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Anna Gedda (H&M): “Toda la industria necesita ser sostenible para que este sea un negocio resiliente”

Al frente de la sostenibilidad del gigante sueco de la distribución de moda desde 2015, la directiva explica que su estrategia con los fabricantes es “establecer una comunicación más abierta y colaboraciones a largo plazo”.

S. Riera

23 abr 2018 - 04:54

Anna Gedda (H&M): “Toda la industria necesita ser sostenible para que este sea un negocio resiliente”

 

Anna Gedda está al frente de la política de sostenibilidad de H&M. La directiva, que entró en el grupo sueco en 2008, asegura que el hundimiento del Rana Plaza fue “un golpe” para las empresas que trabajan en Bangladesh y considera que desde entonces han cambiado muchas cosas en el aspecto social. Según Gedda, la sostenibilidad tiene que ver con la reputación de las empresas, pero también es la única manera de garantizar la continuidad de sus negocios en el tiempo.

 

Pregunta: Estamos ante los cinco años del derrumbe del Rana Plaza. ¿Fue una tragedia que transformó al sector?

Respuesta: Es importante decir que H&M no trabajaba con las fábricas de Rana Plaza. No obstante, fue un golpe para todos los que trabajamos en el país y sí creo que ahora ha cambiado muchas cosas en el aspecto social. Estamos desde el principio en el Accord on Fire and Building Safety in Bangladesh, junto con más de 200 marcas, sindicatos y autoridades. Es importante colaborar porque ninguna marca ni ninguna fábrica es ajena a lo que ocurrió.

 

P.: ¿Cómo han cambiado las relaciones de los grupos de distribución con los proveedores en este periodo?

R.: En H&M llevamos veinte años trabajando la sostenibilidad y ya estábamos en esta línea, pero sí es cierto que ahora fabricantes y marcas estamos más cerca que antes de trabajar de manera conjunta en el desarrollo de los productos. Pero esto no debe ser algo sólo de H&M, sino de toda la industria. Nuestra manera de hacer con quienes trabajan en la producción es establecer una comunicación más abierta y colaboraciones a largo plazo.

 

 

 

 

P.: ¿Por qué toda la industria debe estar alineada en esto?

R.: Ahora, todo el mundo trabaja en ello porque los retos son los mismos. Por ejemplo, si se quiere ser circular, los otros también deberán serlo. Lo importante es también poder dar una respuesta al consumidor, porque pregunta por ello y lo pide.

 

P.: ¿Es una cuestión de reputación?

R.: No solamente. Sí hay un aspecto de reputación, pero también de asegurar la pervivencia de nuestro negocio. Si queremos seguir aquí dentro de treinta o cuarenta años tenemos que asegurar los materiales, la producción y la tecnología. También tenemos que hacerlo si queremos atraer talento. No sé cómo será el negocio dentro de veinte años, pero seguro que necesitaremos materias primas y fábricas en las que producir.

 

P.: ¿Pueden mantenerse los precios bajos mejorando las condiciones laborales en las fábricas?

R.: Absolutamente. Mucha gente piensa que tiene que ser más caro pero no es así. Hoy en día, retailers y marcas de lujo tienen la misma producción. Lo más importante es hacer ropa sostenible y no sólo para gente con dinero, sino para todo el mundo. Toda la industria necesita ser sostenible para que este sea un negocio resiliente.

 

 

 

 

P.: ¿Ser sostenible es más caro?

R.: No todo es más caro. Hay materiales sostenibles, por ejemplo, que tienen ya el mismo precio que los habituales, como el poliéster reciclado. Hay muchas más cosas que podemos hacer para mantener los precios bajos que no tienen que ver con la sostenibilidad.

 

P.: ¿Es posible darle escala?

R.: Somos de las pocas marcas que lo estamos escalando. Vamos siguiendo nuestra estrategia según la tenemos agendada. Primero, en materiales y después otros retos que le siguen. La Councious Collection, por ejemplo, es un punto de inicio.

 

P.: ¿Puede ser sostenible un modelo de negocio que mueve grandes volúmenes de artículos a diario?

R.: Sí, pero en el futuro. El problema hoy es que no usamos las cosas de manera sostenible y necesitaríamos dos planetas como el nuestro en 2030 para mantener nuestro nivel de consumo. Pero siendo circulares y reciclando, por supuesto.

 

 

 

 

P.: ¿Cuánto puede tardar este negocio en ser circular?

R.: En veinte o treinta años, esperamos que los materiales que utilicemos sean reciclados o procedentes de fuentes sostenibles. Por otro lado, en una manera de pensar circular, también hay muchas cosas que los diseñadores pueden aportar para contribuir a un sistema que sea respetuoso con el medioambiente.

 

P.: ¿Es más fácil ser sostenible para las empresas pequeñas?

R.: Depende. Es más fácil para las grandes porque puedes escalar. Pero si se es pequeño, se puede ser más rápido, se puede testar y hacer pilotos. De hecho, nosotros trabajamos en este sentido con nuestras marcas más pequeñas, como Arket o COS, que nos ayudan a testar.

 

P.: ¿El consumidor debería ser más proactivo en sostenibilidad?

R.: Debería serlo más. Porque de su manera de comprar, de comunicarse con la marca, nosotros obtenemos un feedback que es muy importante. Sí observamos que cada vez más hay más interés entre los consumidores por saber de dónde vienen las cosas que compran y sobre quién lo ha hecho, y tenemos que dar esta información.

 

P.: ¿Veremos nuevos materiales en los próximos años?

R.: Sí, hay muchas innovaciones en marcha y todo avanza con mucha rapidez. Hace un par de años pusimos en marcha un premio precisamente para esto y mantenemos un diálogo fluido con las personas que están detrás de los proyectos en marcha para ver cómo evolucionan. Creo en la creatividad y en que se terminen desarrollando. En cinco años veremos ya cosas nuevas.