañías de calzado de España, renueva su primera línea ejecutiva. La empresa balear y de capital familiar ha nombrado a Beatriz Fernández como directora general, tras la salida de la empresa del que ha ocupado el puesto desde 2013, Julio de Olives. La ejecutiva pasará de estar al frente del área de retail a gestionar todas las marcas del grupo, Mascaró, Pretty Ballerinas y Muroexe.
Según han explicado a Modaes fuentes de la empresa, la renovación de la primera línea ejecutiva del grupo de calzado coincide con la puesta en marcha de una nueva etapa de desarrollo, con una hoja de ruta que pasa por reforzar la presencia internacional, la producción en Menorca y la apuesta por producto.
Formada en Administración de Empresas, la nueva directora general de Mascaró se incorporó a la empresa en 2021 como directora de retail procedente de Desigual. En la empresa catalana permaneció seis años, llegando a dirigir las áreas de retail de Latinoamérica o Europa del Este. Previamente había trabajado en banca de inversión.
Mascaró coloca a su hasta ahora directora de retail como directora general en sustitución de Julio de Olives
Julio de Olives, hasta ahora director general, se incorporó a la compañía hace más de diez años y fue el primer ejecutivo ajeno a la familia en ocupar la primera línea de dirección. Igual que su sucesora, Olives promocionó desde el área de retail cuando Jaime Mascaró abandonó la gestión diaria.
Con el relevo en la dirección general, el resto de la cúpula de Mascaró se mantiene intacta, con Lina Mascaró como presidenta, David Bell como director comercial y de márketing, Pedro Mascaró como director de producción, Xavi Amatller como director financiero, Quique Díaz Paradelo como director de comunicación, Ester Gómez como directora de diseño y Toni Juan como director de IT.
Mascaró se encuentra en un momento de relanzamiento tras años de estabilidad tras la crisis del Covid-19. La empresa ha retomado su expansión internacional y está centrada en potenciar su negocio de complementos, tras el fichaje el año pasado de Salus Álvarez, con trayectoria en firmas como Prada o Furla, como creativo. Mascaró ha trazado un plan para que en cinco años la línea de bolsos represente un tercio de la facturación en puntos de venta propios.
Para su crecimiento, la compañía apuesta por la apertura de tiendas propias en España con Mascaró y Pretty Ballerinas, mientras en el extranjero el grupo de calzado se centra en alianza con socios locales. La empresa se ha aliado este año con los grandes almacenes Nordstrom para penetrar en Estados Unidos, donde ha puesto en marcha un nuevo centro de distribución.
Mascaró cuenta con una red de 62 tiendas en el mundo, con un porcentaje de facturación internacional del 67%. Además de puntos de venta monomarca, también opera en wholesale y en ecommerce, lo que eleva su presencia a 86 países. Todas las tiendas del grupo fuera de España son franquicias, con la excepción de las de Londres y Mónaco.
La historia de Mascaró comenzó en 1918 de la mano de los hermanos Pedro (Mestre Perico) y Antonio Mascaró, el empresario que puso en marcha un taller artesanal de zapatillas de ballet en la localidad menorquina de Ferrerías. La segunda generación de la compañía, liderada por los hijos de ambos, los primos Jaime y Joan Mascaró, transformó el taller artesanal en una fábrica de calzado.
Hoy en día, la empresa está liderada por Lina Mascaró, hija de Jaime Mascaró y Francisca Pons. La compañía tiene su sede central en Ferrerias (Menorca), donde cuenta con un centro de producción para calzado. La logística de la empresa se distribuye entre Barcelona, Menorca y North Hampton (Estados Unidos).