Prada coloca a Lorenzo Bertelli al frente del relanzamiento de Versace
Tras la adquisición de Versace a Capri por 1.250 millones de euros, Prada prepara el nombramiento de Lorenzo Bertelli como presidente ejecutivo de la marca. El directivo asumirá el rol una vez formalizada la integración.
Prada avanza en la transición de su legado e integración business. Lorenzo Bertelli, heredero del hólding familiar y responsable del crecimiento reciente de Miu Miu, será nombrado presidente ejecutivo de Versace una vez se cierre la adquisición acordada el pasado abril. El ejecutivo lo ha confirmado en una entrevista al podcast italiano de Bloomberg, Quello Che i Soldi Non Dicono, en la que ha defendido la compra como una “misión difícil, pero necesaria” para devolver a la marca italiana su escala global.
Prada acordó adquirir Versace por 1.250 millones de euros, la mayor operación en los 112 años de historia del grupo y un movimiento que coloca a la empresa en una nueva liga dentro del lujo europeo. Con unos ingresos anuales de alrededor de 821 millones de dólares, Versace aportará una estética distinta al portfolio de Prada, al tiempo que refuerza la ambición de construir un actor italiano con capacidad de competir frente a LVMH, Kering o Richemont.
El futuro presidente ejecutivo de Versace no prevé cambios inmediatos en el equipo directivo de la marca. Asegura que la transición generacional dentro de Prada se está produciendo de forma “natural y fluida”. Su visión, explica, pasa por observar el negocio “con cierta distancia” para tomar decisiones más conscientes, en un sector sometido a ciclos cada vez más rápidos.
Expiloto de rallies, Bertelli ha asegurado no arrepentirse de su incorporación al negocio familiar. Lorenzo Bertelli continúa hoy como directivo de Prada, donde ejerce responsabilidades en márketing y sostenibilidad y es la figura central de la sucesión familiar. El grupo ha adelantado su intención de situarlo como executive chairman de Versace una vez se complete la integración de la marca adquirida a Capri, pero el nombramiento no es todavía efectivo ni tiene fecha pública. La transición, por tanto, está en marcha, pero sigue en fase preparatoria.
Lorenzo Bertelli ocupará la presidencia de Versace una vez que se haya finalizado la adquisición
“Cuando preguntamos por Versace en cualquier parte del mundo, siempre está en el top 5 de marcas reconocidas”, ha señalado Bertelli, de 37 años. “La marca es mucho más grande que su facturación actual”, ha añadido. Su diagnóstico coincide con los expertos. Versace cuenta con una notoriedad altísima, pero el negocio está debilitado.
Capri Holdings no consiguió enderezar el rumbo desde que tomó el control en 2018. El grupo trató de moderar los códigos barrocos de la marca y subir precios, pero las ventas cayeron 20% el último año. La empresa acumula pérdidas, tiene sobreexposición al canal wholesale y outlet, y su red retail directa es demasiado pequeña para sostener márgenes.
La familia Prada discutió “durante largo tiempo” la decisión. Bertelli sostiene que parte de la estrategia para Versace replicará el aprendizaje obtenido con Miu Miu, la marca que se ha convertido en motor del grupo: en 2024, sus ventas retail aumentaron 93% hasta superar 1.200 millones de euros, impulsada por el consumo joven y un reposicionamiento simultáneo de producto, precio y narrativa.
Versace se convierte así en la pieza clave para consolidar un gran jugador italiano en un contexto en el que numerosos iconos nacionales han pasado a manos extranjeras. LVMH controla Fendi y Loro Piana; Kering, Gucci; y Valentino está en manos de Mayhoola y Kering.
Versace formaba parte del catálogo de Capri Holdings antes de volver a manos italianas
El contexto juega a favor. Tras varios trimestres de frenazo, el lujo global empieza a mostrar señales de recuperación: LVMH ha vuelto al crecimiento y Burberry ha registrado sus primeras ventas positivas en dos años. Según los analistas, las pérdidas actuales de Versace ya están descontadas en la valoración de Prada, que puede permitirse “crecer de forma más lenta pero con bases más sólidas”.
Bertelli ha descartado, por ahora, otras operaciones corporativas. Sobre los rumores de una posible venta del Grupo Armani en el futuro, el ejecutivo ha sido tajante: “No está claro qué querrá hacer la familia”. Prada se centrará en la integración de Versace, aunque mantiene la puerta abierta. “Miraremos cualquier oportunidad, caminar a ciegas es peligroso”, ha concluido.
El grupo elevó su facturación un 6% en los nueve primeros meses del ejercicio, hasta 4.070 millones de euros, y registró un avance del 9% a tipo de cambio constante, en línea con el primer semestre. El impulso procedió de Miu Miu, que aumentó ventas un 41%, y de regiones como Oriente Medio, Américas y Asia-Pacífico, mientras que Prada moderó su caída hasta un 1,6%.