Back Stage

Michel Leclercq, el verso suelto de los Mulliez

Leclercq es el séptimo hijo de Xavier Leclerq y Jeanne Mulliez. En la actualidad, la familia es una de las más ricas de Francia, dueña de empresas como Alcampo, Leroy Merlin, Kiabi y Decathlon.

Michel Leclercq, el verso suelto de los Mulliez
Michel Leclercq, el verso suelto de los Mulliez
Leclercq dio su segundo salto adelante casi una década después de poner en marcha la empresa.

C. J.

12 jul 2022 - 05:00

El 27 de mayo de 1939 nació en la localidad francesa de Tourcoing Michel Leclercq, el séptimo hijo de Xavier Leclerq y Jeanne Mulliez. La familia es hoy una de las más ricas de Francia, dueña de Alcampo, Leroy Merlin, Kiabi y Decathlon.

 

 

Lee la Revista Modaes 43

El último tren del diseño español

Sólo para suscriptores premium

 

 

Sin embargo, los inicios profesionales de Leclercq se encuentran a gran distancia de lo que es hoy. En 1961, el primo de Leclercq, Gérard Mulliez, puso en marcha en el municipio francés de Roubaix su primera tienda Auchan (Alcampo) y contrató a Leclercq como carnicero. La familia no vio con buenos ojos esta decisión, ya que el ahora empresario dejó de lado la carrera de ingeniería para hacerse un hueco en la empresa de su primo. Leclercq estuvo varios años en la compañía, y pronto se despidió del cuchillo de trinchar para ir ascendiendo dentro de la empresa, donde llegó a hacerse cargo de las contrataciones y la tecnología para los 5.000 empleados.

 

Catorce años después de unirse a Auchan, con 37 años, el directivo se fue de viaje a Estados Unidos y volvió a Francia con la semilla de una idea en su cabeza: lanzar una empresa de deporte para toda la familia. Así, el 2 de julio de 1976 abrió la primera tienda de Decathlon. El establecimiento estaba ubicado en el municipio de Englos (cerca de Lille),  cerca de una tienda de Auchan. La primera tienda de Decathlon era un establecimiento de gran superficie que ofertaba productos deportivos para todo tipo de categorías y clientes y con especial foco en deportes populares en la región, como el ciclismo y el esquí. Leclercq contrató a los seis primeros empleados de la empresa en un gimnasio donde había colocado carteles con ofertas de trabajo. La primera plantilla estaba formada por Didier Decramer, Stéphane Delesalle, Nicolas Dubrulle, Stanislas Ernoult, Hervé Valentin y Benoit Poizat.

 

Sin embargo, Leclercq no lo tuvo del todo fácil en los inicios de Decathlon, ya que las centrales de compra les denegaron el acceso afirmando que detrás de la empresa estaban los recursos económicos de la poderosa familia Mulliez. Tras registrar muy pocas ventas y con las tiendas apenas sin público, el empresario llegó a pensar que Decathlon no sobreviviría. Sin embargo, un golpe de suerte llamó a la puerta: el gigante alemán de moda y equipamiento deportivo Adidas comenzó a suministrar productos a la empresa después de varias quejas. A la compañía alemana le siguieron otros pesos pesados de la moda deportiva.

 

 

 

 

Leclercq dio su segundo salto adelante casi una década después de poner en marcha la empresa. En 1986, tras diez años vendiendo productos de terceros, el empresario dio una vuelta de tuerca al negocio con la creación de una filial de producción con el objetivo de asegurarse el suministro de artículos, y así nació su primera marca propia.

 

En 1976,  la empresa ya había vendido un producto bajo la marca Decathlon: una bicicleta gris metalizada. La bicicleta no era producción propia, sino que, en un momento en el que ninguna marca quería suministrar producto a Decathlon, Stéphane Delesalle, responsable entonces del departamento de ciclismo de la empresa, visitó al fabricante Leleu y llegaron a un acuerdo que pasaba por colocar una etiqueta de Decathlon en el cuadro de un modelo de bicicleta.

 

En 1988, la compañía internacionalizó la producción con el objetivo de ganar escala y la trasladó a Asia. El movimiento fue idea de Olivier Leclercq, hijo del fundador, que ya trabajaba en la empresa. Entonces, Decathlon fue introduciéndose progresivamente en más deportes con el lanzamiento de marcas propias como Quechua, especializada en deportes de montaña, o Tribord, para actividades acuáticas.

 

 

 

 

Desde sus inicios, Leclerq tuvo un objetivo internacional para Decathlon y en 1986 inició la conquista del exterior con su primera tienda fuera de Francia, en el municipio alemán de Dortmund. Poco después, la compañía fue desembarcando en otros mercados internacionales como Reino Unido, Estados Unidos (donde lo ha intentado varias veces) o España. Actualmente, la empresa está presente en setenta países repartidos en los cinco continentes.

 

En poco más de cuarenta años de historia, la compañía deportiva ha pasado de ser un negocio local al que las grandes empresas hacían boicot a convertirse en uno de los gigantes del sector, con una facturación de 14.000 millones de euros y un beneficio neto de 913 millones de euros en 2021. Los seis primeros empleados de la empresa han pasado a ser 105.000 trabajadores en el último ejercicio.

 

Leclercq abandonó la presidencia de la compañía en 2009 en favor de su hijo Olivier Leclercq, al que más tarde reemplazó su hermano Matthieu Leclercq, quien estuvo al frente hasta 2018. Actualmente, la presidencia del grupo la ostenta Fabien Derville, primo de los Mulliez.

 

Pese a su salida de la gestión, Michel Leclercq continúa siendo dueño del 40% de Decathlon, lo que le convierte en una de las principales fortunas de Francia, con un patrimonio de 4.700 millones de euros, según Forbes.