Entorno

Del textil a la confección: cara y cruz de una década de vértigo en el empleo de moda

El textil se ha vuelto a colocar en 2023 como el principal empleador de la industria de la moda, superando el puesto que históricamente ostentaba la confección.

Del textil a la confección: cara y cruz de una década de vértigo en el empleo de moda
Del textil a la confección: cara y cruz de una década de vértigo en el empleo de moda
La confección perdió en 2020 el trono del mayor empleador de la moda.

I. P. G.

4 ene 2024 - 05:00

La recuperación del empleo de moda se trunca de nuevo. En 2023, el número medio de afiliados en el textil, la confección y el calzado ha anotado una caída por primera vez desde el estallido de la pandemia. El ejercicio pone fin a una década de vértigo en el sector, con dos crisis económicas que han golpeado especialmente al calzado y la confección, el histórico motor laboral de la industria de la moda.

 

En diciembre de 2023, el número medio de afiliados a los tres subsectores fue de 131.488 personas, un 1,8% menos que el año anterior y casi 6.000 menos que antes del estallido del Covid-19. En la última década, el balance es positivo, con 2.500 nuevos puestos de trabajo, pero lejos quedan los máximos de 140.000 trabajadores que se alcanzaron en 2017 y 2018.

 

La década comenzó marcada por la dura crisis financiera, pero con un descenso moderado en el empleo, ya que el grueso del impacto se había concentrado en los años anteriores. Ya en 2014, la afiliación volvió a remontar, y se mantuvo al alza hasta 2019, cuando cayó un 3%. El máximo se marcó un año antes, cuando el sector alcanzó el hito de 141.539 trabajadores.

 

La pandemia le costó otro descenso del 7,8%, seguido de una insuficiente recuperación del 3,6% al año anterior y del 2,1% en 2022.

 

 

 

 

Por subsectores, la confección y el calzado se reparten la peor parte, mientras que el textil ha mostrado más resiliencia, tanto en la crisis de 2007 como durante la pandemia, cuando la producción de mascarillas y otros equipos de protección individual permitió mantener, al menos parcialmente, el empleo.

 

Esta resiliencia es la que permitió al textil coronarse como el sector más importante por número de trabajadores desde 2020, un puesto que ha mantenido desde entonces. Aún así, en los últimos dos años no ha escapado a la tendencia negativa, con retrocesos del 1,7% en 2022 y del 1,8% en 2023, hasta 45.326 afiliados. Respecto a antes de la pandemia, le faltan todavía unos mil puestos de trabajo por recuperar.

 

La confección, por su parte, encadenó cuatro años consecutivos de destrucción de empleo, entre 2018 y 2021, y tras una leve recuperación del 3,7% en 2022, ha vuelto a caer en el último ejercicio, con un descenso del 1,2%, hasta 45.024 empleados.

 

 

 

 

Desde 2019, el sector ha destruido 2.201 posiciones, pero quizás lo más llamativo es que el saldo respecto a una década atrás es, a diferencia de lo que ocurre en el textil y el calzado, también negativo: en 2003, la confección tenía 2.500 trabajadores más que ahora.

 

Por último, el cuero y el calzado ha atravesado crisis mucho más largas. De hecho, la recuperación posterior a la Gran Recesión fue muy corta, y en 2015 ya comenzó a reducir plantilla. Desde entonces, el número de afiliados en el sector no volvió a crecer hasta 2021, aupado por la baja base comparable por la pandemia, y de nuevo en 2022.

 

En 2023, ha anotado la peor evolución, con una caída del 2,4%, hasta 41.137 trabajadores. Respecto a 2019, es el que tiene el peor saldo, con 2.300 empleos por recuperar, y en la última década ha sumado apenas mil personas a su plantilla.