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Shana vuelve al mercado: un grupo inversor relanza la marca, que toma el local de Blanco en Barcelona

La cadena de moda low cost, que desapareció en 2018 tras entrar en concurso de acreedores, retoma un plan de expansión para contar con 50 tiendas en tres años. En su nueva etapa, estará liderada por Eduardo Manrique.

Pilar Riaño

4 nov 2021 - 05:00

Shana vuelve al mercado: un grupo inversor relanza la marca, que toma el local de Blanco en Barcelona

 

 

Uno de los fenómenos de la moda low cost en España regresa al mercado. Tras desaparecer en 2018 por la entrada en concurso de acreedores de su matriz, Shana vuelve de la mano de nuevos empresarios. Julián Imaz, fundador y propietario de la marca, ha cedido su licencia de uso a un grupo de inversores, que planean la apertura de 50 tiendas en tres años. Una de las primeras está ubicada en el histórico local de la extinta cadena Blanco en la calle Pelayo de Barcelona.

 

Según han explicado a Modaes.es fuentes cercanas a la empresa, Imaz, que comenzó su trayectoria como proveedor de Inditex y terminó lanzando sus propias marcas de moda rápida, ha ido cediendo la licencia de uso de sus tres conceptos (Double Agent, Friday’s Project y, ahora, Shana) a diferentes propietarios para evitar su desaparición total del mercado.

 

Friday’s Project está actualmente gestionada en régimen de licencia por la compañía Ecrupunt, una empresa dedicada a la confección y compraventa de prendas de vestir con sede en Mataró (Barcelona). Double Agent, por su parte, está liderada por Modatext Punt, otro fabricante de prendas de vestir de Mataró.

 

El último paso del renacimiento de las marcas de la antigua Comdifil (hólding que las agrupaba) ha sido la cesión de Shana, que llegó a ser la mayor del grupo tanto por número de tiendas como por volumen de facturación, a un grupo de inversores. Shana operará a partir de ahora a través de la sociedad SHL Stores (en vías de constitución), liderada por Eduardo Manrique.

 

 

 

 

El nuevo primer ejecutivo de Shana está especializado en reestructuraciones de empresa, con experiencia en sectores como la cosmética o la náutica. El grupo inversor, por su parte, está formado, según señala el propio Manrique, por abogados y economistas de su círculo cercano.

 

El primer gran paso del relanzamiento de Shana, que seguirá operando en el segmento low cost y especializada en moda femenina, es la apertura de un establecimiento en un local histórico de Barcelona: la última tienda que operó la desaparecida Blanco en la calle Pelayo.

 

Shana acaba de abrir en el establecimiento, utilizando las instalaciones que ya había en el local e incorporando únicamente elementos de imagen y burros para colgar la ropa, en busca de una inversión mínima. El local, gestionado por un franquiciado, se abre además mediante un contrato temporal, una fórmula en la que Shana se centrará en la nueva etapa.

 

 

 

 

Ubicado en el número 1 de la calle Pelayo, el local lleva vacío desde que Blanco echó el cierre en 2017. Ahora, el edificio se prepara para una reforma integral, por lo que el local estará disponible sólo durante unos meses.

 

Además de la tienda de Pelayo, Shana cuenta ya con cinco tiendas más, todas ellas en régimen de franquicia. Los nuevos gestores se encuentran ultimando un contrato para entrar en el centro comercial El Saler, en Valencia, un complejo propiedad de Merlin Properties. Este establecimiento, también en formato temporal, será alquilada por Shn Stores.

 

Las previsiones de los nuevos gestores de Shana pasan por alcanzar una red de cincuenta tiendas en tres años, combinando tiendas propias y franquicias y centros comerciales y calles españolas. El objetivo es alcanzar una facturación de más de 15 millones de euros en este periodo.

 

Los planes de Manrique pasan por que Shn Stores cuente con una estructura mínima, sin equipos específicos para imagen o desarrollo. En su lugar, la empresa trabajará con asesores externos y con una cartera de “proveedores homologados” (la mayoría de ellos ubicados en Prato, en Italia) a los que los franquiciados compran directamente el producto.

 

Shana entró en liquidación a mediados de 2018 después de que la banca y sus proveedores rechazasen el plan de pagos que Comdifil, Comdipunt y otras seis sociedades habían propuesto en el marco del concurso de acreedores. Liderada por Imaz, Comdifil llegó a convertirse en una de las mayores empresas de moda de España, con una facturación de más de cien millones y más de 150 tiendas.