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Especial 2022: el año en que el mundo  se hizo más pequeño

2022, el año en que Nextil dio carpetazo a la era Sherpa y a su sueño de ser un gigante

El de 2022 ha sido uno de los años más convulsos de la historia de la antigua Dogi. El grupo industrial inició el año ampliando su capital y lo ha cerrado con nuevos gestores y una estructura más pequeña en España. 

2022, el año en que Nextil dio carpetazo a la era Sherpa y a su sueño de ser un gigante
2022, el año en que Nextil dio carpetazo a la era Sherpa y a su sueño de ser un gigante
Nextil nombró consejero delegado a Manuel Martos, que fue director general de la empresa durante los últimos cinco años.

Carmen Juárez

28 dic 2022 - 05:00

El último ejercicio ha sido uno de los más convulsos para la compañía industrial Nextil. En los últimos meses, la antigua Dogi, uno de los pocos grupos textiles españoles que parecía tener más proyección, ha dado carpetazo a su etapa con Sherpa Capital con el cambio de gestión a un grupo de inversores y ha reducido su estructura en España con el cierre de su histórica planta de producción en El Masnou, en Barcelona.

 

 

Especial 2022: el año en que el mundo se hizo más pequeño

 

 

El inicio del año parecía prometedor para el grupo textil con crecimiento de las ventas (aunque aún por debajo de los niveles de 2019), reduciendo sus pérdidas, con optimismo por la inminente apertura de su fábrica en Guatemala y la ampliación de capital en doce millones de euros. Sin embargo, a mitad de año el entusiasmo se fue apagando.

 

En junio, el grupo tiró la toalla y decidió cerrar su fábrica de El Masnou, la única que conservaba en España. “El grupo se ve obligado a tomar esta decisión tras varios años de intentos de optimización de la planta”, argumentó entonces la empresa, que enmarcó el cierre de la fábrica en su estrategia de abandonar progresivamente el mercado del fast fashion y centrarse en la producción para el sector del lujo.

 

 

 

 

Además, Nextil explicó que a esta situación se le sumaba “la dificultad para trasladar el incremento de los costes de las materias primas y energía al cliente, lo que ha erosionado gravemente los márgenes”.

 

La fábrica de El Masnou también arrastraba desde hace años problemas técnicos, que obligaron a subcontratar a otra compañía en 2021, y “no ha sido capaz de alcanzar los niveles de calidad requeridos, lo que ha significado un alto sobrecoste y problemas de servicio”, argumentó Nextil.

 

Poco después, Nextil culminó el cierre de Dogi con la absorción de la sociedad Dogi Spain por parte de Nextil Elastic Fabrics Europe. Tras este movimiento, Dogi ha pasado a operar únicamente como marca dentro de Nextil, que también es propietario de Sici93, Playvest, Elastic Fabrics of America (EFA), Ritex, Qualitat Tecnica Textil (QYY) y Treiss. Este movimiento se produjo un año después de que Nextil traspasara a Elastic Fabrics Europe los empleados y los activos del negocio de producción de Dogi.

 

 

 

 

El siguiente paso del grupo fue volver a reordenar su estructura en el marco de la reorganización que puso en marcha hace tres años para impulsar su crecimiento. A finales de octubre, Nextil prosiguió con su transformación y reestructuró su cúpula con el objetivo de “ceder el liderazgo de la compañía al equipo directivo y a inversores claves de esta”. 

 

En concreto, Nextil nombró consejero delegado a Manuel Martos, que fue director general de la empresa durante los últimos cinco años. El puesto de director general pasó a estar ocupado entonces por Carlo Pirani, que fichó por Nextil desde el puesto de director regional de Goldenpoint en Italia.

 

Además de la primera línea de dirección, Nextil también incorporó en octubre a un nuevo director financiero, Rafael Bermejo, procedente del grupo de maquinaria industrial Duro Felguera, donde ocupaba el mismo puesto desde 2019.

 

El tercer cambio en la cúpula de Nextil fue la incorporación de un nuevo consejero dominical a su máximo órgano de gobierno. Alberto Llaneza se incorporó al consejo del grupo en representación de Audentia Capital, uno de los inversores de la compañía, mientras que Jorge Fernández Miret, socio de Sherpa, presentó su división como consejero dominical.

 

Apenas dos semanas después de realizar esta batería de nombramientos, Nextil dio su vuelco definitivo cambiando de dueños. A mediados de noviembre, Sherpa Capital traspasó la empresa a un pool de inversores que ya estaban en el capital, pero que ahora han pasado a ostentar la participación de forma directa y no a través de Sherpa.

 

 

 

 

Entre los accionistas se encuentran Eduardo Navarro, fundador y presidente de Sherpa Capital. “Tras más de ocho años trabajando de la mano de todo el equipo de Nextil, donde Sherpa Capital ha tomado parte muy activa en la gestión de la compañía tras ocupar la dirección ejecutiva de la misma, Nextil empieza una nueva etapa en la que consolidará el plan estratégico y de transformación implementado por Sherpa Capital”, explicó entonces el grupo en un comunicado. Con este movimiento, la empresa puso así fin a ocho años gestionada por la gestora de fondos Sherpa Capital.

 

El grupo compró la histórica compañía de tejidos en 2014 con el apoyo de la Generalitat catalana y con grandes quitas de deuda. Entonces, saneó el balance de la empresa poniendo en marcha varios ajustes, logró devolverla a la senda de la rentabilidad y comenzó a tejer un nuevo plan de expansión a base de operaciones corporativas que dio forma al hólding Nueva Expresión Textil (Nextil).

 

Dentro del grupo, Dogi quedó finalmente diluida a una marca más. En junio de 2014, tras la adquisición por parte de Sherpa Capita, el grupo industrial volvió a cotizar después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv) levantase la suspensión cautelar de la negociación de sus acciones.

 

 

 

 

El último ejercicio ha estado marcado, además, por la culminación de su proceso de reorganización, “dando paso a una nueva etapa focalizada en el crecimiento, en el aumento de la rentabilidad y la generación de caja”, señaló la empresa.

 

“Durante este año, la compañía se ha reorganizado a nivel funcional, establecimiento una nueva estructura comercial basada en las cinco divisiones: medical, íntimo, baño, deporte y lujo, y además se ha nombrado nuevos directores en las áreas de comercial e industrial”, añadió la compañía. En el último periodo con Sherpa Capital, Nextil facturó 39,1 millones de euros hasta el tercer trimestre de 2022, un 12,9% menos y encogió su resultado bruto de explotación (ebitda) un 25%.