Luanvi entra en concurso al fracasar la negociación de la deuda

Luanvi, a concurso arrastrada por las deudas. La compañía valenciana de moda y equipamiento deportivo con sede en Paterna ha entrado en concurso de acreedores tras no lograr un acuerdo para refinanciar la deuda de la compañía, según ha adelantado Cinco Días. El juzgado ha aprobado finalmente la solicitud para acogerse al concurso que la empresa presentó a mediados de junio.

La compañía con Javier Tarancón, segunda generación de la familia fundadora, al frente, ha tomado la decisión lastrada por el pasivo que arrastra el negocio. Según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil y consultadas por el mismo medio ascendía a 10,25 millones de euros a cierre de 2023. 

Luanvi cerró el pasado ejercicio con una cifra de negocio de 15,7 millones de euros, un alza de un 7,84% respecto al año anterior. El beneficio de la empresa, sin embargo, se contrajo durante el periodo un 42,6%, hasta situarse en 106.792 euros. La deuda, por su parte, se concentra principalmente en préstamos hipotecarios, distintas financiaciones del negocio y créditos ICO aún arrastrados para afrontar las consecuencias de la pandemia. 

Luanvi acumulaba a cierre de 2023 un pasivo de más de diez millones de euros

La empresa valenciana presentó a finales de 2024 también un informe sobre el ejercicio en el que adelantaba su incapacidad para seguir el plan de negocio para el ejercicio, debido a las “incertidumbres geopolíticas que han conllevado dificultades logísticas, retrasos en la consecución de los hitos de comerciales, incremento de los costes de aprovisionamientos y aumento de los tipos de interés”. Esta situación, relata la compañía, ha derivado en una acumulación de stock y alteraciones en la cadena de suministro. 

Además, la compañía menciona un incremento en los “gastos de estructura”, derivada de la contratación y posterior despido de varias figuras directivas. “Todo ello generó relevantes tensiones de liquidez alrededor del mes de mayo-junio de 2024, generando posteriormente impagos a entidades financieras y aplazamientos de pago con proveedores”, explica la empresa en el informe. 

Para hacer frente a esta situación, y con el objetivo precisamente de evitar su entrada a concurso, Luanvi había diseñado un plan para relocalizar hasta un 40% de su producción a Marruecos, reduciendo así su exposición a la producción en China. Otro de los puntos del plan pasaba concentrar las ventas en un menor número de clientes y alejarse de los contratos de patrocinio, que “no generan ventas adicionales”.

Precisamente como parte de esta estrategia, la empresa se deshizo hace un año de la nave industrial en la que desarrollaba su operativa, en una operación valorada en 4,65 millones de euros. Posteriormente, Luanvi había firmado un contrato de alquiler para seguir ocupando la instalación. 

Luanvi está desde principios de este año dirigida por Javier Tarancón García, miembro de la segunda generación de la familia fundadora. Tarancón ocupó el cargo de consejero delegado de la empresa fundada por su padre en los años 70, después de que este falleciera víctima de la dana que afectó a la Comunidad Valenciana.